Haza?as narcob¨¦licas
La guerra es el asunto literario por antonomasia y Don Winslow, prol¨ªfico novelista criminal, tambi¨¦n escribe historias b¨¦licas, como este 'El c¨¢rtel'
La guerra es el asunto literario por antonomasia y Don Winslow (Nueva York, 1953), prol¨ªfico novelista criminal, tambi¨¦n escribe historias b¨¦licas. El c¨¢rtel cuenta la inacabable Guerra contra las Drogas, de 2004 a 2012, de un convento en M¨¦xico a una matanza en la selva guatemalteca, donde los carniceros del narcotr¨¢fico compiten con mercenarios americanos curtidos en Irak, Afganist¨¢n, Pakist¨¢n y Somalia. Entre la fabulaci¨®n y la realidad period¨ªstica, Winslow quiere ir m¨¢s all¨¢, entender lo no evidente, la intervenci¨®n del Estado en la batalla contra los c¨¢rteles y dentro de los c¨¢rteles mexicanos. Cuando la polic¨ªa y el ej¨¦rcito matan narcos no se sabe si los matan en cumplimiento del deber o de las ¨®rdenes de otros narcos. No se sabe si el n¨²cleo del negocio son las drogas o las inversiones en tecnolog¨ªa y recursos militares para combatirlas y producir millones de d¨®lares, toneladas de drogas ilegales, monta?as de muertos.
Hay algo tr¨¢gico en El c¨¢rtel: la inevitabilidad del mal, parecida a la fatalidad que forzaba los pasos de los h¨¦roes hom¨¦ricos, aqu¨ª impl¨ªcita en la naturaleza de una batalla infame en la que el caballo de Troya mengua hasta convertirse en unas botas de piel de serpiente hechas a mano. La l¨®gica es la de la venganza: los muertos no causan luto, sino m¨¢s muertos en un sangriento ajuste de cuentas infinito. No hay heroicidad sino ferocidad, rabia cocain¨®mana, una saturaci¨®n de crueldades exhibicionistas a las que se enfrenta el brazo armado del bien: Art Keller, agente de la DEA, medio mexicano, veterano de Vietnam y del narcocombate, ¡°Quijote contra molinos de viento, Ahab contra Moby Dick¡±, Killer Keller contra Ad¨¢n Barrera, ¡°el narco m¨¢s importante del mundo¡± desde que Keller, entonces su amigo, liquid¨® a sus parientes principales. La historia se remonta a los a?os ochenta del siglo XX, cuando la CIA utilizaba el tr¨¢fico de drogas para financiar guerrillas contrarrevolucionarias en la zona, o as¨ª lo contaba Don Winslow en el El poder del perro (2005), la cr¨®nica de los hechos anteriores a los narrados en El c¨¢rtel.
Las figuras ret¨®ricas dominantes en estos episodios narco¨¦picos son la acumulaci¨®n y su aliado natural, la enumeraci¨®n: los detalles, es decir, los cad¨¢veres, la sangre en vol¨²menes de matadero industrial. La voz de Winslow tiene una inmediatez encendida de avance televisivo, de pantalla de cine o de ordenador: la trama, como en un videojuego, se articula en duelos sucesivos, repetidos una y otra vez los mismos gestos, golpes de efecto en tiempo presente, ese presente que emplean los testigos de alg¨²n suceso hist¨®rico, memorable, vivo todav¨ªa: ¡°Entonces el jefe deja de gritar y tan s¨®lo gorjea mientras Chuy corta los cart¨ªlagos y el hueso, y el hueso, el cart¨ªlago y la piel revientan al arrancar la cabeza¡±.
El c¨¢rtel. Don Winslow. Traducci¨®n de Efr¨¦n del Valle. RBA. Barcelona, 2015. 696 p¨¢ginas
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.