Un grito teatral contra los prejuicios y el acoso escolar
'El peque?o poni¡¯, de Paco Bezerra, aborda el problema en un montaje dirigido por Luis Luque
Se terminan los aplausos y los actores regresan a los camerinos. El p¨²blico se dispone a salir del teatro. Sobre el escenario solo queda una mochila de estridentes colores y la imagen de un caballito con coleta en la cabeza. Todo un s¨ªmbolo contra los prejuicios sociales, a favor de la diferencia, una reflexi¨®n sobre el miedo y la libertad, alegato contra el acoso escolar que sufren miles de ni?os. El autor teatral Paco Bezerra y el director Luis Luque han unido fuerzas y entusiasmo para llevar a escena El peque?o poni, una historia inspirada en un caso real ocurrido en Estados Unidos en 2014 y que est¨¢ protagonizada por Roberto Enr¨ªquez y Mar¨ªa Ad¨¢nez. La obra, estrenada el fin de semana pasado en Alcal¨¢ de Henares (Madrid), est¨¢ de gira por todo el territorio espa?ol y terminar¨¢ el pr¨®ximo verano en el teatro Bellas Artes de Madrid, donde tiene previsto abrir temporada estar en cartelera dos meses.
El peque?o poni surge de un taller que organiz¨® Paco Bezerra (Almeria, 1978) cuando ley¨® una noticia que le dej¨® noqueado, sin aliento. En un colegio de Estados Unidos, un ni?o de nueve a?os fue obligado a abandonar la escuela tras el brutal acoso y ataques f¨ªsicos que sufr¨ªa por llevar una mochila con el dibujo animado de la serie My Little Pony (Mi peque?o poni). La direcci¨®n del centro consider¨® ¡°detonante de acoso¡± el hecho de que el ni?o acudiera con esa mochila que distorsionaba al resto de sus compa?eros. ¡°Llevaba tiempo buscando una manera de abordar el acoso escolar y ese suceso real me dio las herramientas para poder hacerlo, me estructur¨® la historia desde d¨®nde empezar¡±, explica Bezerra, que junto al director de la obra, Luis Luque, madrile?o de 43 a?os, ha ido depurando el texto, cambiando escenas, reflexionando sobre la puesta en escena. Un trabajo conjunto con el que el premio Nacional de Escritura Dram¨¢tica en 2009 abandona la soledad de la escritura, buscando nuevas formas de investigaci¨®n y enfrent¨¢ndose a los problemas de la producci¨®n. No es la primera vez que Bezerra, un hombre meticuloso, y Luque, todo un perfeccionista, colaboran. Ya lo hicieron con La escuela de la desobediencia, Ahora empiezan las vacaciones o El se?or Ye ama a los dragones, pero con El peque?o poni han dado un cruzado una frontera y se han zambullido en una manera diferente de enfrentar la creaci¨®n teatral. Junto a los actores y espectadores han ido dando forma a este montaje tan delicado y po¨¦tico sobre uno de los dramas m¨¢s terribles en el que viven muchos ni?os.
El peque?o poni se centra en los padres del ni?o acosado y c¨®mo se enfrenta cada uno de ellos al problema que sufre su hijo. El padre apoya la libertad del chico, mientras la madre centra toda su preocupaci¨®n en su seguridad. Es, como defiende Bezerra, el teatro de la confrontaci¨®n de ideas. ¡°Seguridad frente a libertad, dos conceptos diferentes, como si no pudiesen existir en armon¨ªa¡±, se lamenta. ¡°El ni?o sufre el acoso y en su casa no se ponen de acuerdo en c¨®mo enfrentarse a ello. No se consiente la diferencia. Todo lo que le ocurre a ese ni?o es que es distinto. Vivimos en una dictadura de comportamiento y pensamiento, en una dictadura de la normalidad. Cada vez se aguantan menos las diferencias. Hay mucho miedo a ser distinto. La educaci¨®n busca la mediocridad y no se refuerza la particularidad de cada uno¡±, denuncia Bezerra, espantado ante la realidad de que muchos de esos ni?os terminen camuflados, apartados.
Luis Luque fue un ni?o acosado. Lo confiesa clara y directamente. ¡°A m¨ª no me ha dejado huella pero yo en la escuela sufr¨ª insultos, empujones y vac¨ªo. Qu¨¦ frase peligrosa es esa de ¡®es cosa de ni?os¡±, explica Luque, quien pone el acento en la denuncia sobre la voluntad de ser aceptado. ¡°Las diferencias se pagan, uno busca siempre la protecci¨®n de la mayor¨ªa, del colectivo. Hay mucha soledad en los ni?os. Hay que pensar siempre en ellos, en la manera de protegerles haci¨¦ndoles libres. Es un canto a la soledad infantil y es ah¨ª donde la historia entronca conmigo¡±.
Los dibujos del peque?o poni se han convertido en un grito contra la ceguera, la ineptitud y los prejuicios sociales de los adultos. Sin quererlo, esta serie de animaci¨®n es ya un s¨ªmbolo de la magia de la amistad y los valores del compa?erismo. La solitaria mochila que queda en el escenario lo dice todo.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.