La feria que nos hizo modernos
Juana de Aizpuru, fundadora de Arco, y Carlos Urroz, su actual director, analizan la cita art¨ªstica en su 35? edici¨®n
Juana de Aizpuru (Valladolid, 1933) fund¨® Arco en 1982 y dirigi¨® la feria durante los cuatro a?os siguientes. Carlos Urroz (Madrid, 1966) entr¨® en el equipo del certamen en 1995 y desde 2010 es su director. Con la pr¨®xima muestra a la vuelta de la esquina, ambos se reunieron en la galer¨ªa de la primera para recordar estas 35 ediciones de Arco.
PREGUNTA. ?Por qu¨¦ decidi¨® organizar Arco?
JUANA DE AIZPURU. Siempre tuve claro que ten¨ªa que ser una galer¨ªa internacional. En Sevilla expuse a Rauschenberg, Frank Stella, Richard Hamilton¡ Durante la ¨¦poca de Franco era dif¨ªcil hacer contactos, pero con la democracia sal¨ª de estampida. Y empec¨¦ a ir a ferias.
P. ?Cu¨¢l fue la primera?
J. A. La de Colonia, que es la m¨¢s antigua. Me impresion¨® porque todos los estamentos del arte estaban all¨ª, empezando por los artistas: Beuys estaba all¨ª todos los d¨ªas. Fue en 1980 y decid¨ª participar al a?o siguiente. Me dije: ¡°Si voy a hacer una feria, lo mejor es que sepa qu¨¦ necesita un expositor¡±. Pens¨¦ que deb¨ªamos ponernos a la altura y organizar una en Espa?a. Como nadie la hac¨ªa, la hice yo.
P. ?Usted, Carlos, recuerda su primer Arco?
CARLOS URROZ. S¨ª, fue el de 1983. Mis hermanos mayores hab¨ªan ido el a?o anterior. Les o¨ª hablar y les dije: ¡°Me ten¨¦is que llevar¡±. Adquir¨ª un cat¨¢logo de Basquiat, claro, no pod¨ªa comprarme otra cosa.
P. Con 16 a?os, ?le interesaba el arte contempor¨¢neo?
C. U. La historia del arte en general, pero no es que te interesara el arte contempor¨¢neo, es que ten¨ªas que ir a Arco porque era la ¨²nica forma de verlo. Ahora puedes ir al Reina Sof¨ªa o a La Casa Encendida, pero entonces¡ Todo el mundo iba a todo. Si ven¨ªan los Rolling, ten¨ªas que ir, aunque no te gustaran.
P. Vinieron el mismo a?o que abri¨® Arco. Espa?a estaba de moda.
C. U. Madrid era una ciudad muy gris. No hab¨ªa de nada y Arco estaba lleno de gente exotiqu¨ªsima, vestida genial. Era como Nueva York al final de la Castellana.
P. La feria abri¨® en febrero de 1982, un a?o despu¨¦s del intento de golpe de Estado. ?Usted, Juana, pens¨® en Arco durante el 23-F?
J. A. Es que estaba en mi despacho de la feria. Nos fuimos asustaditos a casa. Me pas¨¦ la noche pendiente de la tele, sin acostarme, como todo el mundo.
P. ?El ¨¦xito de p¨²blico fue un estorbo para los coleccionistas?
J. A. En las primeras ferias s¨ª hubo quejas, pero tampoco se perd¨ªan ventas porque no hab¨ªa mucha gente a la que vender. Ni cuando Arco ha pasado por tiempos de inestabilidad ha fallado la gente.
C. U. Pero la feria es el sentir de las galer¨ªas. Si tuviera mucho ¨¦xito pero no vinieran ellas, nos quedar¨ªamos sin feria.
P. ?Siempre pens¨® Arco en Madrid?
J. A. Lo intent¨¦ en Barcelona. Pasqual Maragall, cuando era alcalde, siempre me dec¨ªa: ¡°Pero Juana, ?viniste a Barcelona y aqu¨ª te dijeron que no?¡± Y yo: ¡°Que s¨ª¡±. Y ¨¦l: ¡°?Y no nos podr¨ªas hacer otro Arco?¡±.
P. ?De qu¨¦ pa¨ªs invitado tienen mejor recuerdo?
J. A. En mi ¨¦poca no se invitaba a nadie.
C. U. Los pa¨ªses latinoamericanos son los que m¨¢s se han implicado y los que m¨¢s visitantes han tenido.
P. Cuando la feria de Basilea abri¨® sede en Miami en 2002, ?pensaron que se estaba comiendo parte del pastel de Arco?
"Los coleccionistas espa?oles no apuestan. Quieren tener una obra
de cada artista¡±, dice Juana de Aizpuru
J. A. Para nada. Mira si se han abierto ferias despu¨¦s. Quiz¨¢ haya muchas, pero ¨²ltimamente los coleccionistas compran cada vez menos en galer¨ªas y m¨¢s en subastas y en ferias. Hay quien espera todo el a?o para comprar en Arco.
C. U. Miami pone de manifiesto la importancia del arte latinoamericano, que era algo que ya hab¨ªa hecho Arco. Si Miami es la gran feria de las Am¨¦ricas, Arco es la gran puerta del arte latinoamericano en Europa. Que pase por aqu¨ª la gente de la Tate y del Pompidou es muy importante para los latinoamericanos.
P. Treinta y cinco a?os despu¨¦s, ?existe un coleccionismo espa?ol suficiente?
J. A. Ha tenido sus altos y bajos. En los ochenta hubo gente, sobre todo financieros y banqueros, que gan¨® mucho dinero. Se transformaron en personas medi¨¢ticas y quisieron dorar su imagen y convertirse en coleccionistas. Cuando lleg¨® la crisis, muchas empresas que hab¨ªan empezado colecciones se pusieron a venderlas. Hab¨ªa una oferta enorme, no hab¨ªa compradores y el arte se devalu¨®. Cuando se estabiliz¨® la econom¨ªa tuvimos que empezar de cero porque jam¨¢s recuperamos a estos coleccionistas. En los noventa apareci¨® un coleccionismo m¨¢s enterado que ha ido poco a poco. Nunca hemos tenido un Saatchi ni un Menil, pero ha habido muchos comprando bien y entendiendo.
C. U. En el primer Arco en el que trabaj¨¦ se hizo una comida para coleccionistas. Acab¨¢bamos de salir de la crisis de 1993 y hab¨ªa unas 20 personas. Al desayuno que se hace ahora el primer d¨ªa vienen 1.000.
P. ?En Espa?a prima la inversi¨®n?
J. A. No te creas. Inversionistas ha habido pocos. Su forma de comprar es muy distinta de la de un coleccionista. Los inversionistas conf¨ªan en cuatro o cinco artistas y adquieren 50 o 100 obras suyas. No compran de aqu¨ª y de all¨¢. Es normal, no pueden creer que todos los artistas que pululan hoy van a ser figuras estelares ma?ana. Se la juegan a unos pocos.
P. ?Los coleccionistas no apuestan?
J. A. Si pecan de algo los coleccionistas de aqu¨ª es de lo contrario: quieren tenerlos a todos y una cosa de cada uno. A veces le dices a alguno que venga a ver algo y te contesta: ¡°De ese ya tengo¡±. Yo siempre les insisto: ¡°No puedes tener un muestrario, dec¨¢ntate¡±.
C. U. Los inversionistas tampoco son buenos para el mercado porque luego lo subastan todo.
P. ?Qu¨¦ les parece la proliferaci¨®n de ferias en torno a Arco?
J. A. Lo detesto. Que las hagan en otros momentos. En Basilea siempre hab¨ªa una, Liste, que era la alternativa para los que no entraban. La visit¨¢bamos todos. En Miami hay ahora 35 ferias. Absurdo. La gente ya no sabe por d¨®nde tirar. Hasta en los hoteles hay. Una vez le dije al director de Miami: ¡°Dile al alcalde que, si sigue dando permisos, t¨² te vas a otra ciudad¡±.
C. U. Lo bueno de las ferias de selecci¨®n es que lo que est¨¢ ah¨ª tiene un marchamo de calidad. Lo otro puede convertirse en una m¨¢quina de hacer cacharros.
P. ?Repasar Arco servir¨ªa para ver la evoluci¨®n del arte en estos 35 a?os?
J. A. Las galer¨ªas damos en cada momento la imagen de lo que est¨¢ ocurriendo.
C. U. Viendo res¨²menes de estos 35 a?os te das cuenta, por ejemplo, de que el artista m¨¢s presente en Arco en los ochenta es Saura. Dicho esto, una feria es un reflejo de la creaci¨®n, pero no un libro de arte.
P. ?Una feria es conservadora por definici¨®n? ?Se limita el riesgo porque hay que vender?
J. A. Cada uno refleja all¨ª su trabajo cotidiano. Yo voy a una feria a promocionar a mis artistas. Si vendo, tan contenta, pero yo he asistido a ferias en las que he vendido poco y hasta he perdido y he vuelto feliz porque han salido exposiciones o porque una de las cosas que he vendido ha ido a un gran museo.
C. U. T¨² has hecho incluso performances en tus stands. Las galer¨ªas que arriesgan tambi¨¦n arriesgan en las ferias.
"Los inversionistas tampoco son buenos para el mercado porque luego lo subastan todo", dice Carlos Urroz
J. A. Yo nunca digo: ¡°A ver si vendo esto que me ha sobrado del a?o y limpio el almac¨¦n¡±. Al contrario, siempre pido a los artistas que hagan algo nuevo para el stand. Los tengo amargaditos, pero ?qu¨¦ llevas a una feria de coches? Pues los ¨²ltimos modelos.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s ha cambiado en estos 35 a?os?
J. A. Al principio el p¨²blico era mayoritariamente espa?ol, entusiasmad¨ªsimo. Ahora es m¨¢s internacional.
C. U. Arco ha contribuido a educar el gusto respecto al arte contempor¨¢neo. Todos los coleccionistas que tienen entre 40 y 50 a?os empezaron viniendo como estudiantes. Una feria es m¨¢s interactiva si se compara con un museo ¡ªm¨¢s institucional¡ª o una bienal ¡ªm¨¢s te¨®rica¡ª. Adem¨¢s, en Arco est¨¢ todo: un picasso y un artista joven. Ese es su secreto.
P. ?Por qu¨¦ un coleccionista tendr¨ªa que ir a Arco si ya va a Basilea o a Londres?
J. A. El p¨²blico de Arco no lo tiene ninguna feria. Est¨¢ muy viva. Se nota en el ambiente.
C. U. Adem¨¢s, hay muchas galer¨ªas latinoamericanas que quieren presentar a un artista nuevo y no van a Basilea o a Par¨ªs, que tal vez son m¨¢s comerciales, pero est¨¢n en ciudades m¨¢s complicadas, m¨¢s caras.
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