?Es el tuit periodismo?
Si acaso dir¨ªa que es el breve de los breves, con una aspiraci¨®n a la totalidad
En estos ¨²ltimos a?os ha desembarcado en nuestras vidas el tuit desplegando pasiones, amistades, informaci¨®n, groser¨ªas y hasta amenazas de muerte. En un art¨ªculo anterior me refer¨ª a Twitter como organizaci¨®n, pero en este tratar¨¦ espec¨ªficamente el tuit en relaci¨®n a una cierta pol¨¦mica sobre si es o no periodismo. Y me adelantar¨¦ a cualquier cuestionamiento diciendo que no lo s¨¦. Pero veamos lo que creo saber.
El tuit tiene elementos que podemos considerar para-period¨ªsticos. Es un poco como la vuelta de calentamiento en las competiciones deportivas, una gimnasia sumamente ¨²til para el periodista. Se trata de meter en 140 caracteres una informaci¨®n y siempre de una sola idea porque dos son multitud. Para ello, como en el periodismo, hay que aclararse primero qu¨¦ queremos contar, repet¨ªrselo a uno mismo todas las veces que sea preciso hasta dar con la f¨®rmula magistral. Pura alquimia como en la Edad Media. Y en ese ensamblado nos conviene ser rigurosos. Nada de abreviaturas, elipsis, o cambalaches para que quepa todo lo que nos gustar¨ªa. Hay que escribir en castellano impecable sin permitirse ning¨²n libertinaje de expresi¨®n, amparada en el sempiterno ¡°ya se entiende¡± de tantos periodistas.
El tuit tiene elementos que podemos considerar para-period¨ªsticos. Es un poco como la vuelta de calentamiento en las competiciones?
¡°Los periodistas son r¨¢pidos o no son periodistas¡±, es un tuit que me gusta; dice casi sin decir que la rapidez es un sine qua non del periodista, y en su metatexto, tambi¨¦n que los tuits son ricos en lo que no expresan pero puede intuirse: no se niega que hagan falta muchas otras cualidades, pero por importantes que sean, si no se cumplen horarios, entregas, necesidades de lo instant¨¢neo, resultan a la postre in¨²tiles. Y esto vale a¨²n m¨¢s en el tiempo de lo digital en el que, aunque no haya hora formal de cierre, este es una obligaci¨®n permanente, porque en la idea del peri¨®dico de las 24 horas va incluida la necesidad de renovar el texto tantas veces cuantas sea preciso. La fabricaci¨®n de tuits es un magn¨ªfico banco de pruebas para ir contando, paso a paso, el resultado de la final de Roland Garros, en la que vuelve a imponerse con la regularidad de un metr¨®nomo Rafael Nadal.
Hay quien aventura que el tuit es un titular, o el arranque de un lead, su plan de desembarco m¨¢s decisivo. Yo no lo creo porque en el tuit debe estar mucho m¨¢s definida la pretensi¨®n de totalidad. El titular nos informa del impacto y la gravedad de la noticia, pero sabemos que a continuaci¨®n podemos leer su desarrollo, que evoca incluso interrogantes a los que se tratar¨¢ de dar respuesta en la narraci¨®n. En el tuit, en cambio, nos movemos en el terreno de lo que empieza y acaba ante nuestra vista; nada a continuaci¨®n, todo en el enunciado. Si acaso dir¨ªa que es el breve de los breves, la quintaesencia de ese gran artefacto period¨ªstico ¡ªesencialmente impreso¡ª que es la columna de breves, con la que damos seguimiento a los temas, los mantenemos en activo, o hacemos el punto de lo que debe escuetamente saberse. Tanto en el breve como en el tuit esa aspiraci¨®n a la totalidad, a que est¨¦ todo lo que queremos y vale la pena decir, depende de la distancia a la que nos situemos del objeto narrativo, en su caso lo bastante lejos como para elegir tan solo un par de trazos esenciales. La profesi¨®n y el trabajo del periodista lo sintetizamos, as¨ª, en la rapidez, pero sin un desarrollo que no aparece por ninguna parte. Hay quien, sin embargo, hace una seguidilla de tuits hasta numer¨¢ndolos, de forma que si alguien tiene la dudosa paciencia de leerlos haya dado con un art¨ªculo de dimensiones modestas. Para m¨ª, eso no vale porque la gracia del tuit consiste en luchar a favor de la lengua dentro del cors¨¦ m¨¢s exigente, para resolverlo todo de una tacada.
Hasta aqu¨ª, ni mucho menos creo haber agotado el temario. Pero al igual que los tuits esta columna tiene una asignaci¨®n concreta de palabras; las suficientes para decir algo, pero no tantas como para marear la perdiz. Es un tuit de tuits.
Babelia
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