Iker, Bert¨ªn y el fantasma de Mourinho

Iker Casillas nunca fue un portero tan completo como, pongamos, Buffon. Pero hac¨ªa milagros como nadie, incluidos los que dieron la Novena al Madrid o el Mundial a Espa?a. Como en el deporte la memoria es corta, y los milagros dependen de la fe, cuando Casillas perdi¨® la fe, o le hicieron perderla, no volvi¨® a ser el mismo. As¨ª que su club acab¨® pagando para que se fuera al Oporto por la puerta de atr¨¢s.

Bert¨ªn Osborne no es un entrevistador tan profesional como, pongamos, I?aki Gabilondo. Pero a su manera tambi¨¦n saca partido de sus visitados. Y hace milagros con la audiencia. Su simpat¨ªa y espontaneidad funcionan. Es quiz¨¢s algo chapado a la antigua, pero muy aut¨¦ntico. A Bert¨ªn tambi¨¦n se le han complicado los milagros, por la feroz competencia (El Pr¨ªncipe, Buscando el norte) en la noche de los mi¨¦rcoles.

Esta vez, En la tuya o en la m¨ªa (La 1) visit¨® a Casillas en su piso de Oporto, lujoso sin excesos. Mientras el tema fueron sus recuerdos de infancia o sus muchos ¨¦xitos, la conversaci¨®n discurri¨® por el terreno de lo amable, a ratos de lo entra?able. Pero cuando sali¨® el inevitable tema de su enfrentamiento con Mourinho, fue Bert¨ªn quien se calent¨®: el entrenador era una "cat¨¢strofe" que solo causaba incendios, dijo, entre ellos la suplencia y humillaci¨®n del h¨¦roe de Sud¨¢frica. Iker estuvo comedido, y afirm¨® que aceptaba la suplencia con deportividad.

Pero dej¨® bien claro que el detonante de su ostracismo no fue deportivo, sino su conversaci¨®n con Xavi y Puyol, tras unos cl¨¢sicos muy broncos, para salvar el cacareado se?or¨ªo y la paz en la Roja, lo que contraven¨ªa la estrategia guerrillera de su jefe. A partir de ah¨ª, aunque se march¨® el t¨¦cnico portugu¨¦s, el ambiente segu¨ªa "viciado". No quiso Iker culpar de ello al presidente, Florentino P¨¦rez, o ser¨¢ que Bert¨ªn no le pregunt¨® por ¨¦l, as¨ª que el portero justific¨® su decisi¨®n de marcharse en la dolorosa divisi¨®n en la grada del Bernab¨¦u.

Incluso cont¨® Casillas que la ¨²ltima vez que se vio con Mourinho, en un Oporto-Chelsea, se saludaron cordialmente. Ese detalle enfad¨® al conductor del programa: "?T¨² por qu¨¦ le saludas!", protest¨® (en otro momento le hab¨ªa preguntado por qu¨¦ no lo agarr¨® del cuello).

Luego pasaron a la cocina, donde ninguno se desenvuelve con soltura (el m¨¢s rancio t¨®pico sexista es la norma en este programa). Se sum¨® brevemente Sara Carbonero, que solt¨® a su marido: "Ser¨¢ la primera vez que enciendes la vitrocer¨¢mica" (a Bert¨ªn le cuesta tambi¨¦n en su propia casa, como vimos en programas anteriores). Los tres comentaron el beso m¨¢s famoso de la historia reciente, el de Sud¨¢frica, y Osborne se interes¨® por su segundo hijo, que viene de camino, al que tampoco pondr¨¢n Iker aunque ese nombre est¨¦ ahora tan de moda gracias a ¨¦l.

Al final, mientras jugaban al mus, fue Iker el que pregunt¨® a Bert¨ªn c¨®mo ve al Madrid actual, y no al rev¨¦s. El cantante y presentador admiti¨® ver negro alg¨²n t¨ªtulo este a?o, aunque dio un voto de confianza a Zidane. ?ltima pregunta inc¨®moda de Osborne al portero: ?el mejor jugador del mundo? Casillas fue diplom¨¢tico: entre Messi y Cristiano "tengo que quedarme con Cristiano".

No fue la entrevista de Iker con Gabilondo en Canal + en 2014, que levant¨® polvareda y pudo precipitar su salida pese a que el deportista mide mucho sus palabras. Pero fue un buen programa, aunque dos horas y media son muchas para los que tenemos que madrugar. Sirvi¨®, adem¨¢s, para que En la tuya o en la m¨ªa recuperara esta semana el liderazgo de audiencia con m¨¢s de cuatro millones de espectadores, un 24,5% de la audiencia, un poco por delante de El pr¨ªncipe y casi doblando a Buscando el norte.

Confirmado: Casillas estar¨¢ lejos de sus mejores momentos, pero sigue mostr¨¢ndose como un tipo majo, alejado del divismo, que podr¨ªa dar algunas lecciones de se?or¨ªo al fantasma portugu¨¦s de t¨®xico recuerdo que sobrevolaba todo el rato la conversaci¨®n.