I?¨¢rritu y la controversia racial, estrellas de los Oscar 2016

La gala de los premios Oscar, que se celebra esta madrugada en el teatro Dolby de Los ?ngeles, parece que ser¨¢ una competici¨®n entre El renacido (12 nominaciones), Spotlight (seis) y La gran apuesta (cinco). Los Globos de Oro, los Bafta y el m¨¢ximo galard¨®n del Sindicato de Directores fueron para la primera; la segunda gan¨® el premio del Sindicato de Actores (la profesi¨®n mayoritaria entre los votantes de la Academia), y la tercera, el trofeo del Sindicato de Productores, que desde 2007 siempre ha coincidido con el premio de la Academia.

Sin embargo, en la ola victoriosa parece estar montado el drama prewestern de Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, encabezado por Leonardo ¡ª¡°ahora s¨ª que me lo llevo¡±, parece tener inscrito¡ª DiCaprio. Si el mexicano gana la estatuilla a la mejor direcci¨®n, ser¨ªa el tercer cineasta en lograr dos seguidas, tras John Ford y Joseph L. Mankiewicz. Sumada la de Alfonso Cuar¨®n con Gravity, M¨¦xico llevar¨ªa tres consecutivas. Puede que la Academia apueste en este apartado por George Miller y su Mad Max: furia en la carretera (10 candidaturas), como homenaje a un veterano que ha dado un bofet¨®n a todas las siguientes generaciones de directores de acci¨®n, y deje a El renacido para el Oscar principal.

Ha sido una campa?a rara la de los Oscar 2016. Con momentos tan surrealistas como que un gran estudio tuviera que negar p¨²blicamente que un oso violaba en pantalla a la estrella de su pel¨ªcula (s¨ª, eso pas¨®). Es tambi¨¦n la ceremonia del boicot, porque la Academia es maestra en el arte de pegarse un tiro en el pie. Con un maestro de ceremonias como Chris Rock, y con la posibilidad de que una pel¨ªcula como Straight Outta Compton, sobre los inicios del grupo rapero NWA, entrara en las principales candidaturas, la temporada de premios se promet¨ªa tranquila en Hollywood, aplacando protestas sobre falta de diversidad ¨¦tnica. Pero los propios acad¨¦micos son mucho m¨¢s conservadores que su instituci¨®n, y la lectura de candidaturas prendi¨® la mecha: a la ausencia end¨¦mica de mujeres en los puestos de mayor poder en el cine, se sumaba la blanquedad de las candidaturas a los Oscar. Un buen ejemplo de este desbarajuste es Creed: director y protagonistas negros sin candidatura, secundario blanco (Sylvester Stallone) finalista¡­ y con grandes posibilidades de llevarse el Oscar.

Por mucho que en un esfuerzo final, la Academia haya cambiado sus reglas internas (para rejuvenecer la edad de sus miembros), el problema no es ese, sino Hollywood, como bien apuntaban voces autorizadas como Will Smith, excluidos de los Oscar: ¡°No voy contra la Academia, aunque tenemos un problema. No podemos dejar que esta diversidad y esta belleza de lo diferente que cobija Am¨¦rica se nos escape, y Hollywood tiene la responsabilidad de reflejarlo y de ser l¨ªder en la creaci¨®n de contenidos diversos¡±. El ¨²ltimo en sumarse al boicot es Anohni (antes Antony Hegarty), la cantante transg¨¦nero que no ha sido invitada a interpretar su canci¨®n candidata al Oscar.

Las apuestas seguras son Leonardo DiCaprio, Stallone y Brie Larson en la interpretaci¨®n (actriz secundaria estar¨¢ entre Kate Winslet y Alicia Vikander), el guion original de Spotlight y el adaptado de La gran apuesta; el director de fotograf¨ªa Emmanuel Lubezki por su labor en El renacido (y ganar¨ªa el tercer oscar seguido); Amy, de Asif Kapadia, como mejor largo documental, y la h¨²ngara El hijo de Sa¨²l, de L¨¢szl¨® Nemes, a mejor pel¨ªcula de habla extranjera. Y en el patio de butacas, una presencia extra?a, la del Claude Lanzmann, el director de Shoah, el gran documental sobre el Holocausto: es el protagonista del corto documental favorito en su candidatura, y ¨¦l mismo ha apoyado en diversas ocasiones el retrato del campo de exterminio de Auschwitz mostrado en El hijo de Sa¨²l. Todo este c¨®ctel ser¨¢ manejado por Chris Rock.