Lumpen
Es transparente que Benzema, con el bal¨®n en sus pies, o jugando sin ¨¦l, tiene madera de pr¨ªncipe en un campo de f¨²tbol. Pero fuera se comporta como un macarra
Es complicado, o simplemente imposible, incluso en EE UU, presunto para¨ªso de las oportunidades para cualquier persona con talento, determinaci¨®n y suerte, que un cr¨ªo nacido en el lumpen trepe hasta el Olimpo pol¨ªtico y financiero. Si su comprensible sue?o es ser alg¨²n d¨ªa rico y famoso, el ¨²nico camino para ello es el deporte en sus diversas variantes. O el rap. O el gangsterismo de altura (y ah¨ª s¨ª que har¨ªan negocios con el poder pol¨ªtico y econ¨®mico) si poseen temple, inteligencia, coraje y han sabido esquivar las balas.
Cuentan que entre esos jugadores de ¨¦lite, que sobrevivieron en la puta calle durante su infancia, abundan los que no volvieron a pisar su viejo barrio, se olvidaron del nombre de sus antiguos colegas, renegaron de aquellas ra¨ªces, c¨®digos y rituales a los que juraron fidelidad. Lo cual es humano, lamentablemente humano.
Y parece ser que entre algunos de esos triunfadores que estaban destinados a la delincuencia pervive la solidaridad con su duro pasado. Y entiendes que mediante sus millones y su influencia intentaran ayudar a los que no pudieron salir del lumpen, que les buscaran un curro digno, que pagaran sus deudas.
Es transparente que Benzema, con el bal¨®n en sus pies, o jugando sin ¨¦l, tiene madera de pr¨ªncipe en un campo de f¨²tbol. Pero fuera de ¨¦l se comporta como un macarra. Sus desmadradas aficiones automovil¨ªsticas y su transgresi¨®n hacia las reglas, tan valoradas entre los fuera de la ley en los suburbios de Lyon, corren el peligro no de que se mate ¨¦l (estar¨ªa justificado) sino de que mande al cementerio al an¨®nimo pr¨®jimo. Y lo de follar con menores, pagando o por la cara, est¨¢ feo aunque te llames Berlusconi, Polanski o Benzema. Y participar en el chantaje sexual a un compa?ero, con el pretexto de ayudarle a ¨¦l y a su extorsionador (ese amigo de la ni?ez y del alma), ser¨ªa asqueroso. Pero Benzema supone un gran negocio. Ni su equipo ni la selecci¨®n francesa perder¨¢n a alguien que genera tanta pasta.
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