¡°Acab¨® bien el cuento de hadas¡±
Vicepresidenta de la Fundaci¨®n Thyssen, prolong¨® la pasi¨®n de su marido por el arte y alienta en Madrid uno de los museos m¨¢s bellos del mundo
Fue muy especial su relaci¨®n y del Bar¨®n con Jorge Sempr¨²n para que viniera aqu¨ª la colecci¨®n¡ Y con Solana, y con Sol¨¦ Tura¡ Sempr¨²n fue nuestro invitado en Villa Favorita junto con su mujer y su nieta. Heini y ¨¦l se hicieron grandes amigos. Las negociaciones para la apertura del Museo Thyssen se concibieron con esos tres ministros de Cultura:. Con Sol¨¦ Tura se firm¨®.
Cuesti¨®n de personas: Sempr¨²n, Sol¨¦ Tura, Solana¡ Primero empezamos con Solana. Iba a venir con Rodrigo Ur¨ªa para hablarnos de un cuadro que no sab¨ªan c¨®mo hab¨ªa salido de Espa?a y que se iba a subastar en Londres. Me llam¨® para saber si pod¨ªan visitarnos. Ur¨ªa quer¨ªa saber si pod¨ªamos financiar la compra de ese cuadro para Espa?a. Finalmente vinieron Ur¨ªa y Miguel Satr¨²stegui y all¨ª fue el principio de la negociaci¨®n.
Ah¨ª se plante¨® ya que la colecci¨®n Thyssen viniera. Lo planteamos Heini y yo. Le dije que si ven¨ªan a hablar sobre ese cuadro era porque yo era espa?ola. Al quererme Heini tambi¨¦n quer¨ªa a este pa¨ªs. En ese momento no pod¨ªamos agrandar la pinacoteca, por problemas familiares. Hab¨ªa ofertas de Alemania, EE UU¡
E intervino Solana, pues. A ¨¦l le hab¨ªan dado el premio Lim¨®n, a mi el Naranja, premios que daban los periodistas. Vino conmigo Luis Badajoz, Heini no pudo. A Badajoz lo hab¨ªan contactado los Getty. Y Badajoz insisti¨®: antes que nada, la colecci¨®n para Espa?a. Y nuestro primer interlocutor importante, en efecto, fue Solana.
?Vali¨® la pena? Vali¨®. Y fue un regalo al Gobierno espa?ol. A?os de luchas familiares, porque ellos no quer¨ªan. Ur¨ªa batall¨®, su bufete hizo gratis toda la negociaci¨®n para el Gobierno, para nosotros no. ?Siete a?os pendientes a todo lo que sal¨ªa a favor o en contra!
?Qu¨¦ sensaci¨®n tiene ahora cuando recorre el museo? Acab¨® bien el cuento de hadas, que digo yo. Una colecci¨®n de esta categor¨ªa es muy problem¨¢tica; aqu¨ª est¨¢ lo mejor de la historia del arte desde 1300. Mi miedo era que el cuento acabara mal. Los herederos insist¨ªan en que la colecci¨®n se vendiese para repartir el dinero; si eso se hac¨ªa hubi¨¦ramos acabado con el mercado del arte durante veinte a?os¡
?Y hubo posibilidad de que el cuento se acabara? No. Espa?a siempre comprendi¨® muy bien. Felipe Gonz¨¢lez nos dijo: "A mi no se me recordar¨¢ como un presidente de un pa¨ªs; se me va a recordar porque he ayudado a que una colecci¨®n como esta est¨¦ aqu¨ª".
Ahora el arte de sus paredes es de todo el mundo¡ Es que el arte no es para uno solo. Mi marido pensaba lo mismo, por eso abr¨ªa el museo de Lugano. El arte es una expansi¨®n de la belleza. Tambi¨¦n me siento muy orgullosa del Museo Carmen Thyssen en M¨¢laga, all¨ª hay cuadros que son referencia de la pintura espa?ola del siglo XIX y XX.
?Y para cuando Thyssen Barcelona? Por el momento no s¨¦ lo que va a pasar. Tengo una colecci¨®n catalana muy buena, pero sin exponer.
?De qu¨¦ depende? No lo s¨¦ todav¨ªa. Los presto continuamente para muestras temporales en el extranjero y en Espa?a.
?Se siente el museo reconocido? Aqu¨ª tenemos uno de los mejores directores art¨ªsticos, Guillermo Solana. Las exposiciones temporales son maravillosas. Nos merecemos mejor trato. El presupuesto anual del Prado es de 46 millones, el Reina Sof¨ªa tiene 36, y nosotros cinco. Creo que somos un museo mod¨¦lico. Sentimos un poquito que no nos quieren.
En el Prado est¨¢ el cuadro A garrotazos de Goya, que dicen que representa nuestro car¨¢cter¡ ?Aqu¨ª qu¨¦ cuadro habr¨ªa? El Juicio final, de Tintoretto¡ Si vives la vida sabiendo que hay un juicio final tienes que conducirte queriendo llegar a la luz.
Babelia
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