Roberto Carlos: ¡°Me siento lejos de la pol¨ªtica y cerca del arte¡±
El cantante brasile?o, que lanza disco para celebrar 50 a?os de su primera grabaci¨®n en espa?ol, ser¨¢ homenajeado en los Grammy Latinos
A Roberto Carlos no le gusta el color marr¨®n. En Brasil lo saben todos: el cantante admite que desde hace a?os sufre Trastorno Obsesivo Compulsivo, y esa es una de sus fobias m¨¢s persistentes. El a?o pasado, una web titulaba: ¡°?Gafe? Actriz usa el color que Roberto Carlos odia en un show¡±. Sin abrir la noticia, todos sab¨ªan de qu¨¦ hablaba.
A Roberto Carlos le gusta el color azul. Por eso, en el hotel de Copacabana (R¨ªo de Janeiro) donde promociona disco, los periodistas y los asesores de prensa forman una gama de turquesa, azul marino, cobalto, celeste y cielo. Un mar. Los carteles de promoci¨®n tambi¨¦n son azules. Alguien entra al ascensor con una camisa de calaveras y algunos bromean con que no podr¨ªa haber elegido un estampado peor, y ¨¦l sale a cambiarse, porque al artista tampoco le gustan algunas referencias a la muerte.
O Rei es una leyenda rodeada de leyendas. Entre ellas: que no permite que le mencionen la pierna que perdi¨® en un accidente de infancia, que se corta ¨¦l mismo el pelo y, peri¨®dicamente, que est¨¢ muerto. Lleva m¨¢s de medio siglo cantando, ha vendido m¨¢s de 120 millones de ¨¢lbumes en Am¨¦rica Latina y ahora, con un disco y DVD llamado Primera fila, celebra 50 a?os de su primera grabaci¨®n en espa?ol con canciones antiguas y nuevas (entre ellas And I Love Her, de The Beatles) y planea una gira que llegar¨¢ a Espa?a. Los premios Grammy Latino le homenajean esta semana en Las Vegas como Persona del A?o.
En Brasil es tan omnipresente que nadie pregunta eso de ¡°Roberto Carlos, ?el cantante o el futbolista?¡±. Aqu¨ª todos tienen un recuerdo de infancia relacionado con ¨¦l, un vinilo en casa o una madre que lloraba con ¡°E n?o h¨¢ nada pra comparar/ Para poder lhe explicar/ Como ¨¦ grande o meu amor por voc¨º/ Nem mesmo o c¨¦u, nem as estrelas...¡±.
Roberto Carlos, a veces abreviado a RC, naci¨® en 1941 en Cachoeira do Itapemirim (una ciudad de 200.000 habitantes en Esp¨ªrito Santo, Sudeste de Brasil) y fue ni?o artista, parte del movimiento de rock Jovem Guarda y, desde los 90, icono de la canci¨®n rom¨¢ntica latinoamericana, como reafirma en el nuevo disco, grabado en los estudios Abbey Road de Londres ante 150 personas. No publica tanto como antes: sol¨ªa sacar un ¨¢lbum al a?o, ahora lo hace cada dos o tres. ¡°Estoy trabajando menos en los discos y mucho en otras cosas, shows y todo lo dem¨¢s¡±. ¡°Todo lo dem¨¢s¡± es un programa especial de fin de a?o que lleva 40 a?os emiti¨¦ndose en la cadena Globo, y algunos negocios, como sus cruceros: Emociones en Alta Mar dura cuatro d¨ªas y cuesta como m¨ªnimo 4.100 reales por persona (algo m¨¢s de 1.000 euros). Algunos paquetes para parejas salen por m¨¢s de 5.300 euros. Hay clases de baile, conferencias sobre relaciones, misas, desfiles de moda y una fiesta azul y blanca. El broche de oro es un concierto del mism¨ªsimo RC, a veces vestido de capit¨¢n de nav¨ªo. En la ¨²ltima edici¨®n participaron 4.000 personas. ¡°Rom¨¢nticos¡±, como define ¨¦l a sus fans.
Ahora que ha trascendido la m¨²sica, ?se siente poderoso? ¡°No me siento poderoso, me siento amado porque sigo recibiendo demostraciones de amor de quienes me siguen y los que llegan¡±. Admite que se siente ¡°m¨¢s o menos¡± valorado por la cr¨ªtica. ¡°Suceden muchas cosas que me desagradan, pero respeto la opini¨®n de todos y presto atenci¨®n a las cr¨ªticas constructivas. A veces siento que la persona no ha entendido muy bien lo que he hecho... Depende mucho del talento del cr¨ªtico¡±.
No est¨¢ muy c¨®modo hablando sobre temas espinosos. ¡°No s¨¦ hablar de m¨ª mismo¡±, subraya. Mantiene un control f¨¦rreo sobre su marca. En 2007, consigui¨® que un juez prohibiera la venta de una biograf¨ªa no autorizada escrita por el periodista Paulo Cesar de Ara¨²jo y lleg¨® a unirse, junto a los m¨ªticos Chico Buarque, Caetano Veloso y Gilberto Gil, en una asociaci¨®n (Procure Saber) para ¡°defender a autores y creadores de m¨²sica¡± de libros poco halagadores. Sin embargo, el cantante se ha ido alejando de ellos al tiempo que iba suavizando su posici¨®n. Hasta el punto que, este a?o, cuando el Tribunal Superior de Brasil decidi¨® por unanimidad que los bi¨®grafos no necesitan permisos, se mostr¨® ¡°muy satisfecho¡±. ?l, por cierto, lleva tiempo anunciando una autobiograf¨ªa.
?Por qu¨¦ tanta obsesi¨®n con el control? ?Un artista debe mantener el misterio? ¡°No es que deba, es que tiene el derecho de mantener algunas cosas para s¨ª mismo¡±, opina. Tampoco le gusta meterse en pol¨ªtica. La Jovem Guarda de los 60 fue acusada de ser superficial y no implicarse contra la dictadura militar, pero RC asegura que est¨¢ ¡°un poco distante de la pol¨ªtica y siempre cerca de la m¨²sica y del arte¡±.
Cuando llega a su casa, en R¨ªo, Roberto Carlos ve la novela de las nueve, aunque sea grabada. Y no suele poner m¨²sica. ?Qu¨¦ hace en silencio? [Se r¨ªe]. ¡°Pienso. Pienso y trabajo. Estoy siempre trabajando¡±. Dice que si empezase a trabajar hoy volver¨ªa a hacer canciones como ¡°Ese tipo soy yo¡± (¡°El tipo que siempre te espera sonriendo / Que te abre la puerta del carro diciendo / Que est¨¢ apasionado, que es loco por ti¡±), rom¨¢nticas, siempre optimistas. A veces, en su obsesi¨®n por escapar de lo negativo, cambia las letras: en vez de ¡°Si el bien y el mal existen¡±, por ejemplo, Roberto Carlos canta sobre ¡°el bien y el bien¡±.
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