La gran novela del Prado
Francisco Calvo Serraller disecciona la historia del museo en un libro que re¨²ne sus textos como ensayista y cr¨ªtico de arte
Catedr¨¢tico, ensayista y cr¨ªtico de arte, Francisco Calvo Serraller (Madrid, 1948) fue director del Museo del Prado entre octubre de 1993 y mayo de 1994, apenas 200 d¨ªas que, con la perspectiva que da el paso del tiempo, acrecentaron su vinculaci¨®n a la pinacoteca. Pero esa relaci¨®n es muy anterior. Tendr¨ªa unos 14 a?os cuando, a modo de deberes, en su colegio le encargaron un trabajo sobre Zurbar¨¢n y la exposici¨®n que entonces (1963) se le dedicaba en el Cas¨®n del Buen Retiro madrile?o. Durante esa visita, supo que su vida estar¨ªa ligada para siempre al mundo del arte.
En enero de 1976, llegar¨ªa su vinculaci¨®n a EL PA?S, primero a trav¨¦s de su consejo editorial y un a?o despu¨¦s con la cr¨ªtica de exposiciones, una tarea que sigue ejerciendo casi cuarenta a?os despu¨¦s. Con el Prado siempre en el horizonte, Calvo Serraller no solamente ha escrito para este diario, sino que tambi¨¦n ha publicado numerosas monograf¨ªas sobre la historia de la pinacoteca y de la mayor parte de sus maestros.
Esa fecunda colaboraci¨®n centra el volumen Introducciones al Museo del Prado, con el que la instituci¨®n y su Asociaci¨®n de Amigos han querido reconocer la dedicaci¨®n de Calvo Serraller. En una sala abarrotada por amantes del arte, intervinieron ayer Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, presidente del Patronato; Carlos Zurita, presidente de la Fundaci¨®n Amigos del Museo del Prado; Miguel Zugaza, director de la pinacoteca; Javier Port¨²s, jefe de Conservaci¨®n de Pintura Espa?ola; el artista Miquel Barcel¨® y el propio Calvo Serraller.
El libro recopila en 457 p¨¢ginas escritos del autor relacionados con el Prado. Dividido en tres partes, la primera agrupa aquellos textos que tienen que ver con la historia del centro y con algunos de sus directores. El segundo bloque se centra en los estudios sobre diferentes aspectos de la colecci¨®n. Y el tercero est¨¢ dedicado a la labor period¨ªstica de Calvo Serraller en las p¨¢ginas de este peri¨®dico desde 1977 hasta la actualidad.
Los art¨ªculos han sido elegidos por Javier Port¨²s, junto a su ayudante, Alberto Pancorbo. ¡°He preferido no intervenir, porque me sent¨ªa incapaz¡±, explica el cr¨ªtico. ¡°He optado por delegar en ellos, porque sab¨ªa que lo har¨ªan mejor. A los dos les he dirigido la tesis y nos conocemos muy bien. Han organizado una historia reciente del museo a trav¨¦s de esos escritos m¨ªos. Creo que est¨¢n todos los grandes temas, desde las inauguraciones hasta los cambios de directores o las famosas goteras¡±, a?ade.
?Qu¨¦ impresi¨®n le produce releer ahora esos escritos? ¡°La verdad es que no suelo soportar la lectura de lo que acabo de escribir. No me reconozco en lo inmediato. En cambio, al reencontrarme con art¨ªculos de hace cuatro a?os o mucho m¨¢s, me digo: ¡®Mira, no lo contaste tan mal¡±.
Personal e intenso
Sobre lo que el ritmo period¨ªstico ha aportado a su escritura, Calvo Serraller bromea recordando las fases por las que ha atravesado. ¡°Mis primeros textos llegaban al peri¨®dico escritos con pluma. Luego, como no me entend¨ªan bien la letra, aprend¨ª a escribir a m¨¢quina y muchas veces dictaba a las secretarias los textos que se me ped¨ªan con prisas desde la Redacci¨®n. Eso s¨ª que era lanzarse al pozo, porque no ten¨ªa delante ning¨²n dato. Solo recurr¨ªa a mi memoria. Nada de Google¡±.
Asume que debe de ser el ¨²ltimo o, como mucho el pen¨²ltimo, que manda los textos en un sobre por medio de un motorista, pero espera que el sistema de env¨ªo le sea respetado durante mucho tiempo. Calvo Serraller reconoce su absoluta entrega a El Prado y argumenta que es un museo muy especial y diferente de otros. ¡°El Louvre o el Metropolitan tienen muchas m¨¢s obras, pero este es mucho m¨¢s personal e intenso¡±. Y a la hora de escoger a uno de los pintores presentes, no lo duda: Vel¨¢zquez.
Despu¨¦s de hablar del amor y la pasi¨®n que la pinacoteca le sigue inspirando, el cr¨ªtico hizo un homenaje a sus maestros: Javier Lafuente Ferrari, Juan Antonio Gaya Nu?o, Javier de Salas y Antonio Bonet.
Pero puede que fuera Miquel Barcel¨®, quien mejor defini¨® el trabajo de Calvo ahora recopilado: ¡°Es la gran novela del Prado protagonizada por el talento de los pintores de Altamira y las obras de los hijos de nuestros herederos. M¨¢s que cr¨ªticas, escribe haikus cargados de inteligencia y sabidur¨ªa¡±.
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