Berl¨ªn: el renacimiento expresionista de Bowie
El m¨²sico se distanci¨® del rock y renov¨® su discurso musical en Alemania junto a Brian Eno
Parec¨ªa un vampiro, la piel casi transparente, tan delgado que su imagen resultaba dolorosa. Si las alucinaciones provocadas por la coca¨ªna no acababan con ¨¦l, lo har¨ªa la propia sustancia, que consum¨ªa en cantidades masivas. Ten¨ªa que abandonar Los ?ngeles antes de que la ciudad lo matara, as¨ª que David Bowie busc¨® refugio en Berl¨ªn, donde se instal¨® en oto?o de 1976, acompa?ado de su amigo Iggy Pop, otro pr¨®fugo de s¨ª mismo, y de Coco Schwab, su leal ayudante. Bowie e Iggy intentaron enmendar sus h¨¢bitos ¡ªsolo consiguieron relajarlos¡ª, visitando museos y clubes nocturnos, impregn¨¢ndose del ambiente de una ciudad machacada por la historia.
Entre 1976 y 1978, Bowie fragu¨® la base de lo que se conoce como su trilog¨ªa berlinesa, definici¨®n que sirve para describir su distanciamiento del rock m¨¢s can¨®nico. La nueva m¨²sica alemana, etiquetada por la prensa brit¨¢nica como krautrock, y representada por grupos tan dispares como Kraftwerk, Tangerine Dream o Neu!, se convert¨ªa en su nueva br¨²jula art¨ªstica. Y aunque Bowie nunca lleg¨® a abandonar completamente el formato de la canci¨®n pop, trascendi¨® dicho concepto con los dos discos que public¨® en 1977. Buscando aislarse de sus problemas personales ¡ªa los que hab¨ªa que a?adir problemas con su entonces m¨¢nager Tony DeFries y el irrefrenable divorcio con Angie Barnes¡ª, Bowie renov¨® su discurso musical a trav¨¦s de la experimentaci¨®n.
Elegir Berl¨ªn no fue un mero capricho, ni tampoco consecuencia de los delirios cocain¨®manos que, aderezados con indigestas lecturas de Nietzsche, le llevaron a elaborar fantas¨ªas filonazis. En la gira promocional de Station to station (1976) su imagen ya exhib¨ªa una sobriedad en blanco y negro inspirada por el cine de Fritz Lang, cuya obra le descubri¨® Amanda Lear dos a?os antes. El astro, que antes de probar suerte en la m¨²sica hab¨ªa estudiado arte, hizo del expresionismo pict¨®rico del colectivo Die Br¨¹cke una de sus referencias. La portada de ¡°Heroes¡± tomar¨ªa como punto de partida uno de los autorretratos de Walter Gramatt¨¦ y la de The idiot, el disco de Iggy Pop producido por Bowie durante esa etapa, se inspira en Roquairol de Erich Heckel. Otra pintura, Lovers between garden walls de Otto Mueller, fue una de las chispas de inspiraci¨®n de la que nacer¨ªa la canci¨®n ¡°Heroes¡±.
Hubo estupor cuando, en enero de 1977, Low vio la luz. La mitad de sus cortes eran instrumentales ¡ªno olvidemos que Bowie era una estrella de rock¡ª y los que no lo eran presentaban formas y estructuras inusuales para la idiosincrasia del pop de entonces.
Nuevas t¨¦cnicas
Uno de los responsables de dicho giro era Brian Eno, fascinado tambi¨¦n por la m¨²sica experimental alemana, que se erige en una suerte de director musical durante la segunda fase de la grabaci¨®n del ¨¢lbum, aplicando sus t¨¦cnicas creativas abiertas siempre a la intervenci¨®n del azar. Pero no hay que olvidar que Low comenz¨® a registrarse en Par¨ªs y, sobre todo, que la producci¨®n tanto de esta obra como de las otras dos que configuran dicha trilog¨ªa, corre a cargo de Tony Visconti. Publicado antes de que concluyera el a?o, "Heroes", el ¨²nico ¨¢lbum completamente berlin¨¦s del tr¨ªptico ¡ªfue registrado en los estudios Hansa, junto al muro¡ª, desarrolla las dos vertientes exploradas meses antes en Low, acercando las canciones a par¨¢metros m¨¢s familiares y llevando los instrumentales a terrenos m¨¢s abstractos. Bowie afronta el apogeo del punk con un ¨¢lbum por momentos alejado del rock¡¯n¡¯roll, cuyo romanticismo es la ant¨ªtesis de la brutalidad de Sex Pistols y Ramones, sentimiento que plasma de manera majestuosa "Heroes", destinada a convertirse en la canci¨®n m¨¢s popular de su autor.
Bowie abandon¨® Berl¨ªn en 1978 para embarcarse en su primera gira mundial desde 1973. Un a?o despu¨¦s grabar¨ªa Lodger, todav¨ªa con Eno a su lado ejerciendo como explorador s¨®nico. Registrado entre Suiza y Nueva York, es un regreso a las composiciones m¨¢s tradicionales, m¨¢s conectado al afrofunk de Talking Heads que a la electr¨®nica de Kraftwerk. El periplo berlin¨¦s hac¨ªa tiempo que hab¨ªa concluido pero una nueva generaci¨®n de artistas ¡ªJoy Division, John Foxx, Siouxsie & The Banshees, Human League y varias decenas m¨¢s¡ª ya hab¨ªan quedado atrapados por el futurismo que Bowie hab¨ªa insuflado al rock, convirtiendo a la vieja Europa en un preciado fetiche art¨ªstico.
Babelia
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