Muere Setsuko Hara, leyenda de la actuaci¨®n y musa de Ozu
La int¨¦rprete, protagonista de 'Cuentos de Tokio', es considerada la mejor actriz japonesa de la historia, a pesar de haberse retirado en 1963 a los 42 a?os
No ha habido nadie como ella en el cine japon¨¦s, y pocas actrices pueden rivalizar con ella en la historia del cine. Setsuko Hara, leyenda de su pa¨ªs, musa de Ozu, muri¨® el pasado 5 de septiembre a los 95 a?os v¨ªctima de una neumon¨ªa, aunque ha sido esta semana cuando se ha conocido su fallecimiento. Retirada en 1963 ¨Cjusto el mismo a?o en que muri¨® Yasujiro Ozu, el director que la coloc¨® en el Olimpo cinematogr¨¢fico- a los 42 a?os, vivi¨® semirrecluida en su peque?a casa en Kamakura (a 50 kil¨®metros de Tokio), la ciudad donde hab¨ªa rodado algunas de sus pel¨ªculas con Ozu, sin conceder entrevistas. Nunca dio muchas explicaciones de su prematura jubilaci¨®n, salvo para rechazar que su abandono de la interpretaci¨®n tuviera que ver con la muerte del cineasta. En Jap¨®n era conocida como ¡®La eterna virgen¡¯, por su imagen en pantalla y porque en la vida real nunca se cas¨®.
Con Yasujiro Ozu rod¨® seis obras maestras, entre ellas 'Cuentos de Tokio'
Nacida como Masae Aida en Yokohama en junio de 1920, de familia numerosa ¨Ctuvo cuatro hermanas y tres hermanos-, su carrera art¨ªstica comenz¨® a los 15 a?os. Una de sus hermanas estaba casada con el director Hisatora Kumagai, y as¨ª logr¨® empezar a trabajar en los estudios Nikkatsu. Se hizo conocida con la coproducci¨®n germanojaponesa La hija del samur¨¢i (Arnold Fanck & Mansaku Itami, 1937), un drama que le llev¨® de gira por Europa e incluso hasta Hollywood, donde Marlene Dietrich le sirvi¨® de anfitriona. Durante la Segunda Guerra Mundial trabaj¨® en pel¨ªculas propagand¨ªsticas, y su estrellato se reafirm¨® al finalizar la Segunda Guerra Mundial en filmes como El baile en la casa Anjo (1947) o Blue Mountains (1949), y sobre todo con No a?oro mi juventud (1946), de Akira Kurosawa. En ellas daba vida a la nueva mujer japonesa, que buscaba un futuro brillante. Con Kurosawa repiti¨® en 1951 en El idiota.
Ahora bien, si el nombre de Hara estar¨¢ eternamente marcado en el pante¨®n de las estrellas es gracias a sus seis pel¨ªculas con Yasujiro Ozu. Cuando film¨® la primera en 1949, Primavera tard¨ªa, Hara ya ten¨ªa en su curr¨ªculo 67 largometrajes. Pero Ozu la elev¨®, supo fotografiar un rostro casi enigm¨¢tico y lo suficientemente d¨²ctil como para que interpretara para el maestro todo tipo de personajes femeninos, a los que les une, en esta media docena de filmes, que son mujeres solteras, a las que su familia les quiere casar, y dotadas de una sonrisa tan humana como desarmante Tras Primavera tard¨ªa llegaron Principios de verano (1951), Cuentos de Tokio (1953) ¨Ces la llamada trilog¨ªa Noriko por el nombre de sus personajes-, Crep¨²sculo en Tokio (1957), Oto?o tard¨ªo (1960) y El oto?o de la familia Kohayagawa (1961), todo un conjunto de obras maestras. En Cuentos de Tokio, pel¨ªcula que sale entre las cinco mejores de la historia en los diversos listados de los cr¨ªticos, encarnaba a una viuda, cuyo marido falleci¨® en la guerra, y a la que su ex familia pol¨ªtica le empuja a casarse de nuevo.
Tambi¨¦n trabaj¨® con otro grande del cine japon¨¦s, Mikio Naruse ¨Cuno de sus primeros valedores ya desde un cortometraje en los a?os 40¨C. Hara protagoniz¨® El almuerzo (1951), La voz de la monta?a (1954), Chaparr¨®n (1956) y Daughters, Wives and a Mother (1960). En las tres primeras era una esposa descontenta, en la ¨²ltima ya era viuda.
Con 42 a?os, tras estrenar Chushingura, Setsuko Hara decidi¨® retirarse de la interpretaci¨®n y de la vida p¨²blica. En la conferencia de prensa en que anunci¨® la noticia, confes¨® que en realidad nunca hab¨ªa disfrutado la actuaci¨®n y que lo hizo para mantener econ¨®micamente a su familia. En 2001, la pel¨ªcula anime Millennium Actress se bas¨® parcialmente en su vida, la del rostro m¨¢s popular del cine japon¨¦s de los a?os cincuenta, una de sus ¨¦pocas doradas, una cara a la que el historiador Mark Cousins le rindi¨® tributo en uno de sus momentos m¨¢s acertados de su serie documental Historia del cine.
Babelia
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