Un Bukowski antes de Bukowski
Desconocido para el lector espa?ol, Pentti Saarikoski es una leyenda de las letras n¨®rdicas
Desconocido para el lector espa?ol, Pentti Saarikoski es una leyenda de las letras n¨®rdicas. Nacido en 1937, estudi¨® griego sin doctorarse, tradujo con maestr¨ªa a Her¨¢clito, con quien se identificaba, a Homero, Arist¨®teles, Safo, Catulo¡ Y entre los modernos, a Salinger y Joyce. Con un libro de 1962 (Lo que est¨¢ pasando) revolucion¨® la poes¨ªa de su pa¨ªs con un estilo que denomin¨® ¡°participativo¡±: pol¨ªticamente comprometido, arriesgado en su propuesta formal y con una dicci¨®n impecable. Saarikoski fue un rebelde que, por comparaci¨®n, vuelve tibios y palabreros a los poetas beat. Una especie de Bukowski antes de que Bukowski existiera. Quiz¨¢ m¨¢s desamparado. Y luminoso. El poeta Claes Andersson lo defini¨® como ¡°un virtuoso incomparable de la lengua finesa, adem¨¢s del enfant terrible de la literatura de los a?os sesenta¡±.
Para leer su poes¨ªa, casi desconocida en nuestro idioma, tenemos la antolog¨ªa Tiarnia, traducida (c¨®mo no) por Francisco Uriz para la Fundaci¨®n Jorge Guill¨¦n. Pero sigamos con la ¡°leyenda¡±: tambi¨¦n fue comunista y alcoh¨®lico. Y alcoh¨®lico por encima de la media finlandesa, cuyos escritores de aquellos a?os eran los borrachos de los festivales literarios, tambi¨¦n seg¨²n Andersson. Durante los periodos m¨¢s tranquilos, cuando Saarikoski viv¨ªa en el campo retirado de las tentaciones de la ciudad, beb¨ªa menos: ¡°Un par de botellas de vino y la mitad de una botella de alg¨²n licor fuerte¡± era la dosis necesaria para mantenerse l¨²cido. Muri¨® prematuramente envejecido por el alcohol en 1983.
?Resiste esta Carta a mi mujer el peso de la leyenda? Sin duda. Este breve libro es un discurso continuo, sin corregir, sin censurar miserias ni verg¨¹enzas, escrito por Pentti a su nueva mujer en 1968, durante un viaje a Dubl¨ªn de varias semanas. A veces parece que el viaje es una excusa para decirle que la echa de menos, que es un ni?o, que sin ella se hunde, pero eso ser¨ªa una manera muy prosaica de entender la contundencia de esta carta: recuperar el extra?amiento de lo cotidiano y su misterio, que no son otros que los de la escritura. Hacer extranjero lo ¨ªntimo y habitable lo extra?o. Pentti escribe, muchas veces por la ma?ana, mientras le tiembla el pulso antes del primer trago. Deambula por bares y calles s¨®rdidas. La escritura es su tabla de salvaci¨®n, una manera de seguir en el mundo de los vivos. Joyce, Lenin y Cristo conviven en sus obsesiones con borrachos, chicas que siempre cree lascivas, pisos fr¨ªos, los poemas de Zbigniew Herbert y la muerte de Martin Luther King. Pero de esta cr¨®nica de su desmoronamiento, acompa?ado tan solo por una ausencia a la que no para de pedir dinero, su mujer, lo salva la brillantez de la escritura. Carta a mi mujer es de esos libros que uno no se cansa de subrayar, aunque Saarikoski descrea de s¨ª mismo como aforista. Es m¨¢s, no le importa ser idiota: ¡°El caso es que el mundo ser¨ªa m¨¢s feliz y divertido si la gente no tratara de ocultar su estupidez¡±. Y no es coqueter¨ªa, sino la necesidad rom¨¢ntica (y pol¨ªtica) de un estilo en el que todo quepa sin jerarqu¨ªas, lo escatol¨®gico y lo sublime, democr¨¢ticamente ayudados por el sentido del ritmo, la maestr¨ªa de las digresiones y esos destellos de inteligencia. Y en nuestro caso por la excelente traducci¨®n.
Tambi¨¦n es rom¨¢ntica la ligereza de lo inacabado, del libro que finaliza cuando se agota la inspiraci¨®n. ¡°Ya no escribo este libro. Escribo el siguiente. Nunca alcanzo a terminar un libro cuando ya tengo que empezar uno nuevo¡±.
La vida como una novela continua. O en sus palabras: ¡°Hago mi vida ficci¨®n para que sea cierta¡±.
Carta a mi mujer. Pentti Saarikoski. Traducci¨®n de Luisa Guti¨¦rrez. N¨®rdica Libros. Madrid, 2016. 128 p¨¢ginas. 16,50 euros.
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