Cuando el mundo conoci¨® a los Pixies
'Monkey gone to Heaven' fue la primera canci¨®n que hizo visible al grupo de Boston
La primera canci¨®n que hizo visibles a los Pixies, m¨¢s all¨¢ de la microgalaxia indie, fue Monkey gone to Heaven, un flash que brill¨® ef¨ªmeramente en las listas de ¨¦xitos convencionales. As¨ª y todo, este single, publicado en marzo de 1989, consagrar¨ªa a un grupo decisivo para el rock de los a?os inmediatamente venideros. Sirvi¨® como anticipo de Doolittle, segundo ¨¢lbum del cuarteto de Boston, que un a?o antes conquistaba Europa e Inglaterra con su rock furibundo y descarnado, con letras salpicadas de sexo, sangre y violencia, cantadas por el l¨ªder, Black Francis, como si quisiera que le estallaran los pulmones.
En esta ocasi¨®n, Gil Norton sustituy¨® definitivamente a Steve Albini como productor. Pixies se caracterizaban por su crudeza, pero a la vez pose¨ªan un seductor lado mel¨®dico que Norton enfatiz¨® con una secci¨®n de cuerda. Hab¨ªa trabajado previamente con la banda regrabando Gigantic, su sencillo anterior, que fue tambi¨¦n el motivo de las primeras fricciones en el seno del grupo. Firmada y cantada por la bajista Kim Deal, fue la primera canci¨®n del grupo que logr¨® algo parecido a un ¨¦xito comercial. Aquello contrari¨® al d¨¦spota Francis, que desde entonces busc¨® todas las maneras posibles para quitarle protagonismo a Deal. A pesar de que la din¨¢mica sonora que ambos generaban era esencial para el sonido del grupo, su uni¨®n profesional ten¨ªa los d¨ªas contados.
Parte del gancho de Monkey gone to Heaven reside en su letra. Como ven¨ªa siendo habitual en los versos de Francis, mezclaba lo realista y lo surrealista, intercalando im¨¢genes de una tremenda fuerza visual. Hijo de cristianos pentecostalianos, el autor volcar¨ªa su fijaci¨®n por el Antiguo Testamento en algunas letras del grupo. Monkey gone to Heaven alude a toneladas de materia contaminante arrojadas en las costas de Nueva Jersey y Nueva York, menciona el agujero de ozono y habla po¨¦ticamente del efecto invernadero antes de llegar al primer estribillo. Para el cat¨¢rtico final, Francis se vale de la numerolog¨ªa, identificando al hombre con el n¨²mero cinco, al diablo con el seis y a Dios con el siete. Vaughn Olivier, responsable de los dise?os gr¨¢ficos de 4AD, compa?¨ªa discogr¨¢fica del grupo, us¨® para la portada del single la imagen de un mono disecado con una aureola sobre la cabeza. En realidad, era tambi¨¦n la imagen elegida para ilustrar el ¨¢lbum, que inicialmente iba a llamarse Whore (Puta) y termin¨® titul¨¢ndose Doolittle para evitar que el mensaje consiguiente fuese interpretado como una declaraci¨®n anticristiana.
Monkey gone to Heaven result¨® elegido mejor single de 1989 por tres publicaciones musicales inglesas y fue el heraldo perfecto de Doolittle, a pesar de que apenas habit¨® durante una semana en las listas comerciales. Incluso con los chelos sugeridos por Norton y la melod¨ªa dulcificada por los coros de Deal, la canci¨®n resultaba excesivamente extra?a y salvaje para el p¨²blico masivo. No obstante, para entonces la banda ya contaba con un rendido admirador, un m¨²sico todav¨ªa desconocido llamado Kurt Cobain.
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