Diez canciones y un funeral

Sabato pomeriggio, Claudio Baglioni

La balada italiana regresaba con fuerza a las listas de ¨¦xitos en la voz del cantautor romano que conoc¨ªa su primer -y ¨²ltimo- ¨¦xito en el mercado espa?ol como refuerzo vitam¨ªnico para adolescentes aquejados de grave romanticismo. Baglioni dejaba para el ¨¢lbum una de las grandes melod¨ªas de la canci¨®n italiana de la d¨¦cada de los a?os setenta.

Jo vinc d¡¯un silenci, Raimon

El 30 de octubre de 1975, el mismo d¨ªa que se produce el traspaso de poderes de Franco al entonces pr¨ªncipe Juan Carlos, Raimon canta al Palau dels Esports de Barcelona ante 10.000 personas. La canci¨®n Jo vinc d¡¯un silenci, que se estrena esa noche, se convierte en el canto reivindicativo y de esperanza del p¨²blico, testigo y participante de una velada hist¨®rica que en los pr¨®ximos meses conocer¨¢ otras celebraciones.

I¡¯m Not In Love, 10 cc

Canci¨®n de largo recorrido que viajar¨ªa por las discotecas se?alando el momento slow como el mejor estado de excepci¨®n para las parejas de enamorados que se refugiaban en la oscuridad del local. Su majestuoso envoltorio de gran coral pop y sus seis minutos de duraci¨®n propiciaban todo tipo de emociones.

Piel de manzana, Joan Manuel Serrat

La canci¨®n da t¨ªtulo a un ¨¢lbum que aparece en medio de los convulsos d¨ªas del oto?o de 1975 con un Serrat expedientado ¨Cy a partir de ahora en el exilio- por la administraci¨®n franquista a causa de sus declaraciones contra las ¨²ltimas penas de muerte impuestas a militantes de ETA y del FRAP. Una balada melanc¨®lica en recuerdo de aquellas muchachas de barrio que vieron pasar fugazmente la primavera por el portal de sus casas

Feelings, Morris Albert

"Whoa¡­Whoa¡­", repet¨ªa el coro. Melod¨ªa con el punto de alm¨ªbar y de glucosa mel¨®dica al m¨¢ximo que produjo m¨¢s de un desvanecimiento amoroso en la pista de baile y que aterriz¨® como un objeto no desconocido. Su cantante -y en parte autor- no volver¨ªa a repetir el ¨¦xito, pero la composici¨®n acabar¨ªa transform¨¢ndose en un cl¨¢sico de la balada rom¨¢ntica y pieza imprescindible en toda antolog¨ªa con motivo de San Valent¨ªn.

Getseman¨ª (Oraci¨®n del huerto), Camilo Sesto

El 6 de noviembre de 1975, el Teatro Alcal¨¢-Palace acog¨ªa el estreno de la versi¨®n espa?ola de la comedia musical Jesucristo Superstar entre amenazas de grupos integristas y de la extrema derecha. El cantante se descubr¨ªa como estrella esc¨¦nica y proyectaba su imagen como ¨ªdolo pop. Camilo Sesto no volver¨¢ a reincidir en el teatro musical, pero su paso por la escena marcar¨ªa su carrera posterior.

Viatge a ?taca, Llu¨ªs Llach

Llu¨ªs Llach abr¨ªa una brecha creativa en la llamada canci¨®n de autor con el poema de Constantino Cavafis en versi¨®n de Carles Riba ocupando toda una cara del ¨¢lbum como si se tratara de un poema sinf¨®nico. La isla del Egeo y hogar de Ulises se transformaba en met¨¢fora y pasaporte libertario. Un viaje con la utop¨ªa como equipaje y la libertad como destino.

Amor, amor, Lolita

En pleno proceso de transici¨®n pol¨ªtica, la hija de Lola Flores se colocaba en los primeros lugares de las listas de ¨¦xitos gracias a una canci¨®n de Paco Cepero con aires de flamenco-pop y una letra con unas d¨¦cimas de calentura er¨®tica. Su mensaje insistente de Amor, Amor sirve como contrapunto al canto airado de los cantautores que comenzaban a decir la suya.

Secretaria, Mocedades

Aunque el cine espa?ol ya nos hab¨ªa dejado algunos retratos de este grupo profesional, el de las secretarias y sus vicisitudes amorosas y laborales, gracias a Mocedades y a su autor, Juan Carlos Calder¨®n, su hoja de m¨¦ritos se ver¨ªa fuertemente incrementada y es que, como dec¨ªa la canci¨®n, "casi esposa, buen soldado, enfermera y un poquito enamorada" aunque estas funciones no quedaran reflejadas en su n¨®mina.

Fly, Robin, Fly, Silver Convention

La m¨²sica disco continuaba su avance imperial por las pistas de baile de todo el mundo, despu¨¦s de la ¨¦pica de Barry White y Gloria Gaynor, ahora, desde el coraz¨®n de la vieja Europa, los ingenieros y productores alemanes le aplicaban nuevas sonoridades mucho menos l¨ªricas pero igual de efectivas a la hora de hacer bailar al p¨²blico en la pista de baile.