Anna Karenina tambi¨¦n es infeliz en escena
El eterno personaje de Tolst¨®i llega al teatro en una versi¨®n arriesgada de la novela que se ci?e al tri¨¢ngulo amoroso
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Anna Karenina o la desdicha que provoca nuestra propia incapacidad de ser felices. Anna Arkadievna Karenina, esa hermana literaria de todos los que ponen expectativas demasiado altas en el amor (¡°el amor¡, si no me gusta esta palabra es porque significa demasiado para m¨ª¡±), sube al escenario ahora en un arriesgado montaje que reduce la novela hom¨®nima de Tolst¨®i a lo que es ¡°esencial¡± en ella. As¨ª lo afirma el art¨ªfice del espect¨¢culo, Ivan Padilla: ¡°Nuestra versi¨®n focaliza la atenci¨®n en el tri¨¢ngulo amoroso que se crea entre Anna, su marido, Aleks¨¦i Aleks¨¢ndrovich Karenin, y su amante, el conde Aleks¨¦i Kir¨ªllovich Vronski, y resigue la lucha de ella por conseguir la felicidad, con el amor y el deseo como motores principales y el horizonte del inevitable desenlace tr¨¢gico¡±.
Reducidos los numerosos personajes de Anna Karenina a esos tres, y podadas todas las tramas paralelas de la monumental novela de casi un millar de p¨¢ginas, el montaje, con el mismo t¨ªtulo de la obra literaria, se estrena la semana pr¨®xima en el Versus Teatre de Barcelona, en catal¨¢n. Padilla se responsabiliza de la direcci¨®n e interpreta al conde Vronski. Tambi¨¦n firma la versi¨®n.
¡°Esta obra, todo Tolst¨®i y en general toda la literatura rusa me han interesado mucho desde siempre¡±, se?ala. ¡°Me encanta Anna Karenina y soy consciente de la locura que representa llevarla a escena. Pero la historia central, en realidad, si nos ce?imos a la de ella, el amante y el marido, se puede ofrecer muy concentrada, con toda su emoci¨®n y poes¨ªa, y ya la locura, entonces, no es tanta¡±. Padilla recalca el hecho de que es una versi¨®n para tres actores ¡ªacompa?ados de un pianista, Cels Campos, que toca en directo¡ª y que se respetan el hilo argumental y las escenas pero el di¨¢logo ha sido adaptado para hacerlo ¡°m¨¢s teatral¡± y acercar la realidad rusa del XIX. De hecho, subraya, eso no ha sido dif¨ªcil pues ¡°esencialmente se trata de una historia de conflictos, sentimientos y emociones muy contempor¨¢neos¡±. De lo que habla Tolst¨®i principalmente, contin¨²a, ¡°es de la naturaleza de las relaciones sentimentales¡±. Y aunque, por supuesto, matiza, la condici¨®n de la mujer ha cambiado mucho desde entonces ¡ªsobre todo en la capacidad de tomar decisiones¡ª, el acto de enamorarse, el tener un amante, la manera de reconducir la anterior relaci¨®n, son cosas iguales. Como lo es la delicuescencia del amor rom¨¢ntico (¡°mi amor se va volviendo cada vez m¨¢s apasionado y ego¨ªsta mientras que el suyo se va extinguiendo¡±, deplora Anna en la novela mientras juzga que Vronski no buscaba en ella ¡°tanto el amor como la satisfacci¨®n de la vanidad¡± ¡ª?qu¨¦ grande es Tolst¨®i!¡ª).
Para hacer una Anna Karenina hace falta tener una actriz adecuada. El destino ha querido que la de Padilla se llame adem¨¢s Lara, como la amante de Zhivago. ¡°?Es cierto, Lara D¨ªez!¡±, r¨ªe el director y actor. ¡°?Y yo me llamo Ivan, que tambi¨¦n es muy ruso! Ella tiene mucha presi¨®n por hacer de Anna Karenina, pero al tiempo est¨¢ encantada. Todos hemos procurado que el respeto enorme que sentimos por la novela y por Tolst¨®i no nos paralice¡±. Al marido, Karenin, lo encarna Dani Ledesma.
?Se puede hoy enloquecer y morir por amor como ella, estaci¨®n de Nijni-Novgorod incluida? ¡°Sin duda, sobre todo obsesionarse: forma parte de la naturaleza humana, la autodestrucci¨®n por amor¡±.
Las particularidades de la desdicha
Parafraseando el famoso inicio de la novela, ?somos todos ¡ªal menos los rom¨¢nticos¡ª infelices hoy de la misma manera que Anna Karenina? "Pese a las particularidades de la infelicidad, incluidas las de ser una mujer rusa de 1870, las sensaciones no son tan diferentes, al menos no hasta el punto de no poderte identificar con las suyas".
El vestuario hace gui?os a la Rusia del XIX "sin caer en el disfraz", y la escenograf¨ªa alude a esos salones, esas "chambres garnies", que constri?en y angustian a Anna en la novela.
El director de la obra, Ivan Padilla, ha llevado ya otros textos literarios a escena como Oc¨¦ano, de Baricco, y Sunset Park, de Paul Auster.
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