Sobredosis

?Cre¨ªan que pasado el d¨ªa 20 se moderar¨ªa esa sobredosis de pol¨ªtica que nos estamos metiendo en vena? ?Qu¨¦ va! Bueno, algunos s¨ª han cambiado de tema: El hormiguero vuelve a tener como invitados a gente como Mario Casas y Berta V¨¢zquez (ya saben c¨®mo va lo del autobombo de las cadenas), aunque tambi¨¦n habla de la cosa p¨²blica con Julia Otero. Bert¨ªn Osborne ahora confraterniza con Alaska y Mario Vaquerizo o el jurado de MasterChef (otra de autobombo). Los debates entre candidatos ahora se mudar¨¢n al Parlamento, y ah¨ª van a ser de a¨²pa, al menos mientras no haya anticipadas (qu¨¦ pereza).

Pero no perder¨¢n tir¨®n esas tertulias pol¨ªticas que se extienden horas y horas (laSexta noche suele sobrepasar las dos de la madrugada). La incertidumbre dispara la demanda de informaci¨®n. Sin embargo, el rival de Cuatro en la noche de los s¨¢bados, Un tiempo nuevo, ha echado el cierre sin esperar las urnas, incapaz de competir con La Sexta, canal que ha alcanzado una potencia notable en el terreno que antes dominaba TVE. De esta batalla por la pol¨ªtica-espect¨¢culo se retira Mediaset/Telecinco, que ni organiz¨® ni emiti¨® debates electorales, como tampoco inform¨® en su d¨ªa de los atentados de Par¨ªs. Ellos a su Gran hermano y a su S¨¢lvame, salvo el noticiero de Piqueras y poco m¨¢s.

Sorprende que la pol¨ªtica ocupe espacio que antes se dedicaba a la cr¨®nica rosa. Tambi¨¦n adopta alguno de sus m¨¦todos de discusi¨®n acalorada (como algunos programas deportivos), pero uno se consuela con que es mejor que la audiencia se entretenga con eso que con, pongamos, las simplezas de gente como Bel¨¦n Esteban. Ser¨¢ por eso que en el show de lo p¨²blico abundan comentaristas exaltados y faltones, a lo Coto Matamoros. Si, como cabr¨ªa esperar, los pol¨ªticos suavizan el tono para ir renunciando a lo que dec¨ªan irrenunciable, quedar¨¢ m¨¢s en evidencia el periodista forofo, dos palabras que se llevan mal.