Coldplay, Alondra Bentley y Fall Out Boy
Tres discos, tres rese?as, tres calificaciones
EL DISCO DE LA SEMANA: Coldplay?-?A Head Full of Dreams
Mala cosa es que podamos imaginarnos c¨®mo suena un disco antes incluso de romperle el celof¨¢n. Eso es exactamente lo que sucede con A Head Full of Dreams, la s¨¦ptima entrega de Coldplay y, de largo, la m¨¢s endeble de la saga. La eclosi¨®n de colores en la portada, los c¨ªrculos arco¨ªris entrelazados y hasta los t¨ªtulos, que van desde el Himno para el fin de semana a Diversi¨®n, D¨ªa asombroso o Arriba y arriba, ya auguran un trabajo luminoso, euf¨®rico, de grandiosidad exaltada. Un monumento al buenrollismo, la est¨¦tica de Bollywood (como The Gift, como Camela), la vitalidad y la confraternizaci¨®n entre culturas y cong¨¦neres. Desprecintado el ¨¢lbum, todo acontece, en efecto, como cab¨ªa prever. Chris Martin procura convencernos de que nos fundamos en un abrazo de tres cuartos de hora y elevemos nuestra voz a los cielos en cualquiera de los sucesivos ooh oohhh ooohhh que pueblan sus nuevas canciones. Pero ninguna de ellas, con la magn¨ªfica salvedad de Adventure of a Lifetime, resulta vagamente novedosa. Nos hallamos solo ante una vuelta de tuerca, mucho m¨¢s inane, al universo ya titubeante de Mylo Xyloto (2011), su claro antecesor en el terreno de la policrom¨ªa.
Artista: Coldplay
Disco:?A Head Full of Dreams
Sello:?Parlophone
Calificaci¨®n: 5 sobre 10.
Los londinenses han planteado este nuevo lanzamiento como un evidente env¨¦s para Ghost Stories (2014), el cancionero con el que Martin se lam¨ªa las heridas tras embarrancar su relaci¨®n con Gwyneth Paltrow. Aquel disco en tonos azulados y grises, publicado solo 18 meses atr¨¢s, ya fue objeto de alguna cr¨ªtica despiadada que ahora, con la perspectiva del tiempo, se intuye abiertamente prejuiciosa. S¨ª, ya sabemos que el rubicundo autor de Yellow nunca igualar¨¢ a Dylan escribiendo ¨¢lbumes de cataclismo sentimental, pero no hac¨ªa falta alcanzar las cotas de Blood on the Tracks para distinguir en Ghost Stories emoci¨®n, originalidad arm¨®nica, experimentalidad, genio creativo, giros inesperados. Todo ello se desvanece ahora en esta Cabeza Llena de Sue?os, donde los acontecimientos repiten f¨®rmulas preestablecidas sin alcanzar nunca a superarlas. Pero donde el concepto de bondad es tan generoso como para que la propia Paltrow aporte segundas voces en Everglow.
Las guitarras en su momento incisivas de Jon Buckland hoy parecen eternamente embarrancadas en los bucles de piezas anteriores, en particular Hurts Like Heaven o Life in Technicolor (?recuerdan lo del fest¨ªn crom¨¢tico?), mientras que la capacidad de Chris Martin para retratar las fragilidades del ser humano, sus dudas y congojas, hoy se reduce a un simulacro de s¨ª mismo. Desconcierta pensar que el hombre creativo, brillante y sentimental que escrib¨ªa hace no muchos a?os The Scientist o Fix You hoy derive en Everglow, que m¨¢s parece una balada irrelevante de Bruce Hornsby. Y descorazona que quienes completaron un trabajo tan personal e inmenso como A Rush of Blood to the Head, con ecos de Radiohead o Echo and the Bunnymen, ahora insistan en colaborar con divas del pop. Tras la Rihanna de Princess of China (2011), esta vez es Beyonc¨¦ quien aparece por partida doble (Hymn for the Weekend, Up & Up) en otras dos piezas tan fugaces como aquella.
A Head¡ no es tanto un disco malo como decepcionante, sobre todo por lo que implica de claudicaci¨®n: Coldplay pasa con ¨¦l de gran banda comercial a un grupo dise?ado solo para llenar estadios. El ¨¢lbum suena bien (?solo faltaba!), es ameno, transcurre en un suspiro. Pero no deja, cinco o seis escuchas despu¨¦s, el m¨¢s m¨ªnimo poso. El toque funk en Adventure of a Lifetime, el magn¨ªfico primer sencillo, encarna la excepci¨®n: parece un tema producido por Nile Rodgers para Daft Punk. El resto es una colorida proclama de carpe diem que no logra disimular su trasfondo anodino. Fernando Neira?
Alondra Bentley??- ?Resolutions?
Podr¨ªa haber seguido acurrucada entre aquellos arrumacos folk pop de Ashfield Avenue (2009), el estupendo debut que la situ¨® con fuerza como una de las voces indiscutiblemente emergentes de la escena independiente hispana. Pero Alondra Bentley ha preferido recorrer una senda que, sin desmentir en ning¨²n momento la esencia de su propuesta, allane nuevos caminos en busca de horizontes a¨²n por otear. Las compa?¨ªas tambi¨¦n influyen, desde luego. As¨ª que si hace tres a?os era Josh Rouse quien la ayudaba a modular sus angelicales composiciones -en The Garden Room- ,ahora es el reputado Matthew E. White (su Fresh Blood saludar¨¢ el nuevo a?o desde la cima de varias listas) quien se ha convertido, desde su propio estudio de grabaci¨®n en Richmond (Virginia), como el partenaire ideal para que el giro de la murciana de ascendencia brit¨¢nica luzca en todo su esplendor. Adi¨®s a las guitarras ac¨²sticas y bienvenidos sean los teclados, los sintetizadores y los arreglos de cuerda. La maniobra recuerda, desde un prisma m¨¢s mullido y confortable, al cambio de tercio que Soledad V¨¦lez -otra de las compositoras m¨¢s prominentes de nuestra escena, curiosamente tambi¨¦n con sangre for¨¢nea- ejecut¨® hace un par de a?os, bajo la alargada sombra de Beach House. Pero en Resolutions todo suena m¨¢s lum¨ªnico, regido por una hechuras de l¨ªneas claras y acabados tan geom¨¦tricamente irreprochables como las rectas que enmarcan el grafismo de su portada.
Artista: Alondra Bentley
Disco:?Resolutions
Sello:?Gran Derby?
Calificaci¨®n: 8 sobre 10
?El resultado no solo se concreta en un pu?ado de deliciosas canciones. Tambi¨¦n insin¨²a unos referentes que trazan un eje de coordenadas con cierta hondura hist¨®rica, ante el que ser¨ªa absurdo que alguien a¨²n emplease los nombres de Russian Red o Anni B. Sweet como paralelismos de cierta validez para enmarcar su m¨²sica. La impronta r¨ªtmica de ¡°What Will You Dream¡±, por ejemplo, remite al ¡°Running Up That Hill¡± de Kate Bush, mientras que ambros¨ªas tan gr¨¢ciles como ¡°Remedy¡±, sostenidas sobre el piano, pueden retrotraernos a aquellos Fleetwood Mac que reventaban las listas de ¨¦xitos, pero tambi¨¦n a aquellos exquisitos Ivy que repart¨ªan melaza a espuertas desde la Gran Manzana en los a?os 90. El sesgo radiante, absolutamente jubiloso de este disco sin m¨¢cula, regido por su portentosa y vers¨¢til voz, se hace tambi¨¦n patente en ¡°Effort and Joy¡±, una canci¨®n que evoca los deslumbrantes haces de luz trazados por k.d. lang en Invincible Summer (2000). Es f¨¢cil amanecer con temas as¨ª: son canciones que ahuyentar¨ªan cualquier c¨²mulo de nubarrones y aclarar¨ªan el d¨ªa m¨¢s aciago. Aut¨¦ntico prozac en forma de melod¨ªas. El delicado estribillo de ¡°Our Word¡± o la factura sixtie de ¡°When I Get Back Home¡± (no desentonar¨ªa en el mejor temario de Saint Etienne) tambi¨¦n redondean un trabajo rebosante no solo de talento -algo que ya se le supon¨ªa- ,sino tambi¨¦n de determinaci¨®n para pulir un concepto sonoro muy claro, en el que hasta las canciones aparecen detalladas en el reverso de su cubierta como si correspondieran a las dos caras del ¨¢lbum, reivindicando el valor de tan tradicional formato. Y aunque su acolchado acabado formal no suela ser el mejor aval para despuntar en esas dichosas listas de fin de a?o, no cuesta mucho encumbrar este Resolutions como uno de los mejores discos facturados en este pa¨ªs a lo largo de los ¨²ltimos doces meses. Carlos P¨¦rez de Ziriza
Fall Out Boy -?Make America psycho again ?
El gran m¨¦rito de Fall Out Boy es que mientras otros grupos de su misma escena y generaci¨®n han desaparecido del mapa porque no ten¨ªan nada m¨¢s que ofrecer, ellos siguen en el candelero enterrando aqu¨¦l emo-core filtrado por el tamiz del pop, su causa actual va por otro lado. Eran deudores del sonido de The Get Up Kids, estaban en sinton¨ªa con My Chemical Romance y ahora su testigo lo han cogido Bring Me The Horizon. Hace justo una d¨¦cada se daban a conocer a gran escala con From under the cork tree (quiz¨¢s su mejor ¨¢lbum) despu¨¦s de dos primeras tomas de contacto, en 2007 reventaron las listas con Infinity on high con la ayuda de dos pildorazos adrenal¨ªticos como ¡°This ain?t a scene, it?s an arm race¡± y ¡°Thnks fr th mmrs¡±. A partir de entonces, todo se aceler¨®, hubo excesos, en los proleg¨®menos a Folie ¨¤ deux hubo muchos aspectos que se les escaparon de las manos, la reacci¨®n del cuarteto de Chicago fue la separaci¨®n inminente.
Artista: Fall Out Boy
Disco:?Make America psycho again
Sello: Island
Calificaci¨®n: 4 sobre 10
?Fall Out Boy necesitaron que pasaran tres a?os para pisar de nuevo con los pies en el suelo, analizar su delicada situaci¨®n y dar otro golpe de efecto; un retorno convincente sin que la fractura anterior entre Patrick Stump y Pete Wentz fuese una r¨¦mora. Empiezan de cero, la etiqueta emo queda arrinconada, el punk-pop ni asoma. En el ir¨®nico Save Rock n?Roll dos invitados de lujo, Courtney Love y Elton John, sin duda eran la extra?a pareja. Para American Beauty/American Psycho (llamativa la portada en contraste con la de su anterior disco) tiran la casa por la ventana, ¡°Inmortals¡± es titular de la pel¨ªcula de Disney Big Hero 6, usan sample de Suzanne Vega en ¡°Centuries¡±, se apropian de la m¨²sica de The Munsters en ¡°Uma Thurman¡± mientras sue?an con las escenas de Pulp Fiction.
?Entonces, ?qui¨¦n ha dicho miedo? Ahora ya, una vez derribada la puerta, de perdidos al r¨ªo. Como capricho, evidentemente innecesario, cae Make America psycho again. Es decir, las tomas de American Beauty/American Psycho en clave de remezcla y con una plebe de raperos en n¨®mina. Hab¨ªan jugueteado antes con Timbaland o Kanye West, creen que tienen licencia para matar. Y si entre otros lo hab¨ªan hecho Linkin Park con Recharged, Fall Out Boy tambi¨¦n ten¨ªan derecho a llevar a cabo la fechor¨ªa. Migos, A$AP Ferg, Uzi, Azealia Banks, Big K.R.I.T. o Wiz Khalifa manipulan las canciones con sus fraseos. Sin embargo, el resultado est¨¢ lejos de considerarse ni siquiera un divertimento. Sus aportaciones ni enriquecen ni var¨ªan lo expuesto en la versi¨®n primaria meses antes, la gracia que ten¨ªa ¡°Centuries¡± aqu¨ª se desvanece por completo, ¡°Uma Thurman¡± tampoco sale favorecida con Wiz Khalifa al mando (la original le da mil vueltas), esta una nota aplicable tambi¨¦n al resto. Ahora la pregunta es, ?a quien invitar¨¢n la pr¨®xima vez? ?D¨®nde est¨¢ el l¨ªmite para Fall Out Boy? ?Es hora de tomarse otro descanso para recapacitar? Tal vez si. Toni Castarnado
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.