Jes¨²s Ruiz Mantilla gana el premio de Novela Fernando Qui?ones

Los hoteles contienen muchas historias. Los hu¨¦spedes vienen, van y dejan un legado de vivencias fascinante, ya sea real o fruto de la imaginaci¨®n. La lista ser¨ªa interminable, pero ah¨ª est¨¢n el affaire entre Janis Joplin y Leonard Cohen en el hotel Chelsea, el Hotel California de los Eagles, el inquietante Overlook donde Jack Nicholson enloquec¨ªa en El resplandor o el reciente Gran Hotel Budapest como indicios de lo que puede llegar a ocurrir entre suites y pasillos. Y ah¨ª ha ambientado su ¨²ltima novela tambi¨¦n el periodista de EL PA?S y escritor Jes¨²s Ruiz Mantilla. Se titula Hotel Transici¨®n, ha recibido hoy el prestigioso premio Unicaja de Novela Fernando Qui?ones y, por tanto, ser¨¢ publicada por Alianza Editorial. Adem¨¢s, el galard¨®n est¨¢ dotado con 20.000 euros.

La ¨²ltima novela de Ruiz Mantilla se centra, en concreto, en un ni?o que vive en un hotel dirigido por su madre. En la Espa?a de los setenta, y con ciertos tintes autobiogr¨¢ficos, la obra sigue al peque?o durante su paso de la infancia a la adolescencia, hasta la vida adulta. A la vez que el protagonista madura lo hace Espa?a a su alrededor: ¨¦l deja atr¨¢s la ni?ez, mientras el pa¨ªs se libera de la dictadura. ¡°Se van cruzando la historia de su familia y la de la llegada de la democracia¡±, relata el periodista y escritor, que asegura estar muy feliz con el galard¨®n y con la posibilidad de publicar su obra con "una editorial de referencia".

Por Hotel Transici¨®n desfilan acontecimientos clave como la muerte de Franco o el atentado a Carrero Blanco al mismo tiempo que el joven encuentra por sus pasillos una galer¨ªa de personajes peculiares o directamente ¡°locos¡±, como los define el autor. ¡°La novela es sobre la transici¨®n. Me parec¨ªa que era el momento adecuado para echar la vista atr¨¢s y crear un di¨¢logo entre esa ¨¦poca y el presente. Vivimos en un periodo que requiere un replanteamiento de aquella estructura, que quiz¨¢s nos siga valiendo como fachada pero que precisa de grandes reformas por dentro¡±, a?ade Ruiz Mantilla. Tal vez por el ejemplo del pasado, por su trayectoria -¡°he hecho siempre lo que me apetec¨ªa en cada momento¡±, afirm¨® hace a?os- o simplemente por su manera de ser, el periodista luce ¡°much¨ªsimo optimismo¡± respecto al futuro de Espa?a y a su capacidad de salir de las arenas movedizas en las que se remueve actualmente.

¡°El contexto de la transici¨®n fue muy convulso pero muy esperanzador. Fuimos capaces de salir de ah¨ª. Eso s¨ª, lo hicimos con una actitud de consenso y altura de miras que no s¨¦ si ahora existe por parte de las viejas estructuras, aunque s¨ª se refleja en una nueva pol¨ªtica¡±, asegura Ruiz Mantilla. ?Ciudadanos? ?Podemos? El autor se limita a invitar a mirar con inter¨¦s al futuro pr¨®ximo y esperar. Aunque insiste una vez m¨¢s en los buenos momentos que aguardan a Espa?a: ¡°Este pa¨ªs es un ejemplo para Europa. Mientras el continente va hacia las tinieblas, nosotros buscamos la luz¡±.

A la espera del futuro, Hotel Transici¨®n viene tambi¨¦n a cerrar un recorrido personal del autor por la historia reciente de Espa?a: en su viaje el periodista ha tocado desde Dal¨ª (Los ojos no ven) hasta la Guerra Civil (La c¨¢scara amarga), pasando por el homenaje a su Santander natal de Ahogada en llamas. Todas las novelas, incluida la ¨²ltima, las ha escrito ¡°para aprender algo¡±. En Hotel Transici¨®n, adem¨¢s, ha querido reflejar su inter¨¦s por la tendencia a la ¡°transparencia literaria¡± que a su juicio protagoniza parte de la literatura contempor¨¢nea. ¡°Hay autores que est¨¢n mostrando las costuras de su m¨¦todo narrativo, comparten con el lector c¨®mo se escribe una novela¡±, a?ade. Y se?ala HHhH, de Laurent Binet, como un ejemplo mod¨¦lico.

En realidad, ¨¦l mismo empieza a acumular reconocimientos, como el premio Sent Sovi que recibi¨® en 2005 por su libro Gordo, placentera visi¨®n de la vida de un cr¨ªtico gastron¨®mico. Otra novela distinta, en busca de ese eclecticismo que siempre reivindica. Aunque hay otra lecci¨®n que el periodista est¨¢ empe?ado en ense?ar. Hace a?os, felicit¨® a un joven redactor reci¨¦n incorporado a EL PA?S por un texto. Este se mostr¨® sorprendido: apenas era una media columna en el diario. Ruiz Mantilla asinti¨® y respondi¨®: ¡°S¨ª, pero aspiraba a ser mucho m¨¢s. Mant¨¦n siempre esa ambici¨®n¡±. Y en ello sigue.