La mirada ir¨®nica del joven Masats

Cuando a¨²n era un veintea?ero aficionado a la fotograf¨ªa y, poco despu¨¦s, en sus inicios como profesional, el catal¨¢n Ram¨®n Masats (Caldes de Montbui, Barcelona, 1931) recorri¨®, en los a?os cincuenta, Catalu?a, Madrid, Andaluc¨ªa, Castilla, Pamplona¡­ retratando lo que le "interesaba y llamaba la atenci¨®n", as¨ª de sencillo. Una selecci¨®n de unas 40 im¨¢genes, buena parte in¨¦ditas, de aquellos tiempos de una Espa?a de miseria, curas y mujeres enlutadas, puede contemplarse hasta el 9 de abril en la galer¨ªa Blanca Berl¨ªn, de Madrid.

"Yo ten¨ªa claro que quer¨ªa ser fot¨®grafo", dice Masats, aunque el espaldarazo lo recibi¨® cuando ense?¨® sus fotos de los Sanfermines a sus colegas y amigos de la denominada Escuela de Barcelona, como Ricard Terr¨¦, Xavier Miserachs y Oriol Maspons. Fue este quien m¨¢s le anim¨® a irse a Madrid para mostrar su trabajo al director de la revista Gaceta ilustrada, que le empez¨® a hacer encargos. Y hasta hoy en la capital. "Ya no s¨¦ si soy m¨¢s catal¨¢n o madrile?o". De ¨¦l ya dec¨ªan entonces que era moderno para la ¨¦poca, una opini¨®n que corrobora la galerista Blanca Berl¨ªn: "Su trabajo ten¨ªa madurez incluso cuando a¨²n no era profesional. Ram¨®n era un transgresor en la Espa?a de la fotograf¨ªa academicista". Hay pruebas de ello en esas im¨¢genes compuestas con un motivo en primer plano ¡ªya sea una mujer vestida de negro o un carro cargado de panes¡ª y de fondo una escena compuesta por varias personas que hacen cosas distintas.

Premio Nacional de Fotograf¨ªa en 2004, hoy retirado, Masats no da discursos t¨¦cnicos sobre sus fotos. Su estilo no es otro que el buen ojo para captar momentos extraordinarios: "Solo quer¨ªa ense?ar lo que me encontraba, lo que ve¨ªa de aquel pa¨ªs que era una mierda", a?ade en l¨ªnea con su fama de hombre nada nost¨¢lgico del pasado. Blanca Berl¨ªn apunta que su obra "no se encuadra en ninguna corriente, es un autor personal en el que se aprecia la influencia de Cartier-Bresson por lo certero que era en sus disparos. Ves sus im¨¢genes y piensas que podr¨ªan estar hechas hoy".

"No preparaba mis fotos", continua ¨¦l, "eran espont¨¢neas". Fot¨®grafo y galerista hicieron la selecci¨®n de las piezas expuestas, entre las que destacan las del ¨¦xtasis de los devotos de El Roc¨ªo, las fiestas populares, los sanfermines, composiciones geom¨¦tricas y sorprendentes bodegones, como el compuesto por un jam¨®n colgado de un techo que apunta a un florero sobre una mesa.

Uno de los atractivos de la exposici¨®n es poder ver piezas vintage, que positiv¨® el propio fot¨®grafo ("Hac¨ªa las copias por las noches en una habitaci¨®n") y no se hab¨ªan mostrado con anterioridad. Pero si hay una cualidad que comparten la mayor¨ªa de las fotos elegidas "es su iron¨ªa". "Me? planteaba hacer mis trabajos con ese sentido", a?ade. As¨ª, no puede uno evitar sonre¨ªr cuando ve a ese ni?o repeinado con chaqueta, corbata y gafas de sol que sostiene un paraguas en el mercado barcelon¨¦s de San Antonio (1955), o a esos monjes en Guadix (Granada) que caminan en fila india entre ¨¢rboles, todos con una pala en la mano; o el hombre que carga una corona de flores tan enorme que solo deja ver sus piernas.

Hoy con obra en el Museo Reina Sof¨ªa y en la Academia de Bellas Artes, Masats no era consciente entonces del car¨¢cter documental de su fotograf¨ªa. "No pens¨¢bamos que est¨¢bamos retratando una ¨¦poca", afirma de sus compa?eros de profesi¨®n. "Eso vino despu¨¦s", dice este autodidacta que se form¨® hojeando revistas de fotograf¨ªa durante el servicio militar, una afici¨®n por la que decidi¨® sisar dinero a su padre para comprarse su primera c¨¢mara. Autor de libros ic¨®nicos de la fotograf¨ªa espa?ola, como Neutral corner (sobre boxeo, con textos de Ignacio Aldecoa, 1962), Los Sanfermines (1963), Viejas historias de Castilla la Vieja (de 1964, con textos de Miguel Delibes); o Toro (1998, con el cr¨ªtico taurino Joaqu¨ªn Vidal), "su obra es un ejemplo para los j¨®venes fot¨®grafos de c¨®mo aprender a mirar", sostiene Blanca Berl¨ªn. "En una ¨¦poca en la que no exist¨ªan las c¨¢maras digitales, ¨¦l quitaba los elementos que le sobraban de la foto con su mirada concisa y certera".