M¨¢s cerca de la gran sorpresa, o no

Nuevo cap¨ªtulo en el follet¨ªn por entregas de la tumba de Tutankam¨®n. Y de nuevo seguimos sin saber a ciencia cierta, al cien por ciento, si en el peque?o sepulcro descubierto el 26 de noviembre de 1922 por Howard Carter hay c¨¢maras secretas, pasadizos, tumbas escondidas o cualquier otra cosa que se le pasara por alto a Carter y su equipo al excavarlo. La gran pregunta es por qu¨¦ no se nos lleva de una vez a trav¨¦s de los muros para revelar si esconden en realidad algo. ?Qu¨¦ sentido tiene volvernos a convocar para dejarnos otra vez ante portas, en ascuas? Es este un cruel interruptus continuado. Queremos saber ya.

Hay que recordar que, de haber algo m¨¢s en la tumba de Tutankam¨®n, nos encontrar¨ªamos ante un hallazgo may¨²sculo. El equivalente de una nueva sala en Altamira o en la Capilla Sixtina. Si como todos se han puesto a elucubrar ¨Cprecipitadamente- o que se escondiera tras la pared de la c¨¢mara funeraria de Tutankam¨®n fuera otra tumba real (Nefertiti, Ankesenam¨®n ¨Cla esposa de Tut- o cualquier otro personaje similar), estar¨ªamos hablando de algo que revolucionar¨ªa la historia de la egiptolog¨ªa y la Historia en s¨ª. Es l¨®gico que estemos excitados. Aunque se tratara solo de una c¨¢mara de Tutankam¨®n que hubiera permanecido desde hace 3.300 a?os intacta ya ser¨ªa fabuloso. ?Nuevos objetos de Tut! Es para contener la respiraci¨®n.

Desgraciadamente, aunque Egipto es muy capaz de dar inmensas sorpresas, estamos acostumbrados a demasiadas decepciones de este tipo. Las hemos tenido en la Gran Pir¨¢mide, por ejemplo, con los famosos conductos. O con la tumba real del Valle que result¨® un dep¨®sito de momificaci¨®n. La situaci¨®n actual, con el terrorismo y la ca¨ªda del turismo, parece proclive a los grandes anuncios que distraigan la atenci¨®n. Es sospechoso que se nos diga lo de que hay una seguridad del hallazgo al 90 %. Por qu¨¦ se marea tanto la perdiz y no se espera hasta poder dar la gran noticia del descubrimiento, si lo hay? ?Tanto cuesta estar seguros? Son reflexiones que nos hacen temer lo peor, pero ojal¨¢ nos equivoquemos y Tutankam¨®n nos traiga un gran regalo de Navidad o Reyes (que es m¨¢s propio de un fara¨®n): nuevas ¡°cosas maravillosas¡±. ?Inshallah! (?Ojal¨¢!)