El final del largo viaje de Xoel L¨®pez

Paramales, uno de los mejores discos de este 2015 que abandonamos, ha confirmado que es posible hablar de Xoel L¨®pez (A Coru?a, 1977) como de un artista nuevo. Pese a que se trata de su octavo ¨¢lbum desde que arrancara como Deluxe en 2001, y sin contar sus trabajos en Lovely Luna y colaboraciones desperdigadas por ah¨ª, Paramales es el segundo disco que graba desde la transformaci¨®n que comenz¨® hace siete a?os y ha culminado ahora mismo.

En noviembre de 2008 dio su ¨²ltimo concierto como Deluxe, un grupo casi unipersonal, poco m¨¢s que un pseud¨®nimo con el que el m¨²sico gallego hab¨ªa protagonizado una raci¨®n nada desde?able de buenas noticias dentro de la escena independiente. Desde aquel casi m¨ªtico Que no hasta Historia universal, su carrera estuvo jalonada de grandes ¨¦xitos en el peque?o indie, ten¨ªa un n¨²mero generoso de seguidores, pero, en fin, se cans¨®.

El anuncio de la disoluci¨®n de Deluxe, en tanto que no conllev¨® la desaparici¨®n musical de Xoel, parec¨ªa una mera operaci¨®n cosm¨¦tica, un gesto incluso de marketing. Seguramente no le import¨® a nadie. Pero ese gesto escond¨ªa un motivo verdadero: una necesidad de romper dr¨¢sticamente con todo para explorarse a s¨ª mismo sin ataduras, prejuicios y, probablemente, casi sin testigos. Necesitaba poner en primer plano una personalidad que hab¨ªa cambiado, y que ya no era la que ve¨ªa reflejada en sus discos. Se sospechaba m¨¢s poli¨¦drico que eso.

Para saber ¨¦l mismo qui¨¦n cantar¨ªa con el nombre de Xoel L¨®pez, y qu¨¦ canciones escribir¨ªa, necesit¨® muchos kil¨®metros, pa¨ªses y culturas distintas. Tuvo que emigrar, quiz¨¢ por gallego. As¨ª que se ech¨® al Atl¨¢ntico para cruzarlo con los brazos abiertos. Y de los a?os de viaje y vida en Buenos Aires y el resto del continente, regres¨® panamericano, canoso y con muchos instrumentos nuevos; tambi¨¦n con morri?a grave, pero con el trabajo identitario completado.

De convertirse en Xoel L¨®pez naci¨® por fin Atl¨¢ntico (2013), un disco decididamente rupturista, nada pop, bien recibido y premiado, aunque a¨²n en tr¨¢nsito, el disco de alguien que acaba de volver de un viaje largu¨ªsimo y te ense?a cientos de fotograf¨ªas mientras fracasa a la hora de intentar transmitir la esencia de ese viaje y lo achaca todo al jet lag que a¨²n sufre.

Eso ha logrado Paramales. Un disco mestizo, en el que se superponen planos argentinos sobre madrile?os, influencias latinas sobre las anglosajonas heredadas y recuperadas de Deluxe. En Paramales se dan la mano el Xoel L¨®pez de hoy con el de los 2000, el panamericano con el que cantaba en ingl¨¦s. Lejos del folk paisajista de Atl¨¢ntico, Paramales muestra una asombrosa variedad de estilos en libre y armoniosa comuni¨®n. Aunque la fama se la ha llevado Yo s¨®lo quer¨ªa que me llevaras a bailar, A Serea e o Mari?eiro es la pieza clave. Con un retumbe folcl¨®rico casi tribal, parece como si volvieran los Propellerheads de la mano de un Devendra Banhart hasta las cejas de centollo. Pero no. Es Xoel L¨®pez. Y es uno de los mejores momentos musicales espa?oles de 2015.

No ha sido el ¨²nico de un a?o que, adem¨¢s de reconocimiento medi¨¢tico, conciertos conquistados y una sorprendente aventura radiof¨®nica junto a los responsables de El Mundo Today (Oh My LOL SON Estrella Galicia), le ha tra¨ªdo a Xoel L¨®pez su primer hijo. Nada mal para alguien que hace cuatro d¨ªas estaba todo patas arriba, dando vueltas, figur¨¢ndose c¨®mo ser¨ªa el m¨²sico tras el nombre.