Snowden escondido
Se sent¨® el domingo frente a Ana Pastor ('El objetivo'). Lo pillaron en Rusia, donde Putin le est¨¢ sacando su buena tajada al asunto, despu¨¦s de que nadie lo quisiera en su suelo
El caso Snowden es, sin duda, uno de los jaques pol¨ªticos globales m¨¢s fascinantes en lo que llevamos de siglo. Este esp¨ªa, h¨¦roe de la traici¨®n, como lo definir¨ªa Javier Cercas, nos desvel¨® a trav¨¦s de The Guardian c¨®mo en la era del ciberespacio todas nuestras conversaciones telef¨®nicas, correos electr¨®nicos y actividades en redes son interceptadas por la NSA estadounidense, que, a su vez, vigila atentamente a los mandatarios del planeta.
Esta revelaci¨®n sirve de alerta al ciudadano de a pie, pero es alta traici¨®n para el Gobierno de Estados Unidos. Tanto que algunos de sus miembros, como es el caso de James Woolsey, exdirector de la CIA, lo quiere ver, literalmente, ¡°ahorcado¡±. Snowden se sent¨® el domingo frente a Ana Pastor (El objetivo). Lo pillaron en Rusia, donde Putin le est¨¢ sacando su buena tajada al asunto, despu¨¦s de que nadie lo quisiera en su suelo.
?Novedades? Pocas, m¨¢s all¨¢ de lo que tocaba: desmentir la inane y rid¨ªcula reacci¨®n de Rajoy cuando explot¨® el caso, neg¨¢ndolo todo con respecto a Espa?a. La estrategia G¨¹rtel, B¨¢rcenas, P¨²nica, y en ese plan hasta ahora, que le ha dado por negarse incluso a s¨ª mismo para formar Gobierno.
Sostiene Snowden lo obvio: que nos vigilan a todas horas. Did¨¢ctico, claro, contundente incluso en las sombras no convenientemente aclaradas sobre su conexi¨®n actual con la inquietante Rusia de Putin, no deja de fascinar su quijotismo punto com, ni la decisi¨®n que va a condenarle a bien vagar de escondite en escondite hasta que acabe sus d¨ªas o bien enfrentarse a la justicia de su pa¨ªs con consecuencias poco halag¨¹e?as. No est¨¢ nada mal que peri¨®dicamente recordemos esa batalla por la transparencia. Ni que dejemos en el olvido la turbia certeza de que, en pos de una poco probable seguridad ¡ªasombra c¨®mo la tozudez del mal hace siempre lo imposible por imponerse¡ª, se meriendan nuestras libertades.
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