En la piel del asesino

Lou Reed quiso dejar claro que tras la letra de Black Angel¡¯s Death Song, uno de los temas emblem¨¢ticos de la Velvet Underground y el objeto de seducci¨®n que sell¨® su pacto con Andy Warhol, no hab¨ªa ning¨²n significado oculto, sino el mero placer de colocar una palabra detr¨¢s de otra por su valor euf¨®nico. En?La pr¨®xima vez apuntar¨¦ al coraz¨®n, tercer largometraje de C¨¦dric Anger, guionista de la notable Seg¨²n Matthieu (2000), el tema parece funcionar como obsesivo mon¨®logo interior de su protagonista: Franck Neuhart, gendarme psic¨®pata construido a partir del modelo real de Alain Lamare, el asesino que tuvo en jaque a los habitantes del departamento de Oise entre mayo de 1978 y abril de 1979. Con su cara de nadie y su contraste entre la opaca dedicaci¨®n profesional y los s¨²bitos estallidos de violencia racista, Guillaume Canet logra un llamativo trabajo interpretativo en este thriller que, si bien cae en alguna obviedad expresiva de trazo grueso ¨Cesos gusanos como visi¨®n subjetiva del asesino-, roza ocasionales picos de brillantez ¨Clos sucesivos asesinatos de las dos autoestopistas- y extrav¨ªo po¨¦tico ¨Cla contemplaci¨®n de los ciervos en la noche-.

La pel¨ªcula encabeza el Sitges Tour que propone, en programaci¨®n itinerante, la distribuidora A Contracorriente con otros tres t¨ªtulos y el preestreno de?El regalo de Joel Edgerton, pel¨ªcula que hizo merecedor a su director, guionista y protagonista del premio al mejor actor en el certamen. Completan las sesiones?Turbo Kid de Anouk y Yoann-Karl Whissell y Fran?ois Simardy -fantas¨ªa apocal¨ªptica levantada, algo gratuitamente, sobre la nostalgia no tanto por el cine popular de los 80 sino por sus subproductos derivados-, Bloodsucking Bastards de Brian James O¡¯Connell ¨Ccomedia negra que vincula vampirismo y explotaci¨®n laboral- y?The Salvation de Kristian Levring, vistoso western de un viejo militante del Dogma 95 que malinterpreta la herencia del spaghetti en clave demasiado pomposa.