Miloszewski: ¡°Al ¡®thriller¡¯ le pedimos hoy un buen retrato de la sociedad¡±
"Nunca sabr¨ªamos tanto de suecos y escandinavos si no fuera por el g¨¦nero", afirma
Zygmunt Mi?oszewski (Varsovia, Polonia, 1976), antes periodista, es hoy un novelista muy popular en su pa¨ªs que ha publicado en Espa?a El caso Telak (Alfaguara),?la primera novela de una trilog¨ªa en la que muestra el lado m¨¢s oscuro de la sociedad en la que vive a trav¨¦s del fiscal Teodor Szacki. El escritor transmite por correo electr¨®nico sus reflexiones sobre el g¨¦nero negro.
PREGUNTA. ?Hay una nueva novela negra? ?Un nuevo estilo? ?Ha evolucionado lo negro?
RESPUESTA. No estoy seguro de si evoluci¨®n es la palabra adecuada. Siempre ha existido novela negra de uno u otro tipo, pero en la actualidad cumple una funci¨®n distinta. Hace tiempo, no ped¨ªamos grandes cosas a una novela policiaca. Un buen rato entretenido, un misterio interesante, di¨¢logos ingeniosos y un final sorprendente. Hoy, desde luego, seguimos queriendo esas bases, pero esperamos m¨¢s.
P. ?C¨®mo lo definir¨ªa?
R. Sigue habiendo whodunits, rompecabezas policiacos, pero a las mejores novelas policiacas hoy les pedimos, ante todo, una buena descripci¨®n de una sociedad, con todos sus problemas y tensiones. Hemos aprendido que la novela negra es una manera de viajar. Por supuesto, hay un cad¨¢ver, un misterio siniestro, un rompecabezas, pero esos elementos, la verdad, suelen ser siempre muy similares. Lo excepcional es el trasfondo social. Nunca sabr¨ªamos tanto de la sociedad sueca, la sociedad escandinava, si no fuera por sus novelas policiacas. Es una l¨¢stima: a pesar de vivir en un continente tan peque?o, no sabemos gran cosa de nosotros mismos. Por eso me gustan las novelas policiacas. Para conocer mejor otras sociedades, mirar por ese ojo de cerradura y ver lo que sucede en ellas.
P. ?Ha tenido la televisi¨®n impacto en la nueva novela negra?
R. No me ha influido mucho. La televisi¨®n ha tenido un desarrollo independiente y paralelo al de la novela negra. Creo que la televisi¨®n, por fin, ha encontrado su sitio como narradora y ha aprendido a llenar el hueco dejado por las grandes novelas del XIX y principios del XX. Cuenta esas historias ¨¦picas con las que tanto disfrutamos todos. No cabe duda de que, en los ¨²ltimos tiempos, ha habido buenas series policiacas, pero son demasiado serias para mi gusto.
P. ?Ha ampliado fronteras, temas?
R. Todav¨ªa no ha traspasado los l¨ªmites, pero creo que lo est¨¢ haciendo ahora. ?Cu¨¢ntos libros pueden escribirse sobre un pasado turbio que sale a la luz 30 a?os despu¨¦s? Hay tantos que normalmente soy capaz de adivinar el final cuando no llevo m¨¢s que 20 p¨¢ginas. Hay unos cuantos escritores excelentes que ya han roto esos l¨ªmites. Pierre Lemaitre en Francia, Jos¨¦ Carlos Somoza en Espa?a. En mi opini¨®n, hay que pasar ya a otra cosa, las estanter¨ªas de novela negra est¨¢n llenas de demasiados libros que son demasiado gen¨¦ricos.
P. ?Es novela social?
R. Mi estilo es realista, social. Yo escrib¨ª mis novelas policiacas porque quer¨ªa escribir sobre las sociedades, ofrecer un comentario social. Los lazos existentes en una sociedad determinada me parecen mucho m¨¢s interesantes que la psicolog¨ªa de un ser humano individual. Y trato de que mis libros sean divertidos, llenos de humor negro. Escrib¨ª una trilog¨ªa de novelas policiacas y despu¨¦s abandon¨¦ el g¨¦nero, porque decid¨ª que no quer¨ªa construir mi carrera sobre un mont¨®n de cad¨¢veres. Espero haber pintado un buen retrato de la Polonia contempor¨¢nea en mis libros, para que los lectores europeos no tengan que leer sobre Suecia todo el tiempo. Ahora estoy escribiendo una novela que sucede en la actualidad pero utiliza temas de la vieja mitolog¨ªa y las creencias eslavas, mucho m¨¢s interesantes que el cristianismo posterior.
P. ?Cu¨¢les son sus referencias?
R. ?Mis referentes? ?Quiere decir mis maestros? Supongo que Astrid Lindgren me ense?¨® que incluso las historias m¨¢s profundas pueden ser sencillas y que no suele ser necesario recurrir a las herramientas m¨¢s complicadas y sofisticadas para contar historias llenas de sabidur¨ªa. Y Kurt Vonnegut me ense?¨® que el mundo no es malvado. Suele ser incre¨ªblemente divertido y, a veces, triste. Otra cosa es que haya aprendido algo de estas lecciones.
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