¡®In eligendo et in vigilando¡¯
A diferencia del duque de Lerma, ahora los pol¨ªticos que defraudan no pueden recurrir al escudo protector e inviolable del capelo cardenalicio
C¨®mo est¨¢ el patio. Ah¨ª tenemos al gran Ub¨² i del Pep¨¦, que contin¨²a encaramado en su deteriorada columna de tozudez y ceguera pol¨ªtica mientras en su entourage, donde algunos ya vislumbran las brumas del abismo que se abre ante el principal partido de la derecha espa?ola, nadie se atreve a decir esta boca es m¨ªa. Y eso que saben que, como les ocurre a los barateros y prevaricadores en la Commedia (Infierno, canto XXI), muchos de los suyos (pero a¨²n no todos los que son) ya est¨¢n sumergidos en la hirviente pegola spessa (pez espesa) en la que se ahogan eternamente los corruptos. Claro que algunos ¡ªquiz¨¢s los m¨¢s astutos¡ª saltan del barco, con un autoindulgente mea culpa a cuenta de sus ¡°descuidos¡± in eligendo et in vigilando, para evitar que la oscura resina les salpique. A diferencia de lo que vino a salvar al muy fel¨®n y avaricioso duque de Lerma (durante el reinado del tercero de los Felipe), ahora los pol¨ªticos que defraudan no pueden recurrir al escudo protector e inviolable del capelo cardenalicio (¡°para no morir ahorcado?/?el mayor ladr¨®n de Espa?a?/ se viste de colorado¡±, dec¨ªa una copla popular atribuida a Quevedo) y tienen que conformarse con el m¨¢s precario blindaje de una comisi¨®n del Senado. Y todo esto mientras, en la izquierda, los profesores populistas inspirados mim¨¦ticamente por el pensamiento de Ernesto Laclau (1935-2014) siguen haciendo gala de un oportunismo tan ideol¨®gicamente voltario que no s¨®lo confunde a muchos de sus votantes, sino que lleva camino de frustrar la formaci¨®n de un posible Gobierno de cambio (aunque sea leve). Claro que, como recordaba el otro d¨ªa un tod¨®logo en una tertulia en la que todos gritaban, durante los largos meses en que los belgas estuvieron sin Gobierno, bajaron el paro y el d¨¦ficit y subi¨® el PIB, lo que deber¨ªa dar que pensar a los que creen que del sin-gobierno no puede salir nada bueno. Y, a prop¨®sito (aunque sea oblicuamente) de ese avatar extremo del sin-gobierno que es la acracia, a los interesados en la muy densa historia del anarquismo espa?ol y sus protagonistas les recomiendo vivamente Vivir la anarqu¨ªa, vivir la utop¨ªa, que es el t¨ªtulo de la estupenda biograf¨ªa del l¨ªder anarcosindicalista valenciano Jos¨¦ Peirats (1908-1989), una de las figuras clave del movimiento libertario durante el primer tercio del siglo XX, que ha publicado (en Alianza) el historiador e hispanista brit¨¢nico Chris Ealham.
Cumplea?os
La amable invitaci¨®n de Elena Ram¨ªrez (Seix Barral) para asistir a la ceremonia de entrega del Biblioteca Breve, que este a?o recay¨® en El sistema, de Ricardo M¨¦ndez Salm¨®n (caracterizada por el jurado de ¡°novela de ideas¡±, como si pudiera haber alguna ¡ªincluso las malas¡ª que no lo fuera), me sirvi¨®, entre otras cosas, para renovar el contacto cara a cara (mucho m¨¢s eficaz y c¨¢lido que a trav¨¦s de videoconferencia) con algunos de mis topos barceloneses, siempre bien informados. Fue all¨ª donde me enter¨¦ del programa y de los invitados que asistir¨¢n a los tres d¨ªas de fastos (28-30 marzo) organizados por la Fundaci¨®n Internacional para la Libertad y la C¨¢tedra Vargas Llosa para celebrar el 80? cumplea?os del autor de Conversaci¨®n en La Catedral. La lista de mandatarios (incluida, claro, su venerada Esperanza Aguirre), presidentes y expresidentes de Gobierno, l¨ªderes pol¨ªticos, editores, empresarios y capitanes de las finanzas es digna de figurar a pie de p¨¢gina en el Guinness. Para mi gusto, solo se echa de menos que mi admirado maestro (le perdono hasta que sea de derechas) aparezca como un deus ex machina, rodeado por cheerleaders ataviadas con minitrajes nacionales de los pa¨ªses que componen la comunidad panhisp¨¢nica de la lengua. Las ceremonias m¨¢s formales se complementar¨¢n con seminarios y actos culturales que culminar¨¢n, el d¨ªa 30, con el encuentro de los Nobeles Llosa y Pamuk. Uno de mis topos me sopl¨® ante un cargado ¡°Tom Collins¡± en un bar de copas del Eixample que los prolijos preparativos de los fastos han tenido el efecto colateral de que los no siempre amigos Juan Cruz y J.?J. Armas Marcelo (director de la C¨¢tedra Vargas Llosa) se dirijan ahora arrobadas sonrisas y arrojen sus pelillos a la mar.
Bola?o
Alguien, alg¨²n d¨ªa, tendr¨¢ que escribir una historia cultural de las viudas en la literatura de la ¨¦poca del copyright. Tanto dominio ejercen sobre la gesti¨®n y administraci¨®n del legado de muchos grandes escritores que, a veces, me pregunto si el investigador de la literatura no deber¨ªa sustituir el muy machista precepto de cherchez la femme por el de cherchez la veuve (viuda). El pen¨²ltimo episodio de esta saga interminable ¡ªdel que he sabido gracias a mi ya citada topo barcelonesa¡ª es el que se refiere a la obra de Roberto Bola?o, que su viuda gestiona con mano de hierro y ¡ªal parecer¡ª no pocas antipat¨ªas hacia quienes considera personas vinculadas a episodios y relaciones de su difunto marido que no quiere recordar. De ese modo ¡ªy siempre seg¨²n mi parlanchina y achispada informante¡ª, tanto la obra ya publicada de Bola?o ¡ªlo que los editores llaman backlist¡ª como sus in¨¦ditos (algunas viudas son particularmente expertas en ¡°encontrarlos¡±) pasar¨¢n ¡ªcon el visto bueno, supongo, del superagente Wylie¡ª de Anagrama, su editor tradicional, a Alfaguara, que ver¨¢ su cat¨¢logo enriquecido con los libros del que es uno de los m¨¢s grandes escritores latinoamericanos posteriores a la ¡°generaci¨®n del boom¡±. Si lo dudan, lean (o repasen) 2666 (p¨®stuma, 2004) o, si prefieren algo m¨¢s breve, Estrella distante (1996) ambas ¡ªtodav¨ªa¡ª en Anagrama.
Frentismos
Si los terminales medi¨¢ticos y los ¡°intelectuales org¨¢nicos¡± (zapeen por las tertulias televisivas: se hacen notar enseguida) de la muy activa derecha m¨¢s a la derecha agitan el fantasma del Frente Popular cada vez que las izquierdas se sientan a discutir, es porque no saben lo que fue o ¡ªlo que tal vez sea peor¡ª porque tratan de oscurecer y ocultar su legitimidad democr¨¢tica, ocultando, por ejemplo, que fue la insoportable presi¨®n de los enemigos de la democracia la que provocar¨ªa el conflicto que acabar¨ªa por desnaturalizarlo y, m¨¢s tarde, derrotarlo. Ochenta a?os despu¨¦s, historiadores y publicistas siguen discutiendo c¨®mo y en qu¨¦ momento empez¨® a irse al traste el proyecto m¨¢s radical de democracia de aquella lejana Espa?a del primer tercio del siglo pasado. La ¨²ltima aportaci¨®n interesante (y tambi¨¦n pol¨¦mica) que se ha publicado es El Frente Popular (Pasado y Presente), de Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Ramos, un ensayo (y que, por ello, no reniega de la subjetividad) hist¨®rico ¡°beligerante¡± que pretende defender el valor hist¨®rico y democr¨¢tico de aquel r¨¦gimen.
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