U2, en el ojo del hurac¨¢n tecnol¨®gico

En 2009 m¨¢s de un centenar de camiones recorrieron Norteam¨¦rica trasladando el complejo montaje de la gira U2 360¡ã. Los irlandeses apostaron por situar el escenario en el centro de los estadios, llevando al extremo la puesta en escena de su decimotercer disco de estudio, No Line on The Horizon. El ide¨®logo del asunto fue Mark Fisher, famoso arquitecto con el que hab¨ªan trabajado en el pasado y dise?ador de las giras de Pink Floyd, Rolling Stones o Madonna. Fisher cre¨® una estructura llamada The claw (La garra), cuatro pilares gigantescos entre los que se encastraba el escenario, rodeado de varias pasarelas en mitad del estadio, propiciando que el p¨²blico les rodease por completo. U2 en 360¡ã.

El espectacular directo se grab¨® en v¨ªdeo a su paso por California, en el Estadio Rose Bowl de Pasadena, el 25 de octubre de 2009. Era el pen¨²ltimo concierto de su gira norteamericana y congreg¨® a m¨¢s de 97.000 almas, un record que se multiplic¨® gracias a su transmisi¨®n en vivo, visto por m¨¢s de diez millones de personas a tiempo real a trav¨¦s de YouTube. La grabaci¨®n sali¨® a la venta un a?o despu¨¦s, registro de una gira hist¨®rica de la banda a cargo del director Tom Krueger.

El DVD del concierto se inicia con un toque futurista, una panor¨¢mica del universo y una estaci¨®n espacial donde un viejo conocido de la banda -el ic¨®nico beb¨¦ del disco Zooropa- ejerce de gu¨ªa hasta el estadio californiano. Cuando la c¨¢mara se acerca al recinto, el espectador tiene la sensaci¨®n de estar adentr¨¢ndose en otra dimensi¨®n, en una fiesta multitudinaria en pleno auge. All¨ª le esperan Larry Mullen Jr, ¡°el hombre que planific¨® el grupo¡±; Adam Clayton, ¡°el Clark Gable de la banda¡±; The Edge, ¡°el cient¨ªfico loco¡± y Bono, que se autodefine como una mezcla ¡°entre Arnold Schwarzeneger y Danny De Vito¡±. Sin m¨²sicos adicionales ni invitados, los cuatro soportan el peso del directo ayudados de inmensas pantallas y permanentes juegos de luces.

Al borde de los 50, y con m¨¢s de tres d¨¦cadas de ¨¦xito, los irlandeses ya manejan el repertorio y los tiempos con soltura. Antes y despu¨¦s de las grandes baladas, los temas reivindicativos y los nuevos suelen abordar un cl¨¢sico de energ¨ªa incuestionable, con el que Bono no duda en saltar con el p¨²blico, sin saber a¨²n que meses despu¨¦s pasar¨¢ por el quir¨®fano por una lesi¨®n de espalda. El concierto se abre y cierra con dos trallazos de su ¨²ltimo disco, Get On Your Boots y Moment of Surrender, y entre medias disparan otras cuatro novedades: Magnificent, No Line on the Horizon, Unknow Caller y I'll Go Crazy If I Don't Go Crazy Tonight.

La presentaci¨®n del ¨¢lbum ocupa una cuarta parte de un show que, indiscutiblemente, tiene que rendirse a los hits. Y aunque el montaje invita al exceso, se permiten el lujo de bajar el voltaje y hacer una versi¨®n a guitarra y voz de Stuck In A Moment You Can't Get Out Of. En breve llegar¨¢ Elevation y el p¨²blico volver¨¢ a entrar en ¨¦xtasis, como delatan las fren¨¦ticas luces y planos de c¨¢mara, y lo mismo ocurrir¨¢ con Vertigo, rematada por un cl¨¢sico prestado que resume su modo de vida: It¡¯s Only Rock And Roll (But I Like It). Puro espect¨¢culo.