La entrevista y sus formatos (III)
Este formato debe ser un gran recurso de calidad, una declaraci¨®n de intenciones
Dec¨ªa en un art¨ªculo anterior que clasifico la entrevista dentro del amplio contenedor que es el reportaje, o la informaci¨®n directa que se hace de una persona, normalmente en su medio. Y son tres los formatos fundamentales en que se nos aparece este, digamos, subg¨¦nero. De menor a mayor, entrevista tem¨¢tica, pregunta-respuesta, y romanceada o narrativa.
La tem¨¢tica se emplea muy poco, b¨¢sicamente en la prensa norteamericana. Se hace a expertos que no tengan especial relieve como personalidad fuera de su ¨¢mbito. Partimos de una entradilla breve, de presentaci¨®n, y solo m¨ªnimamente de la persona, agrupando respuestas en bloques tem¨¢ticos. As¨ª, sobre Econom¨ªa, por ejemplo, reunimos todo lo que de inter¨¦s dijera el entrevistado y seguimos de corrido hasta el final.
Tras la entradilla aparece lo que puede tener aspecto de di¨¢logo, pero no lo es
La f¨®rmula m¨¢s com¨²n puede ser la de pregunta-respuesta, que trabaja sobre la ilusi¨®n de que aquello ha ocurrido tal como lo leemos, lo que es, sin embargo, absolutamente falso. Tras la entradilla, que ser¨¢ mucho m¨¢s personal que en el caso anterior, aparece lo que puede tener aspecto de di¨¢logo, pero no lo es. Hemos hablado con el entrevistado, probablemente un pol¨ªtico que es con quien se supone que debemos ser m¨¢s f¨¢cticos, y lo que de verdad cuenta no es lo que le hayamos preguntado, sino sus respuestas. Quiero decir que nuestras preguntas no tienen por qu¨¦ reflejarse en el papel. En primer lugar, el personaje contestar¨¢ lo que quiera, cuando quiera, y en la grabaci¨®n o en las notas que hayamos tomado, aunque siempre con la red de seguridad de la grabaci¨®n, buscaremos unas respuestas que aparecer¨¢n troceadas, en rachas o r¨¢fagas. Y en segundo lugar, una vez que hemos decidido cu¨¢les son las respuestas que nos interesan las agruparemos en bloques, y determinaremos ¡ªy solo entonces¡ª qu¨¦ pregunta corresponde a cada una de esas contestaciones. Preguntas funcionales, cortas, sin di¨¢logo, ni zalamer¨ªas. Y eso es as¨ª porque lo que ofrecemos al lector no es un pugilato, ni un di¨¢logo entre grandes potencias, sino lo que tiene que decir, escuetamente, el entrevistado. Por eso sostengo que la entrevista pregunta-respuesta es una ficci¨®n veraz, puesto que no ocurri¨® como su presentaci¨®n indica, aunque no por ello tiene que responder menos fielmente a lo que quer¨ªa decir el entrevistado.
Y la paradoja es que la entrevista narrativa, aquella en la que contamos el encuentro con el personaje, entrecomillando ¨²nicamente lo que nos parezca especialmente relevante, es mucho m¨¢s realista que la aparente literalidad magnetof¨®nica del formato anterior. A¨²n m¨¢s, aunque siempre tiremos de grabadora por razones deontol¨®gicas, nos har¨¢ mucha menos falta grabar lo hablado que en el caso de la pregunta-respuesta, ya que que de las contestaciones importantes habremos tomado nota a mano, y a partir de ellas reconstruiremos una visita de la que interesar¨¢, como dec¨ªan de Vel¨¢zquez que pintaba el aire, reproducir un ambiente tanto como consignar unas declaraciones; precisamente, aquello que no hay m¨¢quina capaz de registrar. Se suele opinar que este formato es m¨¢s propio para personajes de la cultura, y la prensa brit¨¢nica es el que emplea de ordinario.
No pienso que sea buena idea combinar los formatos anteriores; si practicamos la pregunta-respuesta, cuanto antes lleguemos al entrecomillado, mejor, sin que el autor pueda apostillar en ning¨²n caso, salvo en forma de repregunta. Y si es romanceada entrecomillemos cuanto antes algo de lo que dijo para que el lector sepa r¨¢pidamente de qu¨¦ va la vaina.
La entrevista debe ser en el diario impreso toda una declaraci¨®n de intenciones del peri¨®dico
Por ¨²ltimo, con esta min¨²scula cartograf¨ªa de la entrevista no pretendo ni mucho menos agotar el recetario. La entrevista debe ser en el diario impreso un gran recurso de calidad, toda una declaraci¨®n de intenciones del peri¨®dico, en la misma medida en que si cedemos un espacio para que lo colonice una voz ajena, esta tiene que justificar con sus respuestas hasta el ¨²ltimo suspiro del encuentro; que el papel est¨¢ muy caro. Y en una posterior entrega, hablaremos de la entrevista multimedia, que no es otro periodismo, sino el mismo pero con muchos m¨¢s y mejores medios.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.