Memorias del pelirrojo

Hace ahora ocho a?os que falleci¨® Fernando Fern¨¢n-G¨®mez y su figura ha seguido engrandeci¨¦ndose. Ayer mismo el programa Historia de nuestro cine, de la 2, emiti¨® una de sus grandes pel¨ªculas, El viaje a ninguna parte, que volvimos a admirar. Y a¨²n hay otras obras suyas que permanecen semiolvidadas y que deber¨ªan volver a la luz; por ejemplo, los sainetes cr¨ªticos de humor amargo en los que denunci¨® las dificultades de los j¨®venes para abrirse camino en esta sociedad, La vida por delante y La vida alrededor, realizadas a finales de los a?os cincuenta y que hoy son de clamorosa actualidad.

De Fern¨¢n-G¨®mez se ha dicho con demasiada ligereza que de joven era mal actor e imposible gal¨¢n por su narizota y su cabello pelirrojo, pero que de mayor acab¨® siendo un int¨¦rprete grandioso, como Paco Rabal o Fernando Rey. Es falso, Fern¨¢n-G¨®mez siempre fue bueno a pesar de las muchas malas pel¨ªculas en que debi¨® intervenir. Tambi¨¦n se le ha acus¨® de ser un diletante, un vago o un mal hablado de feroz car¨¢cter¡­ Y un rojo: no hace mucho la alcaldesa Botella quiso suprimir su recuerdo del teatro madrile?o que lleva su nombre¡­ Pero contra dimes y diretes su talante como actor, director y literato es ya incuestionable. Como la del guionista Azcona o el inolvidable Berlanga entre otros talentos que este buen programa de la tele nos viene recordando. Y para muchos descubriendo a pesar de la brevedad de las presentaciones que se hacen antes de cada pel¨ªcula. Parece como si no tuvieran tiempo¡­

TVE guarda en sus archivos unas extensas presentaciones que Fern¨¢n-G¨®mez hizo en 1982 de doce de sus pel¨ªculas como actor o director, desde Bot¨®n de ancha (1947) a Pim, pam, pum, fuego (1975), pasando por bastantes de las que este programa est¨¢ emitiendo: Balarrasa, Esa pareja feliz, El mundo sigue, El extra?o viaje¡­ presentaciones que fueron y siguen siendo extraordinarias. En ellas, don Fernando hilvanaba sus recuerdos personales con los de cada uno de los rodajes y de su ¨¦poca, componiendo en conjunto una aguda cr¨®nica de la historia de nuestro cine, llena de inteligencia y de acertada iron¨ªa. No s¨¦ por qu¨¦ permanecen olvidadas. Habr¨ªa que rescatarlas y volverlas a emitir aunque su calidad t¨¦cnica no sea perfecta. Puede que no sean adecuadas a la estructura de este programa pero es imperdonable que sigan silenciadas. Siempre habr¨¢ un hueco para disfrutarlas porque tambi¨¦n forman parte de la historia de nuestro cine. Y con letras may¨²sculas.