Amor, duelo y Derrida
La originalidad de ¡®Idea de la ceniza¡¯, un libro de duelo sin dolor, y la radicalidad de su autora est¨¢n en su voluntad de trasladar el pensamiento del fil¨®sofo al terreno novelesco
En la cada vez m¨¢s poblada biblioteca de la autoficci¨®n contempor¨¢nea ha ido ganando estantes un subg¨¦nero especialmente ¨ªntimo: el duelo, la elaboraci¨®n escrita de la p¨¦rdida, la reconstrucci¨®n literaria de la memoria del ser querido, el pulso con el lenguaje por decir un dolor que parece indecible.
La primera tentaci¨®n ante Idea de la ceniza es colocarla en ese estante, junto a t¨ªtulos recientes (de Joan Didion a Francisco Goldman, de Sergio del Molino a Milena Busquets). Pero esta breve e intensa ?novela? se resiste, no encaja entre aquellos, acaba cayendo y aterrizando en otra balda: la de filosof¨ªa, junto a las obras completas de Jacques Derrida.
Para empezar, Mar¨ªa Virginia Jaua no da muchas pistas autobiogr¨¢ficas que sit¨²en su libro en el terreno de la memoria y el testimonio. Arranca con unos sugestivos ¡°apuntes sobre el duelo¡± y, tras varios rodeos ensay¨ªsticos, da entrada al ser amado. Pero en ning¨²n momento sabemos si estamos ante una experiencia real, si los correos reproducidos existieron, o todo es ficci¨®n. El lector puede buscar informaci¨®n sobre la autora para atar cabos, pero esa informaci¨®n no suma ni resta nada a un libro que vale por s¨ª mismo, al margen de circunstancias biogr¨¢ficas.
En segundo lugar, Idea de la ceniza es un libro de duelo sin dolor, o con poco dolor, al menos no el dolor reconcentrado y omnipresente de otros libros que tratan la muerte de la persona amada. Jaua prefiere reconstruir la vivencia del amor, y lo hace a partir de los correos electr¨®nicos que los amantes, separados por miles de kil¨®metros, se cruzan.
De ese amor solo queda la correspondencia. Y pese a dar cuenta de an¨¦cdotas externas, lo central es la propia escritura: la historia de amor transcurre ¨²nicamente en ese espacio, el literario, donde los amantes giran una y otra vez, se escriben y son escritos por el otro. Personajes que no tienen existencia fuera de esos breves correos, no se encuentran, no se ven, no se tocan aunque se desean, hasta ser ellos mismos nada m¨¢s que escritura: ¡°?Qu¨¦ es todo esto? ?Somos novela, personajes? ?Soy yo o eres t¨² quien la escribe? ?O, simplemente, nos hemos enamorado?¡±.
La originalidad de la novela y la radicalidad de su autora est¨¢n en su voluntad de trasladar el pensamiento de Derrida al terreno novelesco. Una decisi¨®n arriesgada, pues no creo que haya entre nosotros muchos lectores familiarizados con la filosof¨ªa del franc¨¦s, y la novela lo f¨ªa casi todo a una complicidad intelectual que no se resuelve con un vistazo a Wikipedia.
Derrida est¨¢ presente en todas las p¨¢ginas, tanto en las m¨¢s ensay¨ªsticas como en las puramente novelescas. Si las primeras comparten esa mezcla de brillantez y oscuridad propia del franc¨¦s, las segundas, en las que se relata de forma epistolar la historia de amor, se mueven tambi¨¦n en terrenos derridianos: los amantes existen en tanto que (se) escriben, y es la propia palabra la que produce su amor.
Sus correos cruzados funcionan como un di¨¢logo, tambi¨¦n en sentido filos¨®fico: un intercambio de ideas que, a partir de afinidades intelectuales (Derrida, claro, aunque tambi¨¦n Bola?o), son la escalera por la que subir pelda?o a pelda?o, correo a correo, hacia el amor. Es decir, hacia el conocimiento: ¡°Un saber en el que tenemos la suerte de habitar, por habernos encontrado¡±. Unidos por esa ¡°telepat¨ªa¡± propia del enamoramiento, terminan fusionados en una sola voz, y debemos volver la p¨¢gina atr¨¢s para saber qui¨¦n habla.
El lector familiarizado con Derrida leer¨¢ una novela plena, acceder¨¢ a otro nivel de lectura cuanto m¨¢s reconozca su pensamiento (el lenguaje como ¨²ltima instancia, productora de realidad; el concepto de acontecimiento¡), adem¨¢s de numerosas citas y gui?os para iniciados. En cuanto al lector que sea totalmente ajeno al franc¨¦s, tal vez le resulte fr¨ªa pese a tratar de temas tan calientes como la pasi¨®n amorosa y el duelo.
Idea de la ceniza.? Mar¨ªa Virginia Jaua. Perif¨¦rica. C¨¢ceres, 2015.168 p¨¢ginas.15,50 euros.
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