¡®El Sue?o Producciones¡¯: Y las producciones, sue?os son
La ¨²ltima serie de Pixar es una alegor¨ªa b¨¢rbara de c¨®mo funciona la televisi¨®n, un reflejo de las neurosis de los que trabajamos en ella y de nuestras satisfacciones
Los prejuicios son como los trastos viejos: nos cuesta ver los que tenemos ¡ªel di¨®genes de cada uno es paisaje¡ª y cuando los vemos nos cuesta deshacernos de ellos, pero nos reconforta despojarnos de algunos con cada limpieza general. El prejuicio de la animaci¨®n como soporte infantil nos lo quitamos pronto de encima los que, parad¨®jicamente, crecimos con animaciones. Pronto supimos que Los Simpson, South Park, Futurama o Padre de familia eran mucho m¨¢s adultas de lo que muchos, que viv¨ªan ajenas a ellas, cre¨ªan. Ese y que la animaci¨®n no es un g¨¦nero, es un medio de expresi¨®n. Pero como la tele tambi¨¦n es v¨ªctima de los prejuicios de cierta ¨¦lite, quien termin¨® de derribar esos recelos hacia la animaci¨®n fue el cine, con Pixar a la cabeza.
Ahora Pixar ha vuelto a la tele con El Sue?o Producciones, una serie de cuatro cap¨ªtulos de Disney+ que contin¨²a en el universo de Del rev¨¦s y funciona como una precuela de Del rev¨¦s 2. La serie, creada por Mike Jones (guionista tambi¨¦n de Luca y de Soul), parte de una premisa fant¨¢stica, de esas a las que nos tienen tan malacostumbrados los de Pixar: dentro del universo emocional de Riley, la protagonista de Del rev¨¦s, existe un departamento que funciona como un gran estudio de Hollywood y que se encarga de producir los sue?os que tiene la preadolescente.
Y digo preadolescente porque igual que en Del rev¨¦s 2, Riley en El Sue?o Producciones se enfrenta al paso de la ni?ez a la adolescencia ejemplificado en un horizonte: el de su primer baile de instituto. Todas las neurosis a las que se enfrenta provienen de esa etapa de la vida en la que se tiene un pie en la infancia y otro en la madurez. Pero si algo es El Sue?o Producciones es una alegor¨ªa b¨¢rbara de c¨®mo funciona la televisi¨®n y de las neurosis, no de Riley, sino de los que trabajamos en ella: los datos de audiencia, la ansiedad del directo, el miedo a ser reemplazado por alguien m¨¢s joven, el nepotismo, las luchas creativas¡ Y su lado luminoso. Esta serie nos recuerda, a los que nos dedicamos a contar historias, lo ef¨ªmero de nuestro trabajo al tiempo que nos reconforta en ¨¦l. Y lo hace, como lo hace todo Pixar, sin p¨¢bulo, pero con altura. Sin cinismo, con una profundidad liviana que solo entra en el radar de los que se han deshecho de ciertos prejuicios.
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