No sobreact¨²es, vive

Pasaba horas colgado del tel¨¦fono ayudando a unos y a otros. Su mujer le sugiri¨® que montara encuentros cara a cara y as¨ª es como el actor Bernard Hiller (Buenos Aires, 1962) se convirti¨® en coach, un entrenador de int¨¦rpretes y empresarios que se esfuerza en facilitar el ¨¦xito de sus clientes. A pesar de haber nacido en Argentina, este hijo de supervivientes del Holocausto, se cri¨® en Nueva York y no habla espa?ol. Tampoco queda un rastro de su vida en la Gran Manzana: Hiller vive en Los ?ngeles desde hace dos d¨¦cadas y exuda un inconfundible aire angelino con su abundante caballera bien peinada y su piel bronceada, mientras bebe un zumo en un hotel en el centro de Madrid. ¡°Los actores tienen los mismos bloqueos que todo el mundo. Hablar en p¨²blico es una de las cosas que m¨¢s aterroriza. Para alcanzar los sue?os y los objetivos muchas veces hay que volver al pasado, porque ah¨ª est¨¢ la clave¡±, explica, antes de se?alar que la meca de la industria cinematogr¨¢fica es la ¨²nica ciudad donde es posible lograr lo imposible; el talento es lo que cuenta.

Hiller visit¨® Madrid con motivo de la aparici¨®n de su libro Deja de actuar empieza a vivir (Alba), e imparti¨® clases magistrales en la escuela AISGE (Artistas Int¨¦rpretes, Sociedad de Gesti¨®n). ¡°Hay demasiada sobreactuaci¨®n en el mundo. Hoy en d¨ªa se busca una actuaci¨®n que sea verdadera, que no sea una imitaci¨®n o una pretensi¨®n. Se trata m¨¢s de ser que de actuar, es lo que quiere el p¨²blico y de ah¨ª viene el ¨¦xito de la telerrealidad¡±, reflexiona. ?Cu¨¢l es la mejor lecci¨®n que ¨¦l ha recibido? ¡°No sabes cu¨¢n lejos puedes llegar hasta que lo intentas¡±, responde sin asomo de duda. A Hiller le gusta hablar de sue?os, pero tambi¨¦n de disciplina. Es un firme defensor de la necesidad de prepararse y estudiar a fondo. ¡°No hay tanta gente dispuesta a pagar el precio para alcanzar la fama. Lo sue?os son una obsesi¨®n, no una pasi¨®n. El ¨¦xito nunca es una casualidad¡±, explica. Y sin embargo algo de azaroso tuvo que una joven modelo le llamara para preparar una de sus primeras pruebas cinematogr¨¢ficas. La rubia era Cameron D¨ªaz y tras superar esa prueba fue catapultada a la fama.

Como los ni?os

Formado con Eric Morris, disc¨ªpulo de Lee Strasberg, los consejos que Hiller presenta en su libro parten de la idea de que uno debe ser m¨¢s sincero con lo que de verdad quiere: ¡°En general empiezas a vivir cuando dejas de actuar para gustar, como cuando los ni?os hacen algo determinado para cautivar a sus padres. Claro que hay una parte de terapeuta en este trabajo pero tambi¨¦n hay muchas ideas y conceptos¡±. Imparte entre ocho y diez clases magistrales al a?o por todo el mundo, da clases en Los ?ngeles, tiene clientes privados y colabora en distintos equipos creativos. Actualmente trabaja con Leonardo di Caprio en un proyecto que el actor produce para trasladar una obra de Broadway a la gran pantalla. ¡°Las superestrellas son la mejor gente para trabajar porque son los que m¨¢s aprecian tus consejos, entienden lo que les dices y saben que se necesita ayuda para triunfar¡±, apunta. Hiller cuenta que a veces sus clientes recurren a ¨¦l para reconectar y retomar sus carreras, otras porque no saben dilucidar lo que realmente quieren. Todo el mundo, asegura, necesita un coach, la cuesti¨®n es encontrar el adecuado.