El disco con el que H¨¦roes del Silencio se hicieron grandes
La banda reedita 'Senderos de traici¨®n', que cumple 25 a?os
Ensayaban en un local ¡°desastroso¡±, en el que se filtraba hasta el ruido de la lavadora del vecino de arriba, pero all¨ª se gestaron algunas de las mejores canciones del rock espa?ol. As¨ª lo recuerdan Pedro Andreu y Joaqu¨ªn Cardiel, antiguos bater¨ªa y bajista de H¨¦roes del Silencio, mientras miran de reojo la portada de Senderos de traici¨®n, reeditado por Parlophone con motivo del 25 aniversario del disco. Un trabajo incuestionable, hijo de una f¨¦rrea disciplina de dos ensayos diarios durante todo el a?o que dieron sus frutos: "Una tarde llegu¨¦ al local y estaba Juan tocando, ten¨ªa alg¨²n aparato nuevo y estaba con el delay de Entre dos tierras. Me gust¨® y me sent¨¦ a tocar sobre lo que tocaba. Hab¨ªa mogoll¨®n de energ¨ªa, y cuando apareci¨® Joaqu¨ªn con el timbre que faltaba pens¨¦ que ten¨ªamos un gran temazo¡±, recuerda Andreu. ¡°A Enrique le cost¨® un poco m¨¢s entrar al trapo de la canci¨®n, ha estado m¨¢s en otras m¨²sicas tirando a Bowie, Van Morrison¡ le gustaba m¨¢s esa otra l¨ªnea, y al principio no estaba muy convencido, pero acab¨® siendo el hit de la banda¡±.
Conseguir el inicio definitivo de Entre dos tierras les cost¨® horas de ensayo y error, ¡°la tocamos como setecientas veces¡±, confiesan ahora, cerveza en mano, dos de los miembros del cuarteto ma?o que completaban Enrique Bunbury y Juan Valdivia. Se tomaban el trabajo ¡°muy en serio, con un punto m¨¢s de profesionalidad, con aires de cre¨¦rnoslo mucho, y eso nos diferenciaba, la confianza¡±. Para no romper la concentraci¨®n, durante los ensayos ¡°no pod¨ªa entrar nadie en el local, y nadie tocaba cuando no ten¨ªa que hacerlo¡±. La grabaci¨®n del ¨¢lbum, en los estudios Kirios de Madrid en el a?o 90, corri¨® a cargo de Phil Manzanera: ¡°Entend¨ªa al grupo, ten¨ªa prestigio internacional y por fin pudimos ver nuestras canciones plasmadas como Dios manda¡±, recuerda Cardiel. Sab¨ªan que ten¨ªan ¡°muy buen repertorio¡± y grabar ¡°casi en directo¡± les result¨® ¡°muy c¨®modo¡±. No atend¨ªan a modas: ¡°No hay elementos forzados, no hay una producci¨®n buscando algo del momento, sino que suene bien siempre¡±, aclara Andreu. Remasterizado, se corona imperecedero.
Las letras oscuras y brillantes de Bunbury abordaron temas espinosos, como la droga en Maldito duende y Hechizo y la prostituci¨®n en Con nombre de guerra, pero el ¨²nico problema lleg¨® con el v¨ªdeo de Entre dos tierras, ya que ¡°la MTV lo censur¨®, recort¨® la pelea de gallos¡±. En Oraci¨®n invitaban a la acci¨®n, una canci¨®n que ilustra los tiempos que corren, pero no la ceder¨ªan para uso pol¨ªtico: ¡°Nunca nos la han pedido, saben que les dir¨ªamos que ni de co?a. No somos muy amigos de ideolog¨ªas. Aunque las tengamos, el grupo es el grupo¡±.
Acompa?ando al disco, el DVD del concierto que ofrecieron en el Hip¨®dromo de Madrid el 22 de junio de 1991 ante 120.000 personas, junto a Gabinete Caligari y El ?ltimo de la Fila. ¡°Era una forma de poner una pica en Espa?a y de reivindicar al grupo¡±, y la prensa se posicion¨®: ¡°Los que nos quer¨ªan, nos quisieron m¨¢s y los que nos odiaban nos odiaron m¨¢s¡±. Pasiones encontradas, como todo lo que gusta en exceso: ¡°No tuvimos tiempo de autocriticarnos, ya ten¨ªamos bastante raci¨®n de palo por ah¨ª¡±.
Este trabajo supuso ¡°un punto de inflexi¨®n en cuanto a popularidad¡±, pero tambi¨¦n un extra de confianza interna: ¡°Nos hizo m¨¢s seguros. Nos dio la raz¨®n para seguir siendo lo que ¨¦ramos¡±. Y su intensa historia acab¨® en 1996, tras doce a?os, cuatro discos y cientos de conciertos. El grupo ¡°se auto-consumi¨®. Era una democracia tir¨¢nica, si alguien dec¨ªa que no a algo, no se hac¨ªa. No par¨¢bamos, no hab¨ªa un a?o de descanso, y al final nos extinguimos¡±, mantiene Cardiel. Andreu declara que ¡°la banda muri¨® de cansancio. No acertamos en el momento, porque hac¨ªa horas que nos hab¨ªan ofrecido hacer una gira en Jap¨®n, me morir¨¦ con las ganas de haber ido all¨ª a tocar¡±. En su historia tambi¨¦n reconocen problemas de ego: ¡°Existen en cualquier pareja y ¨¦ramos una pareja de cuatro. En Enrique y Juan, muy potentes¡±, expresa el bajista, a lo que el bater¨ªa matiza que ¡°potentes ¨¦ramos todos, pero quiz¨¢ a ellos les resulta m¨¢s f¨¢cil tener ese ego a flor de piel¡±. A¨²n as¨ª, Cardiel cree que ¡°si nos junt¨¢ramos los cuatro a tomar ca?as olvidando todo lo que ha pasado seguramente ser¨ªa otra cosa. A veces nos quedamos con lo peor del pasado y no vemos lo positivo¡±.
En 2007 resucitaron para una gira apote¨®sica de diez conciertos, pero desde entonces niegan haber recibido tentativas econ¨®micas: ¡°La gente sabe que si hacemos algo ser¨¢ porque queremos nosotros. Por el momento est¨¢n las cosas detenidas, pero si me necesitan estoy listo para salir a tocar¡±, sentencia el bater¨ªa. ¡°Yo ma?ana mismo, si hace falta¡±, se suma su compa?ero.
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