Patricio Pron: ¡°Juzgar una obra por la moral de su autor es empobrecedor¡±
El argentino aborda la relaci¨®n entre literatura y pol¨ªtica en su nueva novela, ambientada en un congreso de escritores fascistas
Para no perder la costumbre, el escritor Patricio Pron ha publicado su nueva novela con otro largo t¨ªtulo, No derrames tus l¨¢grimas por nadie que viva en estas calles (Penguin Random House), a riesgo de que, como le cuentan sus amigos libreros, haya quien pregunte por obras ignotas, como No derrames tus l¨¢grimas en la lluvia en los comienzos de la primavera, bromea. ¡°Lo de averiguar el nombre es un juego para los lectores¡±, dice el autor argentino (Rosario, 1975). Tiene mucho de juego esta novela sobre un ficticio congreso de escritores e intelectuales fascistas que se celebra en Pinerolo, al suroeste de Tur¨ªn, en abril de 1945, en los estertores de la II Guerra Mundial. ¡°Entre los entretenimientos del libro, est¨¢ la incertidumbre entre lo real y lo no real, porque cuento hechos ficticios y otros que no lo son, y parte de los personajes fueron reales y otros no¡±.
Pron cree que el debate sobre si en las novelas hay que dejar claro que lo que se narra es historia o historiado ¡°es algo muy espa?ol, fuera de aqu¨ª no tiene tanta importancia¡±. El escritor de los relatos La vida interior de las plantas de interior (2013) vivi¨® tres semanas en la zona de su inventado congreso, ¡°lo que hizo que la novela fuera distinta, me influy¨®¡±. Aunque esa labor de documentaci¨®n no siempre fuera fruct¨ªfera: ¡°Me gast¨¦ un dinero considerable en libros para saber qu¨¦ se com¨ªa en aquella ¨¦poca de carest¨ªa en el norte de Italia¡ pero luego nadie come en mi novela¡±.
Con No derrames tus l¨¢grimas¡ le interesaba a Pron abordar ¡°la relaci¨®n entre pol¨ªtica y literatura y entender a escritores interesantes pero cuyas decisiones pol¨ªticas est¨¢n en las ant¨ªpodas de las m¨ªas¡±. Para ello sit¨²a a sus personajes ¨Citalianos, alemanes, espa?oles¡¨C en una esperp¨¦ntica asamblea que acaba tras su primera jornada por una misteriosa muerte. 30 a?os despu¨¦s de esos hechos, un joven perteneciente al grupo terrorista de las Brigadas Rojas los investiga. Ese hombre tuvo un padre partisano y tendr¨¢ un hijo okupa, lo que le permite a Pron reflexionar sobre ¡°la violencia pol¨ªtica y su legitimidad o carencia de ella¡ y de la transformaci¨®n del arte en pol¨ªtica y de la pol¨ªtica en crimen a lo largo del siglo XX¡±. M¨¢s all¨¢ de ese pensamiento, le movi¨® ¡°la necesidad de advertir que hay que volver la vista sobre el pasado reciente para no repetirlo¡±.
Argentino german¨®filo residente en Espa?a
Patricio Pron naci¨® en 1975 en Rosario (Argentina). Es doctor en Filolog¨ªa Rom¨¢nica por la Universidad de Georg-August de G?tting en (Alemania). En la actualidad reside en Madrid.
Su trabajo ha sido premiado en numerosas ocasiones. En 2004, recibi¨® el Premio Juan Rulfo de Relato.
Las obras de Pron han sido traducidas al ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n, italiano, chino, noruego y neerland¨¦s.
Entre sus libros m¨¢s recientes se encuentran el volumen de relatos La vida interior de las plantas de interior (2013), el ensayo El libro tachado y las novelas El esp¨ªritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia o Nosotros caminamos en sue?os.
En ese disparatado congreso tienen el protagonismo los futuristas. ¡°Fue la primera vanguardia y su influencia se proyecta hasta hoy. Es el movimiento que estuvo m¨¢s cerca de integrar arte y vida. Los futuristas y los fascistas se abrazaron porque eran pretendidamente revolucionarios y se opon¨ªan al pasado. Los futuristas eran, sin duda, incre¨ªblemente divertidos¡±, afirma.
Cr¨ªtico literario
??Pero se puede ser un gran artista o un notable escritor siendo a la vez un fascista? ¡°Hay quien tiene razones para desde?ar a Louis-Ferdinand C¨¦line por su antisemitismo, por ejemplo. Tendemos a juzgar las obras de arte por la moral de sus autores pero ser¨ªa empobrecedor a la larga porque nos perder¨ªamos buena parte de la literatura del siglo XX. Ese criterio nos obligar¨ªa a leer solo a autores con los que simpatizamos pol¨ªticamente, aunque quiz¨¢s no sean buenos¡±, asegura quien ejerce de cr¨ªtico literario en el suplemento Babelia. Siguiendo con ese ejemplo, pero en el caso de Espa?a, porque en su libro aparecen Eugenio d¡¯Ors y Rafael S¨¢nchez Mazas, apunta: ¡°Creo que hay m¨¢s inter¨¦s por los escritores fascistas espa?oles, que produjeron en algunos casos textos rompedores, que por los que perdieron la guerra, que eran m¨¢s convencionales¡±.
De ese pasado de guerras, al papel de los escritores en la era de Facebook y Twitter. ¡°La multiplicaci¨®n de voces, con millones de personas en las redes sociales, resta influencia a los intelectuales pero no lo veo como un retroceso¡±. Precisamente, en sus colaboraciones con El Pa¨ªs Semanal, es habitual que Pron escriba sobre historias que conoce a trav¨¦s de la Red. ¡°Internet es muy complejo y a¨²n no sabemos qu¨¦ influencia va a ejercer en nosotros. Es cierto que hay fen¨®menos que dan cuenta de un empobrecimiento de la discusi¨®n pol¨ªtica pero tambi¨¦n hay nichos de pensamiento duro¡±. El autor no cree, como public¨® la actriz Clara Lago en este peri¨®dico el pasado domingo, que Internet sea ¡°una ciudad sin ley¡±, sino que es ¡°una magn¨ªfica caja de resonancia de lo mejor y lo peor que podemos ser¡±.
Para concluir con el juego de difuminar la frontera entre realidad y ficci¨®n, las ¨²ltimas p¨¢ginas de No derrames tus l¨¢grimas¡ son un ¨ªndice de ¡°personas mencionadas¡± que Pron aprovecha para lanzar dardos contra varias de ellas con mucho humor: ¡°Es considerado uno de los mejores cuentistas italianos del siglo XX, lo que constata el estado calamitoso de ese g¨¦nero en Italia¡±, comenta de uno. ¡°Este tipo de ¨ªndices suelen ser aburridos. Me interesaba decir que hay otra forma de escribirlos, y poner de manifiesto la insignificancia de la vida de los escritores, que en el mejor de los casos concluye con una l¨ªnea en un diccionario¡±. S¨®lo con los t¨ªtulos de sus apreciadas novelas El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan o El esp¨ªritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia, Pron merecer¨¢ necesariamente m¨¢s de dos l¨ªneas.
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