Cine desde la c¨¢rcel

Hay momentos de la pel¨ªcula que confunden con toda raz¨®n. No se puede esperar menos de una producci¨®n inspirada en un documental, sobre un tema de total vigencia en Costa Rica y que encima utiliza entre sus actores a delincuentes de verdad en prisi¨®n. Este es el cuadro de Presos, la pel¨ªcula del costarricense Esteban Ram¨ªrez que da otro paso hacia una industria de este pa¨ªs centroamericano de poca, pero creciente cosecha propia. La cinta empez¨® el a?o con la satisfacci¨®n de haber apostado por un tema de fondo sin quedar condenado a videotecas o festivales. Se transmiti¨® en el prime time de la televisi¨®n abierta y estaba programada para proyectarse en salas de Colombia.

La historia de una joven de clase media que se enamora de un reo y conoce la crudeza de la c¨¢rcel?hasta acabar tentada por ella, ha calado en el p¨²blico costarricense, en la discusi¨®n local sobre el hacinamiento penitenciario y en el sector del audiovisual que apenas recibe ayuda del Estado y que tampoco deja ganancias como para referirse a una industria local. Recientemente se ha creado el fondo p¨²blico llamado El Fauno, de 500.000 d¨®lares.

Ram¨ªrez, un cineasta emp¨ªrico de 42 a?os y con tres largometrajes de corte social en su curr¨ªculo, se aventur¨® con menos de 600.000 d¨®lares y logr¨® materializar su guion de una manera que habr¨ªa sido imposible hace una d¨¦cada, seg¨²n la productora Amaya Izquierdo. ¡°Igual se trabaja con bajos costos, pero cada vez hay gente mejor formada dispuesta a salirse de su trabajo en publicidad. En Espa?a esta pel¨ªcula habr¨ªa costado tres millones de euros¡±, coment¨® Izquierdo desde su natal Madrid, adonde viaja a menudo por crear alianzas entre Costa Rica y Espa?a.

El filme es un ejemplo del robustecimiento del sector en Costa Rica. Fue capaz de obtener ¨¦xito en taquilla sin ser una comedia como Maikol Yordan de viaje perdido, la producci¨®n local que en 2015 se convirti¨® en la m¨¢s taquillera de Centroam¨¦rica, por encima de las pel¨ªculas de Hollywood.

Presos?nace de una alianza Costa Rica-Colombia, mediante la productora Cinetel con un buen conjunto t¨¦cnico, un guion comprometido y un financiamiento limitado, pero suficiente. Pasada la proyecci¨®n en Costa Rica, las cuentas llegan a 70.000 personas en ocho semanas en cartelera y 200.000 espectadores en televisi¨®n, adem¨¢s de los reos de la c¨¢rcel Gerardo Rodr¨ªguez, donde la pel¨ªcula se rod¨® y proyect¨®. Ahora tocar¨¢ el turno al p¨²blico colombiano.?

La pel¨ªcula tiene trazos de documental, una historia sencilla y un final sugerente y sorprendente, quiz¨¢s precipitado que recuerda que, al fin y al cabo, no es este un producto para consumo masivo. La inquietud se expres¨® en Twitter el domingo 31 de enero, cuando el Canal 6 transmiti¨® el largometraje mientras el canal de la competencia daba una pel¨ªcula con Will Smith.

¡°Obtuvo el doble de rating a la competencia sin ser una pel¨ªcula familiar ni graciosa ni light. Son cifras importantes que demuestran aceptaci¨®n y que son b¨¢sicas para poder hablar de una posible industria. Nosotros estamos haciendo nuestra parte y produjimos una pel¨ªcula bien valorada y bien criticada. Es un ejemplo de arte con posibilidades comerciales, porque si no llega a mucha gente, no tiene sentido¡±, explica Ram¨ªrez.

Es un proceso, resalta Amaya, evocando otras pel¨ªculas recientes como Princesas Rojas??(los viajes de una familia de izquierda en los a?os ideol¨®gicos 80 de Centroam¨¦rica), Viaje plumas (el encuentro de dos j¨®venes que se liberan de convencionalismos) o Por las plumas (una comedia negra ambientada en un corral de gallos de pelea), adem¨¢s del ¨¦xito desmesurado de la comedia de Maikol Yordan u otros dos largometrajes de Ram¨ªrez: Caribe y Gestaci¨®n.?