El mundo de la edici¨®n y las letras rinde tributo a la ¡®Mam¨¢ grande¡¯

Carmen Balcells?le dijo una vez a su representada?Carme Riera que no se preocupara cuando ella muriese: ¡°Har¨¦ milagros desde el cielo¡±. Ayer, casi cuatro meses despu¨¦s de su fallecimiento, realiz¨® uno grande: a los 40 a?os del desencuentro entre?Garc¨ªa M¨¢rquez y Vargas Llosa que les separ¨®, el escritor peruano comparti¨® sentimientos y presencia con los dos hijos del autor colombiano, Gonzalo y Rodrigo Garc¨ªa Barcha, ante m¨¢s de 700 creyentes de Balcells en el impresionante acto de recuerdo a la figura y al legado de quien fuera su agente celebrado en el Palau de la M¨²sica Catalana de Barcelona.

Noche intensa, que estren¨® Riera repasando ¡°los milagros en vida¡± de Balcells, mientras el escenario se salpicaba de fotos en blanco y negro, entre ellas unos irreconocibles, por j¨®venes, Carlos Barral y Carmen Balcells, all¨ª donde acordaron que naciera todo.

Apareci¨® primero Vargas Llosa en esa pantalla en el escenario en un documental. Con im¨¢genes in¨¦ditas del archivo de la casa intercaladas, asomaban en la grabaci¨®n de una comida familiar en la casa que la agente ten¨ªa en su Santa Fe de Segarra (Lleida) natal. Era el 80? aniversario de la Mam¨¢ Grande y Vargas Llosa estaba junto a su familia porque quer¨ªa que conocieran a quien hizo que pudiera ser escritor.

¡°La m¨¢s generosa¡±

¡°Barcelona no habr¨ªa sido la capital cultural de Espa?a en los sesenta sin ella, ni puente con Am¨¦rica Latina; ella sola, por instinto, obstinaci¨®n y talento, cambi¨® la historia de la relaci¨®n entre editor y escritor¡±, afirm¨® cada vez m¨¢s emocionado; al final se quebr¨® hasta las l¨¢grimas: ¡°Siempre puso el hombro para que pudi¨¦ramos llorar nuestras penas y acto seguido empezaba a resolverlas... Nunca conoc¨ª persona m¨¢s generosa y de buenas entra?as; te fuiste en los momentos m¨¢s turbios y dif¨ªciles, cuando ahora nos ayudar¨ªas a ver m¨¢s claro¡±.

Fue uno de los grandes momentos del tributo. Y hubo muchos: ella recordando a su representado?Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n o recitando a Gil de Biedma; los textos le¨ªdos en nombre de autores que no pudieron acudir, como?Juan Goytisolo o una de sus ¨ªntimas,?N¨¦lida Pi?¨®n (¡°donde iba quer¨ªa ordenar el mundo y los afectos¡±); los recuerdos de?Eduardo Mendoza (¡°nos convirti¨® en ni?os mimados¡±, admiti¨® con humor, mientras record¨® a su marido, ¡°siempre con naturalidad por el cr¨¢ter que eran Carmen y la agencia: le daba gasolina¡±)...

Y la emoci¨®n se iba desbordando: Beethoven para el desfile de retratos de todos los autores; Gonzalo Garc¨ªa Barcha leyendo un fragmento de Memoria de mis putas tristes de su padre con el Bach que cita el texto de fondo; su hermano Rodrigo, entra?able (¡°fuiste una de mis t¨ªas putativas que marcaron mi infancia; desde entonces soy adicto a tu aprobaci¨®n. Records Carme i fins sempre¡±, la despidi¨® con el catal¨¢n que la hac¨ªa re¨ªr cuando la llamaba);Joan Manuel Serrat dedic¨¢ndole su Paraules d¡¯amor (¡°Ella qui sap on ¨¦s / qui sap on para¡±).

El hijo, Llu¨ªs Miquel Palomares Balcells, sin palabras, lo dijo todo: hizo subir a sus propias hijas y a la agencia en pleno mientras el v¨ªdeo se apagaba con la carpeta de Cien a?os de soledad. Mensaje a la veintena larga de agentes literarios y al todo sector all¨ª presente. Y luego invit¨® a croquetas. Pura Balcells.