Fotos salvadas, memoria recuperada
Una fundaci¨®n compra 1.579 negativos de vistas de Espa?a de principios del siglo XX a un coleccionista que las vend¨ªa a la pieza en Internet
Unos ni?os que parecen modelos de Sorolla chapotean en la orilla de una playa de La L¨ªnea, con el pe?¨®n de Gibraltar al fondo; un vaquero con una pierna de palo posa orgulloso con su vaca junto al acueducto de los Ca?os de Carmona, en Sevilla; delante de la Puerta de San Cipri¨¢n, en Segovia, un grupo de personas charla con un hombre montado en un burro que soporta dos enormes alforjas... Son estampas que despiertan una sonrisa al contemplarlas, las que recuerdan la Espa?a atrasada y analfabeta de comienzos del siglo XX. Son tres de las preciosas im¨¢genes de plazas, monumentos, edificios, paisajes y gentes que un coleccionista vend¨ªa por Internet a 25 euros la pieza¡ hasta que la Fundaci¨®n Anastasio de Gracia (Agfitel), promovida por el sindicato UGT y dedicada a la recuperaci¨®n y conservaci¨®n del patrimonio documental y gr¨¢fico en los sectores del metal y la construcci¨®n, entr¨® en contacto con este particular y, tras unas complicadas negociaciones, logr¨® convencerle para comprarle 1.579 negativos de acetato por 10.000 euros.
"Una fotograf¨ªa de la antigua f¨¢brica de armas de Oviedo nos puso sobre la pista", dice a EL PA?S el coordinador del centro documental de Agfitel, Jos¨¦ Mar¨ªa Ur¨ªa. "Analizando los datos recopilados, creemos que esta persona deb¨ªa de tener m¨¢s de 11.700 negativos, as¨ª que solo hemos podido rescatar algo m¨¢s del 10% de un valioso fondo que se ha destrozado". Entre las piezas salvadas, "datadas aproximadamente entre 1904 y 1929", hay, por ejemplo, 145 instant¨¢neas de la ciudad de Alicante, 142 de Salamanca, 125 de Sevilla, 108 de Zaragoza, pero tambi¨¦n dos de Andrach (isla de Mallorca), dos de Cangas de On¨ªs (Asturias), tres de Loyola (Guip¨²zcoa), dos de El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz), dos de Valdemora (Le¨®n)¡ lo que da una idea de la amplitud y variedad de la colecci¨®n original, que estaba organizada por poblaciones.
Ese gran tesoro fotogr¨¢fico perteneci¨® al archivo de una empresa familiar, la Fototipia Thomas, fundada en Barcelona, en 1880, por Josep Thomas i Bigas, "un innovador de las t¨¦cnicas de impresi¨®n en Espa?a". La fototipia era "un sistema fotomec¨¢nico que se desarroll¨® sobre todo en Catalu?a, por la revoluci¨®n industrial, y en Valencia, por la carteler¨ªa", explica Juan Manuel S¨¢nchez Vigil, profesor de la Facultad de Documentaci¨®n de la Universidad Complutense de Madrid. La empresa de Josep Thomas funcion¨® hasta principios de los a?os cincuenta del siglo XX y tuvo su negocio, primero, en las revistas ilustradas y, a partir de 1900, fundamentalmente en la impresi¨®n de postales de vistas de Espa?a. "Como hab¨ªa una tasa tan alta de analfabetismo, la gente se informaba de c¨®mo era su pa¨ªs y de aquello que no pod¨ªan ver a trav¨¦s de esas tarjetas", a?ade S¨¢nchez Vigil. "De 1900 a 1905 fue la ¨¦poca dorada de las postales, que se compraban en carteritas con 10. Hab¨ªa todo tipo de colecciones: desnudos, animales, retratos de intelectuales y colecciones curiosas, como la secuencia de un ni?o haciendo una carambola jugando al billar".
La Fototipia Thomas es el paradigma de c¨®mo se requiri¨®, para la producci¨®n en masa de postales, "del trabajo de los mejores fot¨®grafos espa?oles del primer tercio del siglo XX", subraya el profesor S¨¢nchez Vigil. Aquellos profesionales eran los continuadores de Charles Clifford y Jean Laurent, los extranjeros pioneros de la fotograf¨ªa en la Espa?a de Isabel II y que viajaron por todo el pa¨ªs. "El encuadre es impecable, las fotos tienen una gran calidad y adem¨¢s hab¨ªa despu¨¦s una labor de retoque que hac¨ªan dibujantes profesionales. Un ejemplo es el fot¨®grafo valenciano Antonio Garc¨ªa, para quien trabajaba Sorolla, que despu¨¦s ser¨ªa su yerno".
En 1975, el edificio que albergaba la Fototipia Thomas se vendi¨®. Su valioso archivo fotogr¨¢fico "se disgrega entre particulares, anticuarios, entidades¡", declara la coordinadora del departamento de Documentaci¨®n e Investigaci¨®n del Institut d'Estudis Fotogr¨¤fics de Catalunya (IEFC) en Barcelona, Laia Foix. Esta sociedad cultural privada sin ¨¢nimo de lucro logr¨® entonces comprar unos 22.000 documentos del archivo Thomas, sobre todo placas de vidrio. En lo adquirido no hab¨ªa, salvo casos contados, el tipo de fotos recuperadas ahora por Agfitel. "Compramos, por ejemplo, un repertorio sobre el Museo del Prado de unos 700 negativos; fotos para prensa y revistas art¨ªsticas¡". El IEFC posee un fondo con m¨¢s de 800.000 im¨¢genes entre placas, negativos, fotos en papel¡
En la sede madrile?a de Agfitel est¨¢n exultantes con sus 1.579 negativos rescatados, para los que se ha iniciado un proceso de conservaci¨®n, "aunque se encontraban en un estado envidiable", apunta Ur¨ªa mientras sostiene uno con unos guantes de l¨¢tex. Para empezar, los originales se depositar¨¢n, envueltos en un papel especial, en peque?as cajas fabricadas espec¨ªficamente para ese tama?o. En las cajas compradas al coleccionista se encontraban uno encima de otro, pero ahora se pondr¨¢n en vertical. M¨¢s adelante comenzar¨¢ una labor casi arqueol¨®gica: averiguar los nombres de todos los fot¨®grafos y la fecha de esos trabajos. "En a?o y medio esperamos que todo est¨¦ digitalizado y al alcance del p¨²blico en nuestra web", afirma Ur¨ªa. Ser¨¢ la mejor forma de dar a conocer c¨®mo eran muchos rincones de pueblos y ciudades de Espa?a que el desarrollo urban¨ªstico transform¨® y de los que hoy queda el deleite de su contemplaci¨®n en una luminosa foto en blanco y negro.
Babelia
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