Las c¨¢maras que retrataron el poder y la miseria del siglo XX
La agencia fotogr¨¢fica de Hermanos Mayo capt¨® momentos convulsos de la Espa?a de la Guerra Civil y la sociedad mexicana
Retrataron a David Alfaro Siqueiros, Salvador Allende o Le¨®n Trotski. Fueron los elegidos para inmortalizar la boda de Agust¨ªn Lara y Mar¨ªa F¨¦lix o para acompa?ar al presidente de M¨¦xico, Luis Echeverr¨ªa, en su encuentro con el mandatario estadounidense Gerald Ford. Las c¨¢maras de Hermanos Mayo no solo captaron los acontecimientos m¨¢s importantes de buena parte del M¨¦xico del siglo XX, sino tambi¨¦n de aquella Espa?a que se part¨ªa en dos con la Guerra Civil.
Negativos que narran la historia y ponen rostros a los protagonistas de la matanza de Tlatelolco, en 1968, o al terremoto de M¨¦xico de 1985, y al exilio republicano o las sangrientas batallas en Espa?a. Pero Hermanos Mayo, una agencia fotogr¨¢fica formada por dos grupos de hermanos, los Souza y los Del Castillo, no solo retrat¨® la historia, sino que tambi¨¦n la sufri¨®. Tras el triunfo de la dictadura, tuvieron que huir de aquella Espa?a que hab¨ªan inmortalizado y, como muchos otros de sus compatriotas, encontraron en M¨¦xico su refugio. Captaron la barbarie de la Guerra Civil espa?ola desde el bando republicano, lo que, tras su derrota, los convirti¨® autom¨¢ticamente en perseguidos.
¡°Mis hermanos el ¨²nico fusil que agarraron fue la c¨¢mara¡±, relata Pablo del Castillo quien, a sus 93 a?os, es junto a Julio Souza el ¨²nico superviviente de los Hermanos Mayo. ?l no retrat¨® aquella guerra. Ten¨ªa 13 a?os cuando comenz¨®. Ni tampoco dej¨® atr¨¢s Espa?a nada m¨¢s terminar el conflicto. Sufri¨® la dureza de la posguerra y el llevar asociado a su nombre el apellido Del Castillo. Se?alado tras la victoria de Franco, resisti¨® nueve a?os en la Espa?a de la dictadura despu¨¦s de la partida de los Mayo.
Permanece imborrable en su memoria aquel estudio fotogr¨¢fico que mont¨® en el Paseo de las Delicias de Madrid. Un tiempo de carest¨ªa que termin¨® cuando su hermano Faustino movi¨® hilos desde M¨¦xico para que el Gobierno de la dictadura le permitiese salir de Espa?a y encontrarse as¨ª con ¨¦l al otro lado del Atl¨¢ntico.
Incorporado, en M¨¦xico, a la agencia de Hermanos Mayo, que permaneci¨® viva hasta 1994, Pablo del Castillo descubri¨® en este pa¨ªs lo que era ser un fot¨®grafo venerado. ¡°?ramos los m¨¢s famosos¡±, confiesa. Acompa?aban al presidente, hac¨ªan las fotos de la ¨¦lite cultural mexicana, al mismo tiempo que retrataban la pobreza y captaban las protestas de aquellos convulsos a?os, contrariando, no en pocas veces, al poder establecido. ¡°Cu¨¢ntas veces nos corrieron porque nuestro trabajo no les gustaba a los dirigentes. En el 68, durante la matanza de Tlatelolco, nos tuvimos que meter en casas porque quitaban los carretes de los fot¨®grafos. Yo me met¨ª en el edificio de Relaciones Exteriores, vino un coche, le di todo el material y salv¨¦ las fotograf¨ªas¡±, rememora.
Im¨¢genes hist¨®ricas
Im¨¢genes perseguidas que solo pudieron ser salvadas gracias a la astucia de este retratista. Y este es solamente uno de tantos ejemplos, en los que inmortaliz¨® momentos que el poder establecido no quiso que pasasen a la posteridad. ¡°Siempre llevaba en un bolsillo carretes sin usar, cuando me los ped¨ªan entregaba esos como si estuviese enfadado¡±, cuenta jocoso. Im¨¢genes hist¨®ricas, en algunos casos ¨²nicas, que ocupan un lugar central en el Archivo General de la Naci¨®n, situado en Ciudad de M¨¦xico. Y es que la de Hermanos Mayo es su colecci¨®n fotogr¨¢fica m¨¢s importante, la mejor ordenada y la que se remonta a a?os en los que apenas se conservan instant¨¢neas.
Ganadores en dos ocasiones del Premio Nacional de Fotograf¨ªa, los Hermanos Mayo publicaron sus instant¨¢neas en los peri¨®dicos m¨¢s destacados de la ¨¦poca. Ahora, Novedades o Ya fueron rotativos que dieron testimonio del M¨¦xico del siglo XX con sus im¨¢genes en blanco y negro.
Aunque no les un¨ªan a todos lazos de sangre, Hermanos Mayo acabaron siendo una familia. De hecho, es dif¨ªcil discernir qui¨¦n de los cinco tom¨® cada fotograf¨ªa. Todos firmaban igual: Hermanos Mayo. Eran uno solo y de hecho, hoy, Pablo sigue refiri¨¦ndose a sus compa?eros como hermanos.
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