¡®Happy Valley¡¯

Hay una serie que re¨²ne lo mejor del policiaco y el encanto de la proximidad. De lo reconocible. Con aire de Fargo o Breaking Bad, la deliciosamente brit¨¢nica Happy Valley sorprende por su habilidad para capturarte en una trama subyugante, pero a?adi¨¦ndole adem¨¢s un don de primera divisi¨®n: sus personajes parecen tus propios vecinos. Los tuyos, s¨ª.

La protagonista es una sargento de 48 a?os que no encajar¨ªa en ning¨²n canon de mujer perfecta (de ficci¨®n), pero que nos embauca con su autenticidad. Regordeta, rubia te?ida, entregada a su trabajo y a su nieto, aprovecha cuando est¨¢ sola para llorar esas l¨¢grimas pendientes que todos podemos tener a mano. Es fr¨¢gil y fuerte a la vez y por ello resulta tan real. Es capaz de prolongar su jornada para atender a gente desubicada igual que de retorcer los huevos (literal) a alg¨²n impresentable que se ha re¨ªdo de la polic¨ªa.

Hay varios personajes atractivos en el papel de villanos pero sin duda el m¨¢s sugerente es el que se esconde detr¨¢s de un mediocre gerente de una empresa que alberga ego¨ªsmo, miseria y autocompasi¨®n bajo la fachada de servilismo y dedicaci¨®n que le disfraza. Este hombre no es un violador, ladr¨®n ni camello como los que tambi¨¦n habitan el ¡°valle feliz¡± sino que parece un padre y trabajador perfecto. Su miseria no est¨¢ en sus delitos, sino en su incapacidad para hacerse cargo de s¨ª mismo y en la culpabilizaci¨®n de su suerte que traslada a los dem¨¢s. ?No tenemos todos a alguien as¨ª alrededor? ?No lo somos todos alguna vez?

Es irresistible su verosimilitud, su proximidad. Happy Valley es una serie entretenida y costumbrista al modo de la mejor y m¨¢s moderna BBC, que vuelve a acertar como antes hizo con Sherlock, la gran actualizaci¨®n del personaje de Doyle. Para aquellos que no quer¨¢is revivir la caspa y telara?as de la programaci¨®n habitual de Navidad, sabed que ten¨¦is un buen refugio: Happy Valley, en Canal + Xtra. Para una feliz Navidad.