Nagore en el bosque de Arden
Lo cotidiano se entrevera con lo extraordinario en una divertida comedia de Sanzol
A Nagore, le falta el aire: su compa?ero la dej¨® un a?o atr¨¢s, pero lo a?ora a¨²n. Su madre, le dice que se sentir¨¢ mejor si va a las clases de yoga de Andoni, cincuent¨®n que en su primera entrevista promete ense?arle a respirar y que le advierte adem¨¢s sobre una supuesta capacidad suya para transformarse en animales de especies diferentes¡ La respiraci¨®n es una comedia dram¨¢tica, cuyo manto de humor fre¨¢tico aflora cristalino a cada perforaci¨®n de un afinado sexteto de actores zahor¨ªes. Alfredo Sanzol la escribi¨® a ra¨ªz de su ruptura sentimental con la actriz Luc¨ªa Quintana, que le dej¨® sin ox¨ªgeno y en un estado de estupefacci¨®n como el que atraviesa Nagore, su alter ego esc¨¦nico, progresivamente at¨®nita ante lo irreal de las situaciones en las que se ve envuelta.
La respiraci¨®n
Autor y director: Alfredo Sanzol.
Madrid: Teatro de La Abad¨ªa, hasta el 28 de febrero. Alcal¨¢ de Henares: Corral de Comedias, 18 y 19 de marzo. Zaragoza: Teatro Principal, del 1 al 3 de abril. Sevilla: Teatro Central, 20 y 21 de mayo. Avil¨¦s, Teatro Palacio Vald¨¦s, 27 de mayo. Barakaldo: Barakaldo Antzokia, 1 de octubre. Logro?o: Teatro Bret¨®n, 7 de octubre. Medina del Campo: Auditorio Muncipal, 9. Murcia: Teatro Circo, 15. Fuenlabrada: Teatro Tom¨¢s y Valiente, 5 de noviembre.
Un director menos sutil que Sanzol y unos int¨¦rpretes menos afinados que los suyos hubieran resuelto la tensi¨®n producida por la confluencia entre lo cotidiano y lo fantasioso llev¨¢ndose la funci¨®n al terreno de la farsa; estos, sin salirse del realismo, consiguen que entre urbanitas europeos durante hora y tres cuartos la poliginia y la poliandria nos parezcan tan naturales como parecen entre los pr¨¢cticos y hospitalarios cazadores pescadores inuit. En cuanto atraviesa el umbral del gabinete de Andoni (bosque de Arden habitado tambi¨¦n por su hermano I?igo, fisioterapeuta; por su hijo Mikel, y por Leire, su novia), Nagore empieza a comportarse como si los manes le hubieran administrado un bebedizo, para dar rienda suelta a su l¨ªbido.
Durante La respiraci¨®n, el psicoanalista disfrutar¨¢ viendo como, ante el shock recibido por el yo, el superyo se declara en huelga de brazos ca¨ªdos y el ello se desmelena, libre de ataduras; el soci¨®logo evocar¨¢ el amor libre, el hippismo y las t¨¢cticas de captaci¨®n sectaria de Los Ni?os de Dios; los alumnos de las escuelas teatrales que ense?an el ¡®m¨¦todo¡¯, se har¨¢n un l¨ªo lucubrando como encarar¨ªan ellos el laberinto emocional que Sanzol construye, y el p¨²blico en general sonreir¨¢ y reir¨¢ de muy buena gana.
La comedia est¨¢ escrita para estos actores, que han aportado mucho de su bagaje vital durante varias sesiones de improvisaci¨®n. El Andoni de Pietro Olivera transmite serenidad y escucha, entreveradas de un no s¨¦ qu¨¦ inquietante, como esos l¨ªderes espirituales que esconden un tesoro amasado abusando de la buena f¨¦ de sus seguidores. El I?igo de Pau Dur¨¢ tiene la delicadeza y la energ¨ªa calma propias de quienes trabajan en contacto f¨ªsico ¨ªntimo con el pr¨®jimo. Encantadora y atrevida, la Leire de Camila Viyuela, a la altura del descaro que gasta el Mikel de Marti?o Rivas. Con ligereza envidiable, Gloria Mu?oz le imprime peso antagonista a la madre de Nagore, llave del umbral entre realidad y fantas¨ªa. Toda alma pero tambi¨¦n toda ella nervio cuando la pinchan, Nuria Menc¨ªa es, de una sola vez, protagonista y espectro del desamor: imposible encarnar mejor la fragilidad, el desarbolamiento y la deriva de Nagore, su sorpresa ante las oportunidades que se le ofrecen ni la pasi¨®n con que se agarra a cada una de ellas.
No le han hecho falta aqu¨ª a Sanzol los hongos de La calma m¨¢gica para que lo extraordinario brote de su chistera y colme el escenario, para desaparecer luego en el interior de un dedal. Esta vez nos hace atravesar a placer, sin sentirse obligado a delimitarla con claridad, la ambigua l¨ªnea divisoria entre vigilia, duermevela y estados hipnag¨®gicos.
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