Quentin Tarantino: ¡°John Ford odiar¨ªa mis pel¨ªculas¡±

Quentin Tarantino (Tennessee, 1963) lleva a?os haciendo lo que quiere. Cuando no era m¨¢s que el acomodador de un cine porno, cuando lograba que los clientes de su videoclub alquilaran lo que ¨¦l dec¨ªa y ahora, grande en un Hollywood comercial donde los autores est¨¢n en v¨ªas de extinci¨®n. Su ¨²ltima apuesta es The Hateful Eight, un w¨¦stern de 182 minutos que en la era de las descargas en Internet est¨¢ rodado en unos 70 mm panor¨¢micos con las mismas c¨¢maras con las que se film¨® Ben-Hur e incluye, como los cl¨¢sicos de la ¨¦poca dorada de Hollywood, obertura musical e intermedio. Y por supuesto, toda su violencia e ingenio verbal. Harvey Weinstein, su productor, le ha dejado hacer pese a la crisis que vive su compa?¨ªa, en medio de una nueva ola de despidos.

Por si no hubiera suficiente presi¨®n, los polic¨ªas estadounidenses piden boicotear su estreno el 25 de diciembre tras las protestas de Tarantino contra la brutalidad policial en EE UU. Las feministas tambi¨¦n alzan la voz contra un cine como el suyo, principalmente de hombres y donde la ¨²nica mujer (Jennifer Jason Leigh) es golpeada sin piedad. En poco m¨¢s de un mes la Academia de Hollywood dir¨¢ lo que piensa del nuevo trabajo de Tarantino, cuando anuncie las candidaturas a los Oscar. Pero ahora es su turno. ¡°S¨¦ que gusta al 50%, as¨ª que empecemos con ellos y luego hablamos del otro 50%¡±, arranca.

Pregunta. Con The Hateful Eight regresa al w¨¦stern, un g¨¦nero en v¨ªas de extinci¨®n, con un filme que recuerda a La diligencia. ?Qu¨¦ pensar¨ªan los maestros de su interpretaci¨®n?

Respuesta. No soy un enamorado de John Ford. Pero adoro La diligencia, pel¨ªcula que supuso un salto al cine moderno. No creo que ninguno de aquellos directores apreciara lo que hago. John Ford odiar¨ªa mis pel¨ªculas. Muy sangrientas. Muchos juramentos. Lo mismo dir¨ªa de Ernst Lubitsch, Howard Hawks, George Cukor... Son los directores que amo. Es algo generacional. Incluso Sam Fuller, al que llegu¨¦ a conocer y al que le gust¨® mi cine, ten¨ªa un problema con el lenguaje. ¡°?Marty [Scorsese] tambi¨¦n hace eso y es aburrido!¡±, dec¨ªa.

P. M¨¢s all¨¢ de la sangre y el lenguaje, ?qu¨¦ le define como autor?

R. No me corresponde poner etiquetas pero s¨¦ que mis pel¨ªculas son como minerales en los que puedes encontrar diferentes vetas. Colecciono temas. Buenos actores. Farsas donde nada es lo que parece. Temas raciales. Esas vetas est¨¢n en todas ellas.

P. La desconfianza y la traici¨®n son otros de sus temas. ?Ese fue su sentimiento cuando el blog Gawker filtr¨® el guion de The Hateful Eight?

R. No se me escapa la iron¨ªa. Fue una perfecta combinaci¨®n de enfado, dolor e indignaci¨®n, por no decir que me sent¨ª defraudado. Pens¨¦ en no hacer la pel¨ªcula. Nunca hab¨ªa tenido ese problema. Adem¨¢s, el guion no estaba acabado. Ha cambiado hasta el final. Me enfad¨¦ con la permisividad con que Hollywood tolera este tipo de comportamiento. Vivimos una cultura corrupta donde se hacen cosas sencillamente porque se puede, porque todos lo hacen y porque ¡°?cu¨¢l es el problema?¡±. Al menos durante las semanas en las que mont¨¦ el pollo la gente que realiza estos sabotajes se sinti¨® mal por algo de lo que se suelen jactar.

P. Antes hablaba de un problema generacional. ?Cu¨¢nto ha cambiado la industria y su cine desde sus comienzos?

R. Desde que hice Reservoir Dogs en 1992 por 1,4 millones de euros ha habido una evoluci¨®n l¨®gica. Hoy disfruto de una grandiosidad en todos los sentidos: presupuesto, tiempo de rodaje¡­ todo. Pero la pel¨ªcula es muy similar. Estoy seguro de que soy mejor director. No me refiero a ser mejor autor sino al acto de dirigir. S¨¦ lo que hago. Tambi¨¦n vivimos en un momento de cambio en el cine donde nadie sabe lo que ocurrir¨¢ en los pr¨®ximos cinco o diez a?os. De alg¨²n modo el cine ha desaparecido. Ahora s¨®lo vemos proyecciones digitales. Cada vez que hago una pel¨ªcula, durante esos tres a?os que me lleva por regla general preparar un proyecto, veo que la industria se transforma. Y tengo claro que no ser¨¦ el viejo del grupo. Antes me retirar¨¦.

P. Hablando ahora a la otra mitad, la que amenaza su estreno, ?qu¨¦ le dir¨ªa?

R.Si fuera una feminista de 21 a?os interesada en escribir un ensayo criticando mi pel¨ªcula en base a la violencia de g¨¦nero, tendr¨ªa un argumento. Pero como creador, escritor y artista mi trabajo es escribir personajes interesantes en tres dimensiones. Y no puedo hurtarles a las mujeres los elementos de sorpresa y abuso a los que tambi¨¦n someto a los hombres. No puedo ponerlas en un pedestal.

P. ?Y sobre el boicot anunciado por el Sindicato de polic¨ªas?

R. Est¨¢n siendo unas semanas muy interesantes. Dije lo que dije [habl¨® de ¡°terror policial¡± y de ¡°asesinatos¡± por parte de los agentes, entre otras cosas] y tengo el derecho a decirlo. ?Me apetece que me tachen como alguien que odia a la polic¨ªa cuando s¨¦ que muchos son fans? No. Para nada. Pero me gusta dar mi apoyo a las familias que han perdido a seres queridos en actos absurdos y totalitarios. Soy un optimista al que no le gusta meterse en pol¨ªtica, sin embargo, en ocasiones salto al ruedo porque permanecer callado es darles la raz¨®n.