Danny Miller: ¡°La televisi¨®n ha tenido un impacto enorme en mis novelas¡±
"Tengo la estructura antes de empezar el primer borrador¡±, afirma el escritor
Danny Miller (Brighton, 1964) es un devoto de una ¨¦poca, de una literatura, de un estilo de vida, de una mirada. Un escritor fascinado por la oscuridad y la luz que conviv¨ªan en la d¨¦cada de los sesenta en su Inglaterra natal. Por eso tras un largo camino que le ha llevado de los estudios de literatura y el trabajo teatral a la exitosa carrera como guionista (BBC, ITV, Channel 4) Miller termin¨® en el lugar en el que todo hab¨ªa empezado: la literatura. As¨ª escribi¨® Besos para los malditos (Siruela, traducci¨®n de Carlos Jim¨¦nez) un libro que le situ¨® en el grupo de cabeza de las nuevas voces del g¨¦nero negro anglosaj¨®n y le granje¨® el aplauso de la cr¨ªtica por su af¨¢n literario. Suerte maldita, que Siruela publicar¨¢ en marzo, es su segunda novela, una historia que mezcla un planteamiento cl¨¢sico (el sospechoso suicidio de un joven arist¨®crata aficionado al juego) con los movimientos sociales, turbias historias familiares y una cr¨ªtica a una alta clase social podrida por su propia miseria. ¡°En los sesenta las barreras sociales estaban cayendo y era el inicio de la meritocracia. Fue una ¨¦poca muy pol¨ªtica, con la Guerra Fr¨ªa, las protestas, la liberaci¨®n sexual, el feminismo, los disturbios raciales¡ Una era que en Inglaterra se hizo famosa por los esc¨¢ndalos que demostraban que la clase alta ten¨ªa las mismas lagunas morales que los dem¨¢s¡±, cuenta Miller desde su apartamento en Brighton, con la sempiterna lluvia de fondo, para explicar los retratos mordaces de ni?os malcriados y poderosos que pueblan Suerte maldita.
El camino no ha sido sencillo. ¡°Escribir una novela era demasiado para m¨ª, me sobrepasaba. As¨ª que empec¨¦ con di¨¢logos, luego con escenas y luego ya con guiones completos que me dieron la experiencia para escribir una novela, pero no estaba planeado¡± cuenta Miller para describir su periplo, marcado siempre por una pasi¨®n que muestra en varios momentos de la conversaci¨®n.
"No soy fan de los libros de asesinos en serie, en los que cada asesinato es un ejercicio gratuito de sadismo que s¨®lo trata de superar al psic¨®pata anterior"
¡°Hace poco un peri¨®dico eligi¨® 1966 como el mejor a?o para ser brit¨¢nico. Tambi¨¦n era el momento de derribar los tab¨²es y una ¨¦poca de grandes cr¨ªmenes¡±, asegura al ser preguntado por el contexto de sus novelas, llenas de mods, rockeros, mafiosos, tipos elegantes, polic¨ªas corruptos y mujeres fatales y protagonizadas por un agente, Vincent Treadwell, que no bebe, no se droga, no juega y no se deja sobornar y que, para colmo, es guapo y ha estudiado en la universidad. Un hombre fuera de lugar y un indeseable para los polic¨ªas de su ¨¦poca. ¡°Lo escrib¨ª en contra de todo lo que sab¨ªa sobre detectives de ficci¨®n. Es un tipo temerario, arrogante y naif, pero al mismo tiempo con un gran sentido de la justicia. Alguien ha dicho que es una especie de James Bond de la clase obrera que se hizo polic¨ªa en vez de esp¨ªa. No estoy de acuerdo, pero s¨ª creo que es un joven que no soporta la injusticia del estatus quo¡±, concluye.
Sin arrogancia pero sin ambages, Miller reconoce sus espejos en el g¨¦nero ( Dashiell Hammett y Raymond Chandler) y Ross MacDonald por la v¨ªa indirecta, la de las familias abiertas en canal por asuntos turbios. ¡°Jean Genet dijo que la unidad m¨¢s criminal es la unidad familiar y la corrupci¨®n de la vida familiar es un tema que viene desde S¨®focles¡± explica. Tambi¨¦n subraya una clara influencia del cine negro (en la creaci¨®n, por ejemplo, de la turbia Bobbie Lavita, la mujer fatal, desorientada, violenta y brutalmente atractiva de Besos para los malditos) y el lenguaje televisivo que no se extiende, sin embargo, al estilo literario. ¡°Si hablamos del di¨¢logo, por ejemplo, no hay mucha influencia. Y eso es raro, porque los guiones son b¨¢sicamente di¨¢logo, pero muy teatral. En los libros los di¨¢logos tienden a ser m¨¢s naturales. Pero escribir para la televisi¨®n ha tenido una influencia enorme en mis novelas. En la televisi¨®n todo est¨¢ condicionado por la estructura, as¨ª que con mis libros ya tengo la estructura antes de empezar el primer borrador. Curiosamente, ser tan organizado me da mucha libertad para explorar otros aspectos de las historias¡±, explica este escritor ordenado, de 1.000 palabras al d¨ªa, cinco d¨ªas a la semana.
La violencia es un asunto inevitable para un autor con dos libros jalonados de peleas descritas al detalle, brutales y excelentes retratos de la violencia de la ¨¦poca. Miller se alinea del lado de los que detestan el gore. ¡°No soy fan de los libros de asesinos en serie, en los que cada asesinato es un ejercicio gratuito de sadismo que s¨®lo trata de superar al psic¨®pata anterior. Mis libros tienen violencia, pero en las peleas. Las peleas son en la realidad sucias, dolorosas, brutales, indignas y a veces muy c¨®micas, pero tengo que admitirlo: disfruto escribi¨¦ndolas¡±, afirma divertido.
"En los sesenta las barreras sociales estaban cayendo y era el inicio de la meritocracia. Fue una ¨¦poca muy pol¨ªtica"
Con una tercera novela ya publicada en Inglaterra y que camina por los mismos vericuetos que las anteriores (cr¨ªmenes, lujo, miseria y cr¨ªtica social, con el detective Treadwell al mando de la historia) Miller tiene algo claro: ¡°Es importante explorar el lado oscuro de la sociedad y la novela negra es perfecta para ello¡±. ?Y la calidad del g¨¦nero ahora que est¨¢ tan en boga? ¡°Es un debate interesante y complicado. Lehane, Ellroy, Peace, Black o Lemaitre son autores que trascienden el g¨¦nero. En otra ¨¦poca, los autores ganaban dinero escribiendo r¨¢pido y publicando mucho. Hay una parte de ese pulp que no deja de atraerme¡±, cuenta, incapaz de dejar de admirar aquel mundo violento y luminoso a la vez.
Suerte maldita.?Danny Miller. Traducci¨®n de Carlos Jim¨¦nez Arribas. Siruela, 2016. 400 p¨¢ginas. 21,95 euros.
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