Pixar llega con retraso
La compa?¨ªa estrena ¡®El viaje de Arlo¡¯, pel¨ªcula prevista para 2013 El filme se aplaz¨® dos a?os por dificultades en su desarrollo
Hasta las mejores familias tienen problemas. Y, muy de vez en cuando, les salpica el fango en que se mueven los dem¨¢s comunes mortales. Lo acaba de descubrir incluso la mism¨ªsima Pixar, ese para¨ªso creativo que encadena ¨¦xitos y elogios, donde casi cualquier animador sue?a con trabajar. En 2009, la compa?¨ªa dio el visto bueno a la historia de un dinosaurio y un ni?o, concebida por el director Bob Peterson. El estreno estaba previsto para 2013. Sin embargo, El viaje de Arlo llega a las salas solo hoy y en la direcci¨®n figura otro nombre, el de Peter Sohn. ?Qu¨¦ ha ocurrido mientras tanto?
¡°Seguimos demasiadas l¨ªneas argumentales, y hab¨ªa personajes que experimentaban cambios m¨¢s relevantes que los del protagonista. En el tramo final ten¨ªan que ocurrir tantas cosas que era dif¨ªcil terminar la pel¨ªcula. Se estanc¨®¡±, relata Sohn (Nueva York, 1977), que particip¨® en el proyecto casi desde su g¨¦nesis. El entonces presidente de Pixar, Jim Morris, lleg¨® a afirmar en 2014 que la trama original ten¨ªa ¡°defectos fatales¡± que imposibilitaron su avance. De ah¨ª que la compa?¨ªa apartara a Peterson del proyecto y encargara a Sohn el borr¨®n y cuenta nueva. ¡°Trat¨¦ de volver al coraz¨®n original de la idea de Bob y mantenerla lo m¨¢s simple posible¡±, defiende el cineasta sobre su primer largo, tras el cortometraje Parcialmente nublado.
Aquella chispa inicial era una relaci¨®n ni?o-perro donde el dinosaurio hiciera de amo y el joven humano fuera la mascota. Y as¨ª se podr¨ªa resumir El viaje de Arlo, que supone la primera vez que Pixar estrena dos pel¨ªculas en un a?o, tras el triunfo de Del rev¨¦s. Aunque, en realidad, el filme tambi¨¦n intenta contestar a la pregunta: ¡°?Qu¨¦ hubiera pasado si el meteorito que acab¨® con los dinosaurios jam¨¢s hubiese alcanzado la Tierra?¡±. A la vez, la pel¨ªcula desarrolla una trama que recuerda tanto a El rey le¨®n o Dumbo que a Sohn le preguntaron por ello tras la clase magistral que ofreci¨® en Madrid. El cineasta respondi¨® que, lejos de copiar el esquema, su obra es un homenaje a aquellos ¡°arquetipos cl¨¢sicos¡± de la narraci¨®n f¨ªlmica.
El director aparenta una alegr¨ªa contagiosa por su ¨®pera prima. Y se muestra honesto al afrontar varias cuestiones relacionadas con El viaje de Arlo. Por ejemplo, all¨¢ donde los empleados de Pixar subrayan siempre y solo el idilio de trabajar en la compa?¨ªa, ¨¦l destaca tambi¨¦n el lado oscuro de intentar emular a los genios que han parido Up, Wall-E, Toy Story y dem¨¢s maravillas: ¡°Una presi¨®n espantosa¡±. Sohn la advert¨ªa sobre todo por la noche, en su cama. Durante el d¨ªa, cuenta, no hab¨ªa tiempo para ello: ¡°Vas tan r¨¢pido que no puedes pensar. Ten¨ªamos tan poco margen que acabas centr¨¢ndote en avanzar y hacerlo lo mejor que puedas¡±.
Precisamente las prisas son otro de los problemas que afront¨® Sohn. ¡°Me hubiese gustado tener m¨¢s tiempo. Habr¨ªa aclarado y llevado m¨¢s lejos emocionalmente la historia¡±, afirma el director. Pero, claro, el cupo de los retrasos ya estaba agotado. De hecho, las dificultades de El viaje de Arlo son la raz¨®n por la que Pixar no estren¨® ninguna pel¨ªcula en 2014. Aun as¨ª, gracias a su productora, Denise Ream, el cineasta consigui¨® ganar a ratos la batalla contra cuantos quer¨ªan acelerar el filme. De hecho, el proceso creativo de El viaje de Arlo incluy¨® una serie de experiencias que envidiar¨ªan los empleados de casi todas las empresas del mundo: parte del equipo del filme se fue a descubrir la impresionante naturaleza del Wyoming y se lanz¨® en un rafting por sus r¨ªos. Tambi¨¦n, por cierto, visitaron museos y repasaron alg¨²n que otro w¨¦stern de John Wayne.
Eso s¨ª, el resultado de la investigaci¨®n de campo ha asombrado a la cr¨ªtica. Muchos hablan ya de lo mejor que haya ofrecido jam¨¢s un filme de animaci¨®n en cuanto a est¨¦tica. Porque la naturaleza de El viaje de Arlo deja al espectador pregunt¨¢ndose a ratos si no se encuentra ante una imagen real. ¡°Uno de los objetivos era mostrar el paisaje como una amenaza, que Arlo pudiera incluso morir ah¨ª fuera. La naturaleza ten¨ªa que parecer preciosa y acabar siendo peligrosa¡±, ha repetido a menudo el cineasta.
Sin embargo, el reto principal que afront¨® consisti¨® en ¡°mantener la perspectiva¡±. ¡°A lo largo de dos a?os ves la pel¨ªcula una y otra vez. Y una broma que antes era divertida quiz¨¢s ya no lo sea¡±, asegura Sohn. Contra ello, el director construy¨® un m¨¦todo infalible. ¡°Dejar fluir durante un momento las entra?as, el instinto. Simplemente sentirlo. Y luego ya ponerse cr¨ªtico, analizar a partir de ah¨ª¡±. A tanta espontaneidad, el director a?adi¨® el recorrido de un ni?o de origen coreano criado en una familia con una firme ¨¦tica del trabajo. Y sus gustos cinematogr¨¢ficos, de El apartamento a Las Noches de Cabiria.
Ahora Sohn ya ha puesto su sello en la direcci¨®n. Quiz¨¢s fuera lo ¨²nico que le faltaba en Pixar, ya que trabaj¨® como artista, animador y escritor en filmes como Ratatouille, Buscando a Nemo o Los incre¨ªbles. Tambi¨¦n dobl¨® a varias de las criaturas que han poblado las historias de la compa?¨ªa estos a?os. Ya puestos, hasta inspir¨® un personaje. ?Cu¨¢l? Un indicio: aparece en Up. Otro: es un boyscout.?
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