El inconsciente bajo el parquet
Ulrich Seild se pregunta qu¨¦ escond¨ªa el resto de sus compatriotas bajo la visibilidad de sus espacios dom¨¦sticos
En 2008, el caso de Josef Fritzl, bautizado como el Monstruo de Amstetten, proporcion¨® a la prensa un inesperado yacimiento de est¨ªmulos para el sensacionalismo, al tiempo que aportaba los materiales para una inquietante met¨¢fora de toda sociedad con esqueletos en el armario. Una met¨¢fora de Austria. O de Europa. O, si uno tiende a extrapolar, de lo m¨¢s oscuro de una condici¨®n humana capaz de racionalizar su gesti¨®n cotidiana del inconsciente a trav¨¦s de una nueva variable de esa idea de la banalidad del Mal. Quiz¨¢ fue la historia de Fritzl, ese padre que habilit¨® el s¨®tano de su vivienda para crear una familia paralela e incestuosa, lo que llev¨® al cineasta Ulrich Seild a preguntarse qu¨¦ escond¨ªa el resto de sus compatriotas bajo la visibilidad de sus espacios dom¨¦sticos. El resultado es En el s¨®tano, su regreso al documental puro y, sin duda, la depurada obra que a¨ªsla el coraz¨®n m¨¢s perturbador de una trayectoria que, en su paso a la ficci¨®n, parec¨ªa empezar a descubrir esos destellos de compasi¨®n y ternura que definen una mirada humanista.
EN EL S?TANO
Direcci¨®n: Ulrich Seidl.
Documental.
Austria, 2014.
Duraci¨®n: 81 minutos.
Seidl encuentra respuestas surtidas a la pregunta ?qu¨¦ esconden los austr¨ªacos en el s¨®tano? Ninguna de ellas resulta tranquilizadora. Trofeos cineg¨¦ticos, campos de tiro, sofisticadas maquetas de trenes el¨¦ctricos, muebles bar de refinado kitsch, mazmorras sadomasoquistas, museos dedicados al F¨¹hrer y almacenes con hiperrealistas mu?ecos de beb¨¦ para experimentar morbosos sustitutivos del afecto maternal. Con sus planos sim¨¦tricos y la distancia de una helada neutralidad, Seidl logra que sus objetos de estudio se muestren al desnudo, entre la monstruosidad y el desvalimiento. El testimonio de la trabajadora de C¨¢ritas masoquista ¨Csembrado de s¨®lo aparentes paradojas- o el grimoso chiste que cuenta el int¨¦rprete de tuba filonazi elevan la inquietud a extra?as cimas de humor en lo que, sin duda, encierra un desaf¨ªo a todo espectador que se sienta cuerdo: a fin de cuentas, estos personajes supuestamente disfuncionales saben d¨®nde est¨¢ su s¨®tano.
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