La invenci¨®n del malentendido
La mentira de que Polanco obtuvo "informaci¨®n privilegiada" de los programas educativos del Ministerio de Educaci¨®n en el franquismo fue la m¨¢s longeva de todas las que le cayeron

Hace una semana, cuando present¨® Mercedes Cabrera a la prensa su libro sobre Polanco, un periodista de la rama confidencial le pregunt¨® a la acad¨¦mica sobre una vieja historia: c¨®mo se hizo el presidente de Santillana, en 1971, en pleno franquismo, con "informaci¨®n privilegiada" de los programas educativos del Ministerio de Educaci¨®n. El periodista (lo dijo ¨¦l mismo) no hab¨ªa le¨ªdo a¨²n el libro, as¨ª que compraba una mercanc¨ªa que, por cierto, Mercedes Cabrera dilucida en Jes¨²s de Polanco. Capit¨¢n de empresas.
Esa falsedad, a la que Polanco decidi¨® no contestar, fue publicada en el libro El dinero del poder. La trama econ¨®mica de la Espa?a socialista (1991) de Ram¨®n Tijeras y Jos¨¦ D¨ªaz Herrera. La querella fue presentada por Ricardo D¨ªez-Hochleitner, que hab¨ªa ocupado un alto cargo en aquel ministerio y que despu¨¦s fue pieza clave en el grupo Santillana. Dice Cabrera en la nota a pie de p¨¢gina donde habla del resultado de ese infundio: [a partir de lo que escribieron D¨ªaz Herrera y Tijeras sobre "la informaci¨®n privilegiada" ¨¦sta] "se convirti¨® en un hecho aceptado, aunque Ricardo D¨ªez-Hochleitner se querell¨® contra los autores del libro, que fueron condenados despu¨¦s en los tribunales y ofrecieron disculpas por escrito que nunca se hicieron p¨²blicas".
Esa mentira tuvo las patas largas; se convirti¨® en la fabricaci¨®n m¨¢s longeva de todas las mentiras que cayeron sobre Polanco para convertirlo en un blanco a batir. ?l dec¨ªa que era peque?o de estatura, as¨ª que si se hac¨ªa fuerte sobre la tierra no lo tumbar¨ªan los vendavales. Un vendaval cay¨® sobre ¨¦l cuando el grupo que edita este peri¨®dico quiso tener una televisi¨®n; al final, a principios de los 90 (lo cuenta Cabrera, tambi¨¦n) obtuvo una televisi¨®n de pago. En el curso de la refriega medi¨¢tica que, como era habitual, les negaba el pan y la sal a ¨¦l, a Juan Luis Cebri¨¢n y a todos los que tuvieran que ver con las empresas que origin¨® EL PA?S, un periodista se hizo eco de otro infundio: que Polanco hab¨ªa dicho que "no hab¨ªa cojones en Espa?a" para negarle una televisi¨®n. ?l nunca lo dijo, y as¨ª se lo hizo saber privadamente al narrador de la mentira. ?ste le pidi¨® disculpas, tambi¨¦n privadas. Muchos a?os despu¨¦s, en un descanso del Teatro Real, el verdadero autor de esta fabricaci¨®n le cont¨® a Polanco que ¨¦l hab¨ªa sido quien de veras divulg¨® la frase que nunca se hab¨ªa dicho. Se lo dijo a Polanco; tampoco hall¨® publicidad este desmentido privado.
Un vendaval cay¨® sobre Jes¨²s de Polanco cuando Prisa aspir¨® a una televisi¨®n
Cuando Aznar alcanz¨® el poder, en 1996, su periodista de cabecera desvel¨® en su diario el centenar de medidas que deb¨ªa tomar el PP para ejercerlo sin sobresaltos. Entre esas medidas, limitar el poder de Polanco. Dicho y hecho. Canal + (y sus descodificadores) era la presa a batir, aunque la caza era mayor. De ah¨ª vino el sube y baja de Polanco y de sus directivos por las escalinatas de la Audiencia Nacional. La denuncia fue tambi¨¦n una invenci¨®n urdida entre gin-tonics salmantinos por un juez prevaricador y algunos parientes reales o ideol¨®gicos, que por casualidad pasaban por el ojo del poder cuando a ¨¦ste le apeteci¨® cumplir su venganza.
El malentendido le sobrevino, como llega la soledad, hasta el fin de sus d¨ªas. Cuando ya su salud estaba quebrada, en 2007, habl¨® ante su Junta de accionistas; dijo ah¨ª, improvisando, algo que luego se agit¨® contra ¨¦l como si hubiera concitado el fin del mundo. Ante una pregunta de uno de los presentes alertaba Polanco sobre lo que pod¨ªa pasar si la derecha que esperaba el poder llegaba a dirigir este pa¨ªs: "Si estos se?ores recuperaran el poder van a venir con unas ganas de revancha que a m¨ª, personalmente, me dan mucho miedo. Nada m¨¢s. No s¨¦ si te he contestado". Mercedes Cabrera lo cuenta.
El boicot del PP a todas las empresas del grupo dur¨® hasta la muerte de Polanco
En la campa?a electoral de comunidades y municipios que sigui¨®, el PP vet¨® una a una a todas las empresas de Prisa; s¨®lo pudimos hacer una entrevista, me parece, a Corina Porro, aspirante entonces a la alcald¨ªa de Vigo. El boicot dur¨® hasta que muri¨® Polanco, el 21 de julio de 2007.
Cuando fue perseguido judicialmente por el Gobierno de Aznar, Jes¨²s de Polanco se fue unos d¨ªas a Tenerife, con sus amigos Leopoldo Rod¨¦s, Carlos Fuentes y Pl¨¢cido Arango. Miraba desde all¨ª la mole de La Gomera, uno de sus paisajes favoritos. "?C¨®mo voy a estar? Bien, ?si estoy viendo La Gomera!". En aquel paisaje calmaba sus pesadumbres, que casi siempre provinieron de la alevosa fabricaci¨®n de los malentendidos. Y de las mentiras.
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