El proceso indio

"El arte es una tonter¨ªa, una decepci¨®n en nombre de la est¨¦tica". La frase suena en forma de canci¨®n en Tribunal, interesante debut del joven director indio Chaitanya Tamhane (reserva del 87), pero casi parece una declaraci¨®n de principios. Tamhane ha compuesto una diatriba contra el sistema judicial de su pa¨ªs huyendo de cualquier detalle est¨¦tico o ret¨®rico, para centrarse ¨²nicamente en la ¨¦tica.

Una pel¨ªcula que roza la sistem¨¢tica documental, aunque sea una ficci¨®n, centrada en la acusaci¨®n a un modest¨ªsimo cantante protesta por haber conducido a un limpiador de alcantarillas al suicidio a causa de una estrofa de una de sus canciones. Imputaci¨®n que rozar¨ªa lo risible o lo pat¨¦tico si no fuera directamente tr¨¢gica.

En una l¨ªnea a¨²n m¨¢s austera que la israel¨ª Gett: el divorcio de Viviane Amsalen, con la que comparte cr¨ªtica y eternizaci¨®n del proceso, Tribunal se desarrolla, con rigurosidad formal extrema, a trav¨¦s de planos fijos que se alargan en el tiempo hasta la extenuaci¨®n (a veces con brillantez, como el del cierre del juzgado; a veces con un cierto capricho y/o voluntad de epatar), y contad¨ªsimos movimientos de c¨¢mara o de los personajes en el encuadre.

Como el caso es tan absurdamente injusto, apenas hay conflicto, y todo es blanco o negro. Sin embargo, la pel¨ªcula trasciende el proceso para acabar hablando de una tierra que se debate entre la tradici¨®n y la modernidad, entre las vacas y la tecnolog¨ªa, entre unas condiciones laborales antediluvianas y una aspiraci¨®n real a pa¨ªs emergente. O quiz¨¢ mejor: un pa¨ªs con carriles de coches que avanzan a toda velocidad mientras en paralelo van en bueyes por un camino empedrado. Como dice casi de pasada la fiscal del caso, sin acentuaci¨®n alguna por parte de Tamhane: "El acusado fue multado por la Ley de Espect¨¢culos Dram¨¢ticos de 1897...". India, entre el software y las castas.