Alain Jouffroy, escritor surrealista y rebelde
El poeta franc¨¦s dedic¨® su vida a instigar un ¡°cambio total del mundo¡± desde el arte y el activismo y su obra estuvo prohibida en su pa¨ªs
Desde que cumpli¨® 18 a?os, Alain Jouffroy tuvo claro que quer¨ªa dedicar su vida a instigar ¡°un cambio total del mundo¡±. Este intelectual vehemente dedic¨® todos sus esfuerzos en materializarlo, sirvi¨¦ndose de armas tan eficaces como la poes¨ªa y el arte. El escritor falleci¨® el domingo en Par¨ªs a los 87 a?os, dejando atr¨¢s un centenar de vol¨²menes y poniendo fin a una larga trayectoria en la que siempre ali¨® lirismo po¨¦tico y utop¨ªa pol¨ªtica.
Sus comienzos se inscriben en el grupo surrealista, tras un encuentro fortuito con Andr¨¦ Breton en el Par¨ªs de la primera posguerra. El gran escritor surrealista lo terminar¨ªa excluyendo por su falta de disciplina, pero el proyecto pol¨ªtico del movimiento cal¨® hondo en el joven poeta. Jouffroy siempre aspir¨® a impulsar una transformaci¨®n individual que terminara provocando tambi¨¦n una metamorfosis de la sociedad. Lo llam¨® ¡°individualismo revolucionario¡±. En aquellos c¨ªrculos de la vanguardia parisina tambi¨¦n coincidi¨® con Louis Aragon, Marcel Duchamp, Francis Picabia, Victor Brauner o Roberto Matta.
Los sesenta fueron su d¨¦cada m¨¢s fruct¨ªfera. En 1960 organiz¨® junto a Jean-Jacques Lebel los llamados antiprocesos, exposiciones itinerantes que protestaban contra la guerra en Argelia y la pr¨¢ctica de la tortura, a la vez que abogaban por la libertad de expresi¨®n y se interrogaban sobre el papel que la expresi¨®n art¨ªstica pod¨ªa tener en los tiempos modernos. Para Jouffroy, el arte no pod¨ªa ser solo una colecci¨®n de objetos colgando en las paredes del museo, sino el instrumento para una toma de conciencia sobre el estado del mundo. Por eso fue un apasionado del pop art, que introdujo en Francia gracias al ensayo Une r¨¦volution du regard [una revoluci¨®n de la mirada] (1964), y apoy¨® a algunos de sus hijos putativos en territorio franc¨¦s, como los llamados Nuevos Realistas y el m¨¢s tenebroso grupo de los Objetores.
Su antolog¨ªa po¨¦tica Declaraci¨®n de independencia fue prohibida en territorio franc¨¦s por sus llamadas a la desobediencia civil, pero ser¨ªa publicada en Estados Unidos por Lawrence Ferlinghetti, el poeta y propietario de la m¨ªtica librer¨ªa y editorial City Lights. Gracias a eso, Jouffroy descubri¨® a la generaci¨®n beat y la hizo llegar a los lectores franceses a trav¨¦s de una antolog¨ªa.
Su voluntad de democratizar la poes¨ªa le llev¨® a crear una colecci¨®n de bolsillo dedicada a ese g¨¦nero en 1966, en la prestigiosa editorial Gallimard. Poco despu¨¦s, particip¨® en la revuelta de mayo del 68, cuando simpatiz¨® con personalidades como Jean-Luc Godard o Philippe Sollers. En los ochenta, tras fundar la revista de arte Opus International, fue destinado como consejero cultural a la embajada francesa en Jap¨®n, donde conoci¨® a su ¨²ltima esposa.
El Centro Pompidou, con el que colabor¨® desde su inauguraci¨®n en 1977, dedicar¨¢ a Jouffroy a partir del 14 de enero una muestra de homenaje, prevista desde hace meses y orquestada con su participaci¨®n, que revisar¨¢ la trayectoria de este curioso inagotable e insolente incorregible, que dec¨ªa tener una afici¨®n irrefrenable a ¡°rebelarse contra la ausencia de rebeli¨®n¡±.
Alain Jouffroy. / LOUIS MONIER (CORDON)
Babelia
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