Sobrecarga interestelar en S¨®nar Chile
Un fascinante proyecto combina ciencia y arte para saber c¨®mo interpretar en tierra firme los sonidos del espacio exterior
Si Pink Floyd hubiera esperado unas cuantas d¨¦cadas antes de convertirse en pioneros del rock espacial, quiz¨¢ habr¨ªan recibido de manos de un astr¨®nomo chileno un inaudito banco de frecuencias captadas desde el Universo, convertidas en sonidos listos para integrar a sus psicod¨¦licas improvisaciones.
En pleno desierto de Atacama, al norte de Chile se emplaza el colosal observatorio ALMA (siglas de Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), cuyas poderosas 66 antenas instaladas a m¨¢s de 5.000 metros de altura lo convierten en el m¨¢s grande centro astron¨®mico del mundo.
Ese es nada menos que el instrumental con el que se desarrolla un proyecto in¨¦dito en la aparentemente improbable uni¨®n de ciencia y arte: ¡°Sonidos de ALMA¡±, que consiste en la transformaci¨®n en audio de las frecuencias electromagn¨¦ticas registradas por el observatorio, para ser distribuidas a artistas de todo el orbe con el fin de utilizarse en su trabajo creativo.
La fascinante iniciativa surgi¨® a ra¨ªz de la invitaci¨®n que recibi¨® ALMA para participar en la primera versi¨®n en Chile del festival de m¨²sica electr¨®nica S¨®nar, particularmente en su Congreso Internacional de Cultura Digital y Tecnolog¨ªa Creativa (S¨®nar+D). Miembros de ambas entidades junto al artista Enrique Rivera, delinearon la g¨¦nesis del plan.
¡°T¨¦cnicamente no capturamos sonido, sino luz de las estrellas¡±, puntualiza el Doctor Antonio Hales, astr¨®nomo del equipo de operaciones cient¨ªficas de ALMA, quien concreta la tarea de digitalizaci¨®n en conjunto con el Doctor Ricardo Finger, del Departamento de Astronom¨ªa de la Universidad de Chile. ¡°En ALMA recibimos se?ales, las que traducimos a ondas audibles manteniendo sus fases e intensidades relativas intactas tal como llegaron desde el espacio¡±.
La conversi¨®n funciona de la siguiente manera: as¨ª como el espectro de la frecuencia de una nota musical cuenta con un peak reconocible, tambi¨¦n tiene una punta, por ejemplo, la l¨ªnea de emisi¨®n de una mol¨¦cula de carbono. A esos peaks se les asigna una tonalidad. ?Qu¨¦ es lo que determina las notas musicales que se atribuyen a las ondas originales que capta el observatorio? ¡°Eso es arbitrario, lo que es v¨¢lido en el arte pero no en la ciencia¡±, explica Hales. ¡°Ah¨ª es donde se juntan ambas disciplinas¡±.
Una pieza crucial del proyecto ¡°Sonidos de ALMA¡± es la creaci¨®n de un banco de sonidos en permanente actualizaci¨®n y clasificaci¨®n, que permita a los artistas descargarlo en archivos de alta resoluci¨®n y trabajarlo libremente a trav¨¦s de una licencia Creative Commons.
Parte de la exposici¨®n de ALMA en Sonar+D es una muestra de sonorizaciones desde espectros astron¨®micos registrados en direcci¨®n de la nebulosa de Ori¨®n, adem¨¢s de la audici¨®n de los primeros ejemplos de musicalizaciones con estos fragmentos, en obras de artistas como Fernanda Arrau y Fantasna, ambos presentes tambi¨¦n en el festival.
Un primer banco de sonidos, divididos en frecuencias altas, medias y bajas, ya se encuentra disponible para libre descarga desde la web www.sonidosdealma.cl.
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