Sergio Bezos: ¡°La revuelta¡¯ es el ¡®Cortylandia¡¯ de los mayores¡±
El c¨®mico, de 34 a?os, encargado de calentar al p¨²blico en el programa de David Broncano, cree que su humor se basa en la naturalidad y la falta de pretensiones: ¡°S¨ª, he podido madurar, pero tampoco he querido¡±
A las dos de la tarde del pasado martes, el teatro Pr¨ªncipe Gran V¨ªa de Madrid, donde se graba del tir¨®n La revuelta para emitirse, convenientemente editado, despu¨¦s del telediario de Televisi¨®n Espa?ola, bull¨ªa de gente haciendo cosas: reuni¨®n de guionistas en el s¨®tano, pruebas de c¨¢mara en la grada y el escenario, y algunos de los integrantes del p¨²blico merodeando ya por los alrededores, ansiosos porque empezara el espect¨¢culo, aunque las puertas no abren hasta las 17.00. Al entrar, al primero que se van a encontrar es a Sergio Bezos, el encargado de animarlos y seleccionar a los m¨¢s y menos graciosos. As¨ª, cuando Broncano hace su aparici¨®n estelar, el respetable ya est¨¢ dispuesto a darlo todo. Pero nosotros charlamos antes de todo eso, en el camerino de Bezos, un chisc¨®n min¨²sculo lleno de trastos y cachivaches, con un cartel gigantesco celebrando su reciente premio Ondas. Esta fue la conversaci¨®n. Las dos primeras preguntas las contest¨® tres d¨ªas despu¨¦s, por tel¨¦fono, tras el incidente por el que el programa rival, El hormiguero, frustr¨® la entrevistas de un invitado de La revuelta justo antes de salir a escena.
?A qui¨¦n quiere m¨¢s, a David Broncano o a Pablo Motos?
No puedo elegir. A David le quiero, trabajo con ¨¦l y es mi amigo. A Pablo no le conozco, pero tambi¨¦n he sido espectador de El hormiguero, y es un buen programa. Nosotros, el lunes, volveremos a hacer chistes. Tampoco es que sepamos hacer muchas m¨¢s cosas.
?Hay mucho culto al l¨ªder en La revuelta?
A ver, David Broncano es una persona que destaca porque es muy listo, pero lo mejor de ¨¦l es que escucha a todo el mundo, a gente tan lista como ¨¦l. Entonces es doblemente listo. Ah¨ª lo dejo.
David Broncano es una persona que destaca porque es muy listo, pero lo mejor de ¨¦l es que escucha a todo el mundo, a gente tan lista como ¨¦l¡±
Se apellida Bezos, ?le toca algo Jeff Bezos, el due?o de Amazon?
Pues vas a flipar, pero lo mismo s¨ª. Mi abuelo y su abuelo paterno, el padre de su padre adoptivo, son del mismo pueblo: Villafrech¨®s, en Valladolid. El abuelo de Jeff emigr¨® a Cuba, y el m¨ªo, no, pero, vamos, que tampoco somos tantos Bezos en Espa?a, unos 1.000, y puede que seamos primos cuartos o quintos.
Demasiados para repartir la herencia.
Con que me toque un 0,0000001% de la pasta de Jeff, me conformo. Pero ya he tenido ofertas. Cuando Amazon solo vend¨ªa libros, me contact¨® por Facebook una prima directa suya, una se?ora cubana que vive en Estados Unidos y que escribe poes¨ªa anticastrista, dici¨¦ndome que en Espa?a no vend¨ªa muchos libros y que si yo, que era famosete, la ayudaba a promocionarlos, me pagaba. Le respond¨ª que gracias, pero que, justo, el perfil de mis amigos igual no era muy anticastrista. La t¨ªa se cabre¨® y me quit¨® la amistad en Facebook.
?Qu¨¦ cosas no le hacen gracia?
Pues es que yo voy evolucionando. He cambiado mucho en el ¨²ltimo a?o. Yo he crecido con A¨ªda, y he mamado cosas fuertes, pero me estoy replanteando las cosas.
O sea, que ha entrado en usted la correcci¨®n pol¨ªtica.
Bueno, imagino que s¨ª. Cuando empezaba actuando en bares, experiment¨¦ con todo. He hecho chistes de todo. Al principio te apetece mucho innovar, ir al l¨ªmite, decir barbaridades, probar. Pero, ahora, pienso: ?es necesario? A lo mejor ya no me gusta ese estilo. El racismo, por ejemplo. A veces, el p¨²blico suelta barbaridades y mi papel es surfearlo y encauzar la conversaci¨®n hacia otros terrenos sin rega?ar a nadie. En esto hay que entender que tu punto de vista no es el ¨²nico.
Tiene 34 a?os. ?Se considera un chico, un hombre, un chaval?
Pues soy medio adolescente, joven. Pero es que en mi generaci¨®n no hemos podido ser adultos antes. La gente de mi edad, mis amigos de M¨®stoles, por ejemplo, solo un 1% se est¨¢ comprando un piso ahora. No han tenido estabilidad laboral. No hemos podido jugar a ser adultos todav¨ªa.
?Sigue viviendo en M¨®stoles?
No, vivo en Madrid. Me mud¨¦ con 27 a?os. Al principio compart¨ª piso, pero mis padres me ayudaron a comprarme uno, y s¨¦ que soy un privilegiado. No tengo que ver con nadie que me rodea ni soy ejemplo de mi generaci¨®n.
Entonces, usted s¨ª que ha podido ser adulto.
S¨ª, aunque tampoco he querido. La verdad es que soy muy joven, soy infantil en el sentido de que no he tenido prisa para hacer ciertas cosas. Y luego est¨¢ la comedia, que tambi¨¦n es un trabajo que te permite ser inmaduro, porque eso es gracioso. No es como trabajar en una oficina, que a lo mejor el propio entorno te obliga a madurar. Aqu¨ª parecemos todos tontos, la verdad.
Pero detr¨¢s de esa tonter¨ªa habr¨¢ curro, ?no?
S¨ª, s¨ª, s¨ª. La verdad es que yo nunca he rechazado un trabajo. He trabajado desde becario de documentalista en El objetivo, de Ana Pastor, hasta de logger en First Dates. Transcrib¨ªa lo que se dec¨ªan los que iban a buscar pareja en las citas. Yo acababa de romper con mi pareja de cuatro a?os y me acuerdo de teclear viendo c¨®mo la gente encontraba el amor de su vida. Lo pas¨¦ fatal. Luego se me pas¨®, pero hubo unos mesecillos duros, y, encima, no ligu¨¦.
?Por qu¨¦ es tan entusiasta el p¨²blico de La revuelta?
A ver, en un show de comedia la gente va a pas¨¢rselo bien. Lo que s¨ª noto de ¨²nico en este programa es que se colectiviza mucho la energ¨ªa. La gente viene como muy individual, cada uno con su movida a cuestas, y, de repente, la energ¨ªa se hace de todos, y, aunque sean doctores y doctoras, acaban siendo todos igual de tontos.
Soy como una especie de radiador que te pones a los pies y te hace sentirte calentito. Como que no molesto, y tampoco quieres que te d¨¦ mucho la chapa, pero hago c¨¢lido el programa¡±
?Por qu¨¦ cree que ocurre eso?
Pues porque la gente viene con muchas ganas, el programa les gusta mucho, y les hace much¨ªsima ilusi¨®n venir a verlo. La revuelta es un poco el Cortylandia de los ni?os mayores. Creo que hay muchas ganas de re¨ªr, de desconectar un poco de la rutina. Yo me lo paso muy bien en mi trabajo, pero, normalmente, en el d¨ªa a d¨ªa, la gente no se r¨ªe tanto. Muchas veces, al acabar, me dicen que hac¨ªa mucho que no se re¨ªan tanto. Cambian su actitud vital aunque sea un ratito, y eso se nota.
?Por qu¨¦ pone esos ojitos a la c¨¢mara? ?Qu¨¦ cree que transmite?
Por lo que me est¨¢ llegando, creo que parezco un buen nieto. Hay muchas amigas, y chicas del p¨²blico, que me dicen que su madre, o su abuela, me quieren adoptar, que les encanto. Entonces, bueno, supongo que transmito buen rollo, no s¨¦, como soy tranquilo, supongo que soy como una especie de radiador que te pones a los pies y te hace sentirte calentito. Como que no molesto, y tampoco quieres que te d¨¦ mucho la chapa, pero hago c¨¢lido el programa.
O sea, que, en La revuelta tampoco liga.
Me cuentan mis amigos que es dif¨ªcil conocer a alguien: o alguien te presenta a alguien, o de casualidad. Yo es que aqu¨ª, en Madrid, me relaciono mucho con mi entorno, somos la mayor¨ªa c¨®micos, guionistas, y tenemos horarios diferentes. Menos mal que tengo otros grupos de amigos que son como la salvaci¨®n, porque si no estar¨ªa todo el d¨ªa hablando de curro, y por mucho que nuestro curro sea el chiste, al final es curro.
Mi plan B era el m¨¢ster del profesorado que hice para ser profesor de m¨²sica en un instituto¡±
?Tiene un plan B por si deja de ser gracioso?
Bueno, mi plan B era el m¨¢ster del profesorado que hice para ser profesor de m¨²sica en un instituto, por ejemplo. O sea, que la ense?anza podr¨ªa ser mi plan B perfectamente. Ahora estoy aqu¨ª, pero, justo en este sector, el audiovisual, el curr¨ªculo da igual, no importa en absoluto. Es todo muy ef¨ªmero. A lo mejor este programa dentro de dos a?os no est¨¢ y por haber estado aqu¨ª no quiere decir nada.
No me diga que tiene s¨ªndrome del impostor.
No, porque me gusta mucho lo que hago y justo en el papel que tengo aqu¨ª creo que lo hago bien. Estoy contento, y me lo curro mucho. Pienso, reflexiono, cambio cosas. Cuando s¨ª lo he podido tener es cuando toco el saxof¨®n, que m¨¢s que tocarlo, lo soplo. Estudi¨¦ unos a?os en el Conservatorio, pero, al pasar del grado elemental al superior me catearon Teor¨ªa, y, aunque saqu¨¦ un 9,5 en saxo, me echaron del Conservatorio. Volv¨ª a entrar y, ya a los a?os, me empez¨® a gustar mucho el jazz y segu¨ª estudiando por mi cuenta. Aqu¨ª me han puesto a tocar y me siento superimpostor, pero muchas veces, la percepci¨®n que tengo de m¨ª mismo no se corresponde con la realidad.
?Tiende a creer a quienes le critican o quienes le halagan?
Tengo ego, pero muy controlado. Me lo dijo David desde el primer d¨ªa. Da igual c¨®mo lo hagas hoy, porque ma?ana lo tienes que hacer otra vez. T¨² siempre vas a intentar que sea lo mejor, y si no lo consigues, pues ma?ana lo vuelves a intentar.
?Ha ido al psic¨®logo para lo del ego?
S¨ª, para trabajar algunas cosas que cre¨ªa que me remaban en contra, y luego tengo amigos, buenos amigos. Mi compa?ero Pablo Ibarburu, por ejemplo, me da mis buenas chapitas. Y luego David, que tambi¨¦n es muy buen compa?ero, de escucharte, de llamarte por tel¨¦fono: los amigos son importantes.
?Qu¨¦ opina de quienes llaman generaci¨®n de cristal a los j¨®venes?
No s¨¦ si estoy muy de acuerdo con eso. Creo que es m¨¢s bien una generaci¨®n que se est¨¢ atreviendo a contar sus sentimientos. Si revisas las anteriores, la ¨²nica diferencia es que no se han cuidado, no han tenido la posibilidad de gestionar sus emociones. Yo ve¨ªa a mi abuelo, por ejemplo, y muy feliz no ha sido, y encima, no ha tenido ayuda para expresar ciertas emociones. En cambio, las generaciones m¨¢s j¨®venes tienen empat¨ªa y capacidad de contar sentimientos, es supersana. La m¨ªa no la hemos tenido del todo, pero vamos aprendiendo. No veo gente especialmente m¨¢s fr¨¢gil, es exactamente igual, lo que pasa es que no le preocupa contar sus sentimientos.
Las generaciones m¨¢s j¨®venes tienen empat¨ªa y capacidad de contar sentimientos¡±
?No se cansa de ser el gracioso del grupo?
A ver, soy un poco disparatado y, en general, me lo paso bien en todas partes, pero a veces me canso, y lo que quiero es escuchar al resto y ver qu¨¦ pasa ah¨ª. Aunque, vamos, es que est¨¢ guapo mi curro, es que mola, a m¨ª me gusta mucho. Entonces, cuando empiezas con la tonter¨ªa, se te va pasando todo.
Habla todo el rato de ¡°tonter¨ªa¡± al referirse a su humor. ?Nos damos demasiada importancia?
S¨ª, eso pasa mucho. A mucha gente le pasa que quiere molar todo el rato, y creo que asumir que tambi¨¦n somos la mierda est¨¢ bastante guay tambi¨¦n. Hay veces que te apetece re¨ªrte de algo m¨¢s inteligente o de una situaci¨®n concreta, o de un contraste, hay muchos momentos para elegir qu¨¦ te apetece o qu¨¦ te hace gracia, y luego est¨¢ la t¨ªpica risa esa primaria, al final nos re¨ªmos casi todos de lo mismo.
Mucha gente quiere molar todo el rato, y creo que asumir que tambi¨¦n somos la mierda est¨¢ bastante guay tambi¨¦n¡±
?A veces el p¨²blico es m¨¢s gracioso que los c¨®micos del escenario?
La gente es incre¨ªble sin quererlo. Cuando alguien intenta llamar la atenci¨®n para que le saquen en el programa, es un fracaso. La clave del p¨²blico es que es muy natural. A la gente le gusta esa transparencia, y la transmite. Entonces, a veces hay gente que quiere epatar con un chiste y no arranca una risa y, al rev¨¦s, gente que no quiere participar, o es t¨ªmida, y que ya a nivel gestual transmite tanta naturalidad que lo sacamos.
?Ha llorado alguna vez en el programa?
Pues s¨ª, yo es que soy muy sensible, y si veo llorar a alguien, lloro. El a?o pasado, en La resistencia, hubo una chica que cont¨® que se iba a morir en 5 a?os y que quer¨ªa pas¨¢rselos muy bien y me impresion¨® eso tan radical. Y despu¨¦s de eso, ponte a hacer chistes.
?Le han llamado alguna vez cursi?
No, pero, en mi adolescencia, viniendo de M¨®stoles, flipas. Fui a un cole de integraci¨®n porque tengo una hermana con una discapacidad, y pase de un cole en que la cosa era ¡°Vamos a ayudar a una persona en silla de ruedas¡± a otro en el que la cosa era ¡°A ver a qui¨¦n dejamos en silla de ruedas¡±. Fue un arco de transformaci¨®n brutal.
?Sufrio bullying?
En que en mi instituto no hab¨ªa bullying porque era todo el rato vamos a romper el sistema. Entonces, si hab¨ªa que tirar el mobiliario por la ventana, se hac¨ªa. Yo nunca hac¨ªa nada, yo estaba ah¨ª, en clase, flipando. Pero bueno, considero que he vivido en un entorno que no era el m¨ªo y cuando vas creciendo y evolucionando, vas encontrando tu c¨ªrculo.
?Se est¨¢ haciendo rico con La revuelta?
A ver, me est¨¢ yendo bien, pero tampoco tengo yo un tren de vida especial: no hago mucho, no hago viajes locos. Adem¨¢s, tampoco te creas que me va tan, tan bien. Ojal¨¢ pronto lo note y diga, madre m¨ªa, qu¨¦ de pasta tengo, pero, vamos, en principio, me mantengo.
Pues voy con las preguntas cl¨¢sicas de Broncano: ?dinero en el banco?
M¨¢s que el a?o pasado y menos que el pr¨®ximo.
?Relaciones sexuales en el ¨²ltimo mes?
M¨¢s que el mes pasado y menos que el pr¨®ximo.
Venga ya.
Esa pregunta, y llevo muchos programas escuch¨¢ndola, es igual de inc¨®moda para todo el mundo. Y esa es precisamente su gracia.
DE LOS BEZOS DE TODA LA VIDA
Sergio Bezos (Móstoles, Madrid, 34 años) es, según autodefinición, un "culo inquieto". Estudió Comunicación Audiovisual y tres años de saxo en el Conservatorio y cursó tres másters a la vez que trabajó de documentalista en El objetivo y en First Dates. Pero su auténtica vocación, la comedia, tiraba más fuerte y le ha llevado a una carrera de actuaciones en bares y auditorios que ha culminado, de momento, con su papel de alma del público antes y durante el show de La revuelta.
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