La locura de U2 hecha m¨²sica

La gira Zoo TV fue una idea loca que funcion¨® como pod¨ªa haber sepultado a U2, que adem¨¢s acababan de dar el salto al vac¨ªo de suceder su ¡®Casablanca¡¯ (The Joshua Tree, 1987) con ¡®Blade Runner¡¯ (Achtung baby, 1991). Una de las grandes transformaciones de la historia del rock, que continu¨® con una gira que era a la vez el entretenimiento m¨¢s moderno (televisi¨®n sat¨¦lite, miles de canales e influencias, dispersi¨®n, grandes medios) como la alerta contra ese mismo entretenimiento. Igual que Bono era The Fly y tambi¨¦n era MacPhisto. Un barullo de identidades y juegos en el que el grupo se quit¨® el traje de gravedad y se divirti¨® de lo lindo.

No hay otra manera de definir ese 1992 de U2 m¨¢s que como subid¨®n. ?se s¨ª que fue un ¡®elevation tour¡¯. Del grupo cristiano que hab¨ªa triunfado en EE UU con su rock can¨®nico de ra¨ªces, profundo, emocional, quedaba ahora la versi¨®n glamurosa, a la mode, cool que veraneaba con Kate Moss, Christy Turlington o Naomi Campbell (que casi se casa con Adam Clayton). Sean Penn se pasaba por casa de Bono, beb¨ªan hasta las seis de la ma?ana y terminaban llamando a Charles Bukowski para que su mujer le dijera al cantante lo mucho que quer¨ªa acostarse con ¨¦l. U2 siempre fueron un grupo muy profesional, y se tomaron la fama con la misma pasi¨®n que su m¨²sica. Quisieron ser los mejores en eso tambi¨¦n.

En tales circunstancias, s¨®lo puedes dejar que la vanidad te atrape en una ola de euforia de grandes magnitudes. As¨ª, y porque ten¨ªan unos meses libres en medio de la gira, y b¨¢sicamente porque les daba la gana y a¨²n eran j¨®venes, se metieron a grabar una serie de ideas que The Edge quer¨ªa que fueran un EP para celebrar la llegada de la gira a Europa. Un regalo para los fans.

Se gustaron tanto que el EP acab¨® convirti¨¦ndose en LP, aun a costa de haber empezado ya a actuar y tener que volar de Dubl¨ªn a Rotterdam, dar un concierto para 60.000 personas, coger un avi¨®n de vuelta a Dubl¨ªn, grabar de madrugada, descansar un rato y volar a Lisboa para actuar ese mismo d¨ªa.

De ese caos surgi¨® un ¨¢lbum que, para lo bueno, fue grabado sin pens¨¢rselo dos veces, y la falta de c¨¢lculo y la sensaci¨®n de espontaneidad se transmite desde las voces imperfectas a los arreglos. Ecl¨¦ctico a m¨¢s no poder, no hay m¨¢s que comprobar la distancia sideral de los singles entre s¨ª: Numb, el farfullado monocorde de The Edge; la bailable Lemon; o la m¨¢s ¨¦pica Stay (Faraway so close). Impresionista y retador, Zooropa (1993) es uno de sus episodios m¨¢s excitantes de U2.